Buenos días. La sociedad, y el fútbol como parte de ella, se han corrompido hasta tal extremo que nos encontramos en mitad de noviembre a cinco días de que comience un mundial vergonzoso por la ausencia de respeto a los derechos humanos que lo rodea y aquí no pasa nada, oiga. Nadie de quienes realmente podrían haber revertido la situación se ha posicionado públicamente con valentía, el dinero es el mejor anestésico de la moral.
Las portadas, sobre las que hablaremos más adelante, no tratan este aspecto, tampoco lo esperábamos, requiere mucha menos valentía dar el mismo espacio a los ganadores del Balón de Oro masculino y femenino que posicionarse contra unos organizadores homófobos responsables de miles de muertes, que esos sí tienen poder y nadie quiere perder lo suyo.
Tampoco hablan las primeras planas de algo que sí les afecta a ellos como medios de comunicación: Luis Enrique se hace streamer. Streamecedor.
Como reflexionaba ayer Jesús Bengoechea en Twitter, más allá de la opinión que tenga cada cual de Luis Enrique, la decisión de ponerse frente a una cámara y comunicarse directamente con los aficionados puede suponer un punto de inflexión en el periodismo deportivo, Jesús entiende que incluso podría ser un punto final, tendremos que ver si se confirma en el futuro, pero parece que es el camino.
Ya no solo el medio es el mensaje. El protagonista es el medio (y el mensaje), con lo que el intermediario pasa a mejor vida. Luis Enrique va a comunicarse durante este mundial directamente con aquellos que estén interesado por lo que ocurra en él sin necesidad de pasar por filtros como el de Fernando Burgos, por ejemplo, lo cual significará probablemente un aumento de la nitidez y la ausencia de interferencias.
Kroos ya hace algo similar en el podcast de su hermano, no necesita a la prensa para poner en conocimiento del mundo sus pensamientos, opiniones e inquietudes. Solo se pone delante de un micrófono tradicional cuando sus compromisos laborales se lo exigen.
Al igual que Kroos, Luis Enrique sabe que ya no necesita un medio masivo para propagar sus mensajes porque el medio es él. Además, los medios tradicionales van a seguir haciéndose eco de lo que diga Luis Enrique, por lo que el impacto de salir en ellos está garantizado.
Los tiempos avanzan aunque los protagonistas de los mismos no lo hagan, del mismo modo que internet sepultó a la mayoría de las agencias de viajes, salvo las que evolucionaron y ofrecieron un valor añadido, el paso delante de los protagonistas del deporte puede enterrar a los medios que no se adapten y brinden al consumidor un producto diferencial.
El hecho de que Luis Enrique se haga streamer, le brinda una oportunidad pintiparada para denunciar las tropelías del mundial de Catar. Lástima que no vaya a ser así porque, según él, es entrenador, no político. Se ve que entiende que defender los derechos humanos es un asunto político y no un principio fundamental de todos y cada uno de nosotros.
Sin embargo, Luis Enrique no ha tenido tantos problemas con los temas políticos otras veces. Mirad:
Bueno, tampoco vamos a pedirle coherencia, según sus propias palabras, es solo un entrenador.
Y ahora, como comentábamos antes, hablamos brevemente sobre las portadas del día.
En Marca aparece Rodrygo a los mandos de una aeronave provista de alas, cuya sustentación y avance son consecuencia de la acción de uno o varios motores, o sea, un avión. En la entrevista que le realiza Juan Castro, Goes desea que muchos madridistas vayan con Brasil por ellos (él, Vini y Militao). Es bastante probable que eso suceda. Hay mucho aficionado que no comulga ni con la forma ni con el fondo de esta selección ni de quien está al mando de ella ni de quien elige a quien está al mando de ella.
As ha escogido a mismo protagonista que Marca, Rodrygo hace doblete, pese a que, como nos contó ayer Tomás Guasch en La Galerna, hay que dice que Rodrygo pega, que Rodrygo es poco más que un pendenciero. Sí, sí, leed aquí.
Mundo Deportivo opta por otorgar su portada a un señor mayor que llegó a ser un futbolista diferencial, de los mejores de la historia, que afirma que van a pelear por el mundial. Él lo hará andando.
Y dejamos para el final el frontispicio del diario Sport. Dos señores mayores y un puñado de chicos jóvenes bajo el grito de ¡a por todas! Más parece la exclamación de un grupo de adolescentes hormonados de 1984 antes de salir un sábado por la noche a ligar que un puñado de futbolistas, exfutbolistas y familiares del seleccionador.
Pasad un buen día.
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