Supercroqueta

Buenos días. Como decíamos en el cole, los secretitos a la oreja son de vieja, y tal vez por ello entusiasmen tanto a un diario tan instalado en el geriátrico como As. Ya se pasaron los de Relaño seis o siete portadas consecutivas especulando sobre lo que Cristiano habría podido decirle a Blanc en aquel solapado intercambio de palabras en la banda, y ahora han contratado a los más eximios especialistas en la lectura de labios a través de manos para ofrecernos la primicia de lo que otro entrenador rival le ha dicho a otro jugador del Madrid, también en la banda.

Sí, dilectos galernautas. En el momento en que el Real Madrid puede estar cerca de un doblete histórico, uno de los diarios presuntamente cavernícolas y por tanto madridistas de la meseta se dedica a intentar dar buenas noticias a la parroquia atlética, a la par que a tratar de disgustar a los vikingos. La alineación de la Ouija con el cholismo viene de lejos pero también viene de ayer, cuando Relaño firmó un incendiario editorial contra un debatible (pero en todo caso sutil y desenfadado) tifo madridista tras haber pasado por alto durante años tifos atléticos en los que -entre otras muchas cosas- se insultaba a Ramos y a su hermano, que pasaba por allí, o se plasmaba una violación anal entre un atlético y una dama madridista. Nada tiene de raro para quienes, en la mejor línea gerarpiquesca, hablan del palco del Bernabéu como quien habla de las calderas de Pedro Botero mientras disfrutan las croquetas (ay, las croquetas, Alfredo) de otros palcos acaso capitaneados por personas que han sufrido condenas judiciales por muy turbios asuntos.

A fin de aliviar su pesar a tantos colchoneros heridos por el intolerable tifo del Bernabéu, y que todavía no han tenido tiempo de responder a éste con otro más somero en el que siete hienas rojiblancas despellejen a mordiscos a cualquiera de los ídolos madridistas, As les da una buena noticia: Simeone tentó a Morata. Los expertos en lectura de labios a través de manos de Alfredo han dictaminado que le agarró del huevo diestro mientras calentaba la banda para espetarle al oído: "Vente al Atleti". ¿No sería "Vente al Inter", nos preguntamos con toda la inocencia? Poco importa este detalle si además Morata se pone (hoy, o ayer, o hace tres años) una camiseta que a la manera de Martin Luther King reza "Tengo un sueño". Ahá. Ahá y mil veces ahá. ¿No será por ventura el sueño de Morata vestir la rojiblanca, o por lo menos la amarinegra? Ahí lo deja caer Alfredo, amigos madridistas, no vaya a ser que os haya dado por disfrutar con la tremenda victoria del martes y con la posibilidad de que el Madrid llegue a Cardiff tal vez con la Liga en el bolsillo. ¿Disfrutar el madridismo? No mientras Supercroqueta pueda impedirlo. No mientras podamos adscribir a Morata en la generación NINI (no juega NI ante Bayern NI ante Barça NI los dos últimos clásicos) para inocular zozobra el alma madridista. Supercroqueta al rescate del zaherido orgullo de los indios.

Poco más que reseñar, caros amigos. A diferencia de As, Marca tiene otra clientela potencial y (salvo cuando se hernia pariendo "apoteósicas" loas al barcelonismo) obra en consecuencia, dando pábulo al hipotético fichaje de Mbappé. Y viene Rakitic desde la prensa catalana tranquilizando al culerío: Míchel -a quien se acosa por tierra, mar y aire desde cuatro jornadas antes- no se dejará ganar por el Madrid en el último partido de Liga, lo que no debería impedir a Bartoméu tramitar una vez más la puesta en práctica de la noble tradición del maletín. Que el penúltimo escándalo (esta vez relativo a asuntos funerarios, en gentil paseo de valors por el amor y la muerte) no nos desvíe del objetivo.