El desmoronamiento repentino (¿y definitivo?) del proyecto de Superliga vivido en los últimos días invita a una reflexión histórica que ponga en contexto la iniciativa abortada, a fin de que podamos valorar los acontecimientos con perspectiva.
A finales del siglo XIX el fútbol nació en Inglaterra como un deporte para ricos, que jugaban en clubes exclusivos a este novedoso deporte. Con un formato más parecido al rugby que al fútbol actual, era un deporte absolutamente minoritario. La serie de The English Game (Juego de Caballeros en español) narra la evolución de un deporte de unos pocos hasta convertirse en un deporte masivo, con cambios que fueron modificando el juego paulatinamente hasta la actualidad.
La historia del fútbol, al igual que la historia de la civilización, es la adaptación constante a los cambios, nuevas tecnologías y nuevas maneras de entender el mundo. Incluso en un deporte relativamente básico como el fútbol, se aprecia esa evolución constante a lo largo de los siglos.
Múltiples cambios que propiciaron en 1955 el nacimiento de la Copa de Europa, competición que a la postre, en su formato de Champions League, sería una de las más emocionantes y populares del deporte, pero que nació sin el apoyo de la UEFA y FIFA, aunque ante la fuerza de la idea ambas organizaciones reaccionaron rápidamente, aunque con ciertas reticencias. Los clubes participantes debían contar con el apoyo de sus federaciones nacionales y además la competición se tendría que llamar Copa de Clubes Campeones Europeos y no Copa de Europa porque la UEFA tenía pensado crear su propia competición (Eurocopa).
Aquella primera edición de la Copa de Europa, impulsada por L’Équipe y por Santiago Bernabéu, tuvo, no obstante, la oposición de algunos equipos y entidades a imagen y semejanza de la oposición actual de la Superliga.
A la primera cita no acudieron muchos de los campeones de las ligas nacionales, como el Chelsea (campeón inglés) o Dinamo Moscú (campeón ruso). Y en total, de entre todos los participantes, solamente siete eran campeones de un total de 16 equipos. A pesar de ese éxito relativo, al año siguiente se añadirían el resto de clubes. A lo largo de varias décadas y especialmente a partir de 1992, la competición experimentó varias modificaciones para mejorar y actualizar un formato hasta convertirse en la actual Champions League.
La Euroliga como espejo
Aquel proyecto nació de la idea de unos pocos, y en algún momento pareció amenazar el fútbol, como esta Superliga. O si lo comparamos con un ejemplo reciente, como la Euroliga de baloncesto.
La creación de esa competición tampoco contó con la aprobación de la FIBA ni con la participación de todos los clubes. Se habló también de duras sanciones y amenazas a los “clubes rebeldes” y, de hecho, el primer año de la competición hubo dos torneos continentales o Copas de Europa en paralelo. Y, sin embargo, hoy en día la Euroliga es una competición apasionante, que reúne a los mejores clubes de Europa y que obtiene el máximo rendimiento económico y deportivo. Y ni ha desaparecido el baloncesto base ni las ligas regionales.
La creación de la Superliga tiene la misma razón de ser, y es la respuesta natural a la evolución del fútbol. Desde hace años el fútbol se ha profesionalizado. Desde los inicios del mismo, un fútbol jugado de manera arcaica, que fue incorporando reglas como el fuera de juego (que fue evolucionando hasta la regla definitiva en 1922), la mencionada Copa de Europa, la apertura del fútbol a grandes masas de público, la profesionalización y tecnificación del deporte, la Champions League, el VAR, hasta la Superliga propuesta.
Mas negocio, más dinero
La profesionalización ha traído más dinero, más interés en el desarrollo del negocio. Sin este elemento, el fútbol seguiría siendo un deporte arcaico, en blanco y negro, jugado por jugadores aficionados, desordenados, sin táctica alguna, y jugado con balones de trapo. El dinero quizá le quitó romanticismo al fútbol, pero le dio un nivel y unas oportunidades para los aficionados que jamás tuvo antes.
