Buenos días. Sport es un diario español de prensa deportiva editado en Barcelona por Prensa Ibérica desde 2019, cuando esta adquirió el Grupo Zeta. Su director es Lluís Mascaró. Durante el directo del partido disputado por la selección española frente a Albania en el RCDE Stadium el pasado sábado 26 de marzo, publicaron en su web lo siguiente: “Así, pues, una buena ocasión para que la numerosa colonia española que reside en Catalunya pueda ver en directo a su selección. La última vez, el choque contó con la presencia de más de 7.000 peruanos, cuya colonia también es muy numerosa en Catalunya”. Esta es la captura:
Posteriormente, Sport borró este texto y lo sustituyó por el siguiente sin ofrecer ningún tipo de explicación ni disculpa