Tarde de resaca

Buenas tardes y disculpen ustedes la demora, pero es que tras tanta convulsión más bien extrafutbolística, tras todo el ruido y también la furia, ayer llegó el fútbol al rescate y no nos pudimos resistir a sus siempre intactos encantos. La primera parte del Madrid nos embelesó y regamos cada gol con ciertos licores que ayudasen a paliar los efectos de las heridas y los golpes recibidos de estos días. Y para qué contarles el resto si seguro conocen bien la consecuencia de entregarse a ciertas pasiones alegres. Lo llaman resaca, pero en realidad es que "el dolor de ahora es parte de la felicidad de entonces", tal y como se decía en esa obra maestra que es Tierras de penumbra, recientemente citada por Jesús Bengoechea en uno de sus artículos galernautas.

Acierta As al destacar el bálsamo que supone la goleada de ayer, un soplo de aire fresco en estos momentos de zozobra. La respuesta está en el fútbol, queridos galernautas, en que podamos centrarnos de una santa vez en jugar, en sentar las bases de un equipo sólido, alegre y sin lesiones para que las aguas tengan la opción de volver a su cauce, aunque sepamos de sobra que el foco de atención de todo aquello que rodea al mero juego volverá a imponerse una vez pasada esta resaca de goles y buen juego. Resistamos el desafío.

Leemos los goles de ayer justamente como actos de resistencia, y también de reivindicación personal. Benzema está aquí y así se hizo notar. Y también Bale, y también Cristiano, esa delantera que, si está en forma e implicada, puede asegurarnos muchas alegrías (y algunas resacas). No en vano, tal vez como mensaje del destino, justo al lado de la referencia a la BBC en la portada de As aparecen dos botellas de vino listas para el mejor brindis. Ojalá así sea.

Pero no lancen ustedes las campanas al vuelo ni descorchen tan rápido el vino. El rival de ayer fue solo "un flojo Getafe", así que el bálsamo será mínimo, vendrán otros partidos, la BBC volverá a no rendir y allí estará el Ouija Daily con su sonrisa de malo de película aún más mala que el propio malo. Ya deberían saber los madridistas que una victoria de su equipo tan solo implica demérito del rival, a la vez que una derrota del Madrid es la caída del Imperio Romano con Florentino tocando la lira mientras todo arde. Lo dicho: resistamos el desafío.

Y qué mejor resistencia que con goles, tal y como sirven las aspirinas (las que nos muestra Marca) contra la resaca. Goles que hacen recordar a los rivales que el Madrid no necesita de la placidez impostada de otros entornos para mirar a la cara, levantarse y ganar. El Madrid siempre vuelve, o nunca se va del todo, y tal vez sea ese el peculiar toque de distinción de este equipo, siempre sujeto a vaivenes, pero siempre capaz de hacer de tripas corazón, atemperar los temblores con un buen trago y salir ahí a decir "aquí estoy".

Por su parte, las portadas de la prensa catalana suponen todo un reto para estos dos navajazos sobre un tomate en que merced a la resaca (en Perú la llaman muy atinadamente "perseguidora") se han convertido nuestros ojos. Los amigos de Sportivo (ocurrencia que hace mucho que no usábamos, y que nos sirve para designar la frecuente intercambiabilidad de patrones por parte de ambos rotativos) nos obligan a escudriñar sus primeras planas en la busca de lo que sin duda ha de estar allí pero no hallamos,

Porque es de todo punto imposible que ni Sport ni Mundo Deportivo traigan a sus portadas el fuera de juego en el gol de Luis Suárez, así como la expulsión flagrantemente perdonada por el colegiado al propio futbolista uruguayo. Es imposible que ni Sport ni Mundo Deportivo reflejen las dos jugadas más polémicas y decisivas del encuentro, porque sabemos que As y Marca (sus equivalentes -???- en la prensa madrileña) no se privarían de resaltar la polémica de un gol en fuera de juego de un Cristiano exonerado, además, de una justa expulsión por el colegiado.

No. No es posible que ninguna de las dos jugadas esté reflejada en ninguna de las dos portadas. Qué menos que (digamos) una de las dos jugadas reflejada en una de las dos portadas, oiga. Es que no pedimos un pleno al cuatro. Nada. Pero no puede ser. Eso es que no hemos mirado bien.

Volvemos a aguzar la vista, casi usando nuestra mano como visera y pugnando por sortear la resaca con un misericordioso, apenas perceptible levantamiento de párpados que permita compensar en parte el esfuerzo extra de la retina. Pero seguimos si hallar referencia alguna a ninguna de las dos jugadas en ninguna de las dos portadas.

No puede ser. Es imposible.

Devastados por los escalofriantes efectos del consumo de ginebra, que por lo visto puede llegar a impedir el acceso de nuestra vista a lo que sin duda debe estar ante ella, volvemos a la cama durante un rato. Ahora retornamos. Gracias por su comprensión.

Qué horror. En esta improvisada y febril siesta de alcohol, hemos soñado que TVE, en su resumen de la jornada, torcía visiblemente la línea de la pantalla destinada a dilucidar si el gol de Suárez era en fuera de juego para que pareciese que no era el caso. Es una especie de resacum tremens.

Lo que más nos inquieta, empero, es que en Twitter la gente anda hablando de algo parecido.