Se trata, sí, de dinero. Siempre ha sido así. Todos los que hablan de una Superliga de unos pocos clubes elitistas ignoran que tanto la creación de la Copa de Europa como las modificaciones posteriores tenían detrás la generación de más dinero y más negocio.
Ya en los inicios, la propia Copa de Europa priorizaba este aspecto. Y así Jacques Ferran, uno de los compañeros de Hanot en L’Equipe, el impulsor de la competición, aseguraba que su objetivo era "que se jugara al fútbol más días, para poder vender más periódicos a mediados de la semana". Luego a través de la Radio y la televisión, miles de personas se fueron enganchados a un deporte que hasta entonces no podían ver.
Lo que antes eran periódicos ahora son pays per view, y ahí el fútbol se encuentra muy lejos de grandes espectáculos, especialmente en Estados Unidos, como la NBA o la NFL. Estas competiciones baten records económicos en cada negociación. La NFL firmó por un valor total de 110.000 millones de dólares en 11 años, mientras que la NBA pasaría a triplicar sus contratos que le reportarían de los 24.000 dólares actuales hasta 75.000 millones de dólares.
Es decir, más de 10.000 millones dólares y casi 7.000 millones de dólares que generan dos deportes con muchísima menos afición que el fútbol. Frente a esas cifras, la Champions League actual genera 3.250 millones de euros al año.
La Superliga generaría mucho más, posiblemente el doble de ingresos con partidos cada semana del máximo nivel, con un techo parecido al valor actual de la NBA o NFL. Tengamos en cuenta que son dos competiciones muy seguidas, sobre todo en Estados Unidos, que pueden tener en el segundo caso 150 millones de aficionados, frente a los más de 2.000 millones a nivel mundial que son fanáticos del fútbol. Ese es el margen de mejora a nivel económico de la Superliga.
A nivel deportivo y tecnológico, el margen es gigantesco también. El modelo actual contempla la presencia de instituciones como UEFA, FIFA o las federaciones nacionales, como meros intermediarios, que no agregan ningún valor a la competición. Instituciones que evidentemente también tienen su razón de ser en el dinero y en el negocio. Y, de hecho, parte de la revolución comienza con los casos de corrupción de ambas instituciones, culminando con el conocido y declarado corrupto Mundial de Qatar 2022. Estas instituciones han ignorado sistemáticamente las demandas de los clubes, que son los verdaderos motores del fútbol.
Mientras la actual Champions League, como demuestra el nuevo formato obsoleto, solo propone más partidos, en una muestra del escaso valor que aporta la UEFA y de la muy lenta y pesada burocracia, la Superliga ofrece una gran flexibilidad y capacidad de reacción, además de ingresos millonarios, que a la postre llegarían también al resto de los clubes. Sin obstáculos y liderados por personas manifiestamente competentes, es un formato que puede aspirar en el futuro a competir con la NBA y NFL.
Y ello en un mundo donde (como comentaba recientemente uno de los impulsores, Agnelli) los jóvenes cada vez tienen menos interés en el fútbol. Con múltiples ofertas de ocio, a través de YouTube o el gaming, y las series ya no se enganchan al deporte rey como antes. Hay que atraer su atención también para que el fútbol siga sobreviviendo, y hay que hacerlo mejorando el producto al máximo.
Así pues, no se trata de hacer desaparecer el fútbol. Las ligas nacionales seguirán existiendo como lo harán otras competiciones europeas, pero por encima de ellas habrá una de máxima interés (como la actual Champions League), que permitirá que el deporte rey alcance otro escalón.
Lo que hoy parece una revolución y para algunos comentaristas (juez y parte, porque muchos son asalariados de los medios de comunicación que tienen los derechos de la Champions) el apocalipsis, no es más que la evolución natural del fútbol. Ni el fútbol base va a desaparecer, como dice Figo, ni el fútbol dejará de existir para los pobres, como dice Ander Herrera (un rico con alma de pobre), ni los clubes ni ligas nacionales van a desaparecer. De la misma manera que hace pocos años se veía el VAR como el gran enemigo, ahora hay pocos en contra de la mejora del fútbol gracias a la tecnología.
Esa revolución conllevará mejoras tecnológicas como el perfeccionamiento del VAR, nuevos elementos como realidad virtual, todo tipo de imágenes, desde vestuario y entrevistas con los jugadores, hasta lo que dicen los árbitros, pasando por nuevas funcionalidades con las que el aficionado podrá interactuar. Las posibilidades son tan grandes como la diferencia entre la Champions y las ligas norteamericanas. Mientras que el VAR acaba de llegar al fútbol, esa tecnología lleva aplicándose años en las ligas profesionales de Estados Unidos, especialmente la NFL. Ese es el margen de mejora actual.
La Superliga acelerará los cambios necesarios para el fútbol. Y aunque al principio tengamos que acostumbrarnos a no escuchar el himno de la Champions, pronto disfrutaremos con una Superliga de gran nivel, que seguramente acabe llamándose Copa de Europa o Champions League, y que probablemente acabe hasta adoptando sus logos y música, en un acuerdo necesario entre FIFA, UEFA y Superliga.
Otro futuro es inviable, especialmente para los primeros, que no pueden permitirse un futuro sin los mejores clubes españoles, ingleses e italianos. Las amenazas y sanciones propuestas, que de momento parecen haber surtido efecto, pero solo de momento, no son más que el canto del cisne de quien sabe que toca adaptarse a la realidad. Y esa no es otra que la determinación de los principales clubes de Europa, con los mejores jugadores del mundo en sus filas, de crear la mejor competición posible, sin obstáculos ni trabas innecesarias.
El fútbol seguirá siendo como en 1890 un deporte de 11 contra 11, con el objetivo de meter un balón entre tres palos, aunque algo más evolucionado. Es necesario que todo cambie para que todo siga igual, como decía un personaje del Gatopardo, y por eso el fútbol ha de seguir mejorando y adaptándose a los tiempos para que siga siendo fútbol.
Listado de participantes de la 1ª Copa de Europa:
- Real Madrid(campeón de España)
- PSV(3° en Holanda,
- Servette(6° en Suiza).
- Stade Reims(campeón de Francia)
- Rapin Viena(3° en Austria),
- Milan(campeón de Italia
- Hibernian(5° en Escocia)
- Partizan(5° en Yugoslavia)
- Voros Lobogó(2° en Hungría
- Djurgardens(campeón de Suecia),
- Saarbrucken(3° en la Oberliga)
- Aarhus(campeón de Dinamarca),
- Sporting Lisboa(3° en Portugal)
- Gwardia Varsovia(4° en Polonia)
- PSV(3° en Holanda)
- Rot-Weiss Essen(campeón de Alemania Oeste)
- Anderlecht(campeón de Bélgica)
Fotografías: Imago.
Habéis puesto dos veces al PSV
Imperdonable. El artículo ya no vale para nada...
Exacto 😀
Me da más pena aún que tras arrastrar el nombre del Madrid por el barro, junto con el de su presidente, en no mucho tiempo se organizarán de algún modo para montar algo parecido. Si de algo ha pecado Florentino tal vez sea de legal, para organizar una Superliga, lo mismo que un mundial, hay que empezar por los sobornos. Una vez hubiera untado a los jefes, de gobierno incluídos, todo habría sido más fácil.
Pecar de legal, eso no lo había oído del tito Flo en mi p vida.
Pero ni de el ni de nadie, normalmente es una virtud, pero en el XXI , pla-gio mediante...?
Está claro que todo se nos ha desmoronado.
Lo quieran p no esto no tiene vuelta atrás la Superliga será un echo quizás tarde algo más de lo previsto pero esta aquí y es necesario lo que sobra en el futbol son las mafias que lo controlan y lo quieren seguir controlandolo eso se va a terminar por el bien del futbol lo dicho en el artículo hay muchos chipando de esto co.o son los ciudadanos periodistas que dependen de esas empresas y defienden este relato.
El paso ya está dado, la respuesta es la del parado que cobra por el sepe por un lado y el dinero en negro currando de extranjis por otro.
Pero el poso ha quedado, y el retrato de alguno rasgándose las vestiduras cuando van a sellar a la oficina de turno, también. Cuando estos iluminados que viven de subvenciones, municipales, regionales, nutricionales, espolvoreales y demás ales, empiecen a rendir cuentas a esos aficionados orgullosos de no haber ganado nada en su puta vida, pero eso sí por culpa del Real Madrid, pues mu bien.
Hay un ejemplo de escándalo, el halvelda furgol kluv, es que lo de este "maravilloso" mundo es pa 5g y no echar bits
La Superliga saldrá adelante cuando a los que dirigen el “cortijo” les dé tiempo suficiente para disponer las cosas de manera que ellos sigan dirigiendo el cotarro ,por ejemplo, formación de plataformas audiovisuales a las que se encargarán el nuevo formato,etc.Cuando tengan preparado su nuevo pastel nos lo presentarán con un gran lazo y las masas debidamente dirigidas via redes sociales aclamarán fervorosas esta maravillosa fórmula .En definitiva “ cambiar todo para que nada cambie”.Una fórmula tan vieja como los tiempos, los de arriba siguen siendo los mismos y los de abajo tienen la sensación de que todo ha cambiado.
Artículo escrito con claridad y que va al asunto que ha denunciado Florentino, se necesitan cambios y todo debe evolucionar.
Enhorabuena.
Personalmente no veo al Tito Flo muy preocupado, teniendo en cuenta que no es la primera vez que le traicionan.
Los jugadores, juanito lapuerta, medios(no enteros) unidos a la felonía actual. De todas ellas la que más dolió(Mecano) la primera , que provocó su dimisión, de las otras, pues creo que no ha llegado ninguna a otra de las estrofas(Mecano) que si llega, lo haga gerundeando
Que buenos eran los jodíos .
A que "oficina" irá a sellar ceferino?
Yo empezaria con contratar unos buenos abogados y un buen hacker que sacara todos los trapos sucios y el trapicheo de esos mafiosos de la UEFA y sobre todo de Tebas. lo lanzaria en L'Équipe por que los periodicos Epañoles no les doy ninguna cledibilidad , sobre todo contrataria un buen equipo de comunicacion y despediria al que tenemos porque el producto se vendio mal y nunca se entendio o se quiso entener y comenzaria a desenmasarar a todos sin contemplacion.
Completamente de acuerdo con Minerva.
D. Florentino es el mejor gestor, administrador, presidente que pueda tener el Real Madrid, pero comunicando deja mucho que desear. Además no debería ser su papel. Con dar su visto bueno a los comunicados oficiales debería bastar. Él tiene que presidir.
Para enfrentarse a instituciones deportivas y a la prensa corruptas, cuya mayor parte de su negocio proviene del Real Madrid, tiene que contratar a los mejores para callarles la boca.
No puedes enfrentarte a hienas con buenas palabras, sino a escopetazos. Tenemos que denunciar la corrupción en el fútbol y a todos los que viven de ella. Una Liga Europea llegará más pronto que tarde y no se puede permitir que los que ahora babean y piden sangre, se arroguen el mérito de haberlo conseguido.
Aquí hay una parte a la que realmente no se identifica por ningún lado, los j u g a d o r e s.
Teniendo en cuenta que aunque no lo parezca y supuestamente son los protagonistas del contubernio.
Conociendo la actitud desinteresada, generosa y solidaria de los contubernarios, me parece difícil de creer que , oliendo los aromas de l´eau de eugó, no se hayan abalanzado en tromba a la yugular del bárcenas huefario/fifario, o a lo peor ya les han tapado la boquita con algún objeto erótico festivo, a la par que carísimo.
Y es que, el Tito tiene toda la razón, el fútbol mutó en furgol y el mundo viró hacia el murciélago.
Lo que les espera a estos vende humo de las camisetitas y los logos patéticos, vais a tener el furgol justo, que es como el de tele-v pero sin "premio".
Ya hemos visto la inmadurez que preside la mayoría de los clubes europeos. Sólo se ha visto la personalidad de los dirigentes de Bayern , PSG y Real Madrid.
Los demás hacían trampas y fueron pillados con ases en la manga. El futuro suele ser de los que tienen las ideas claras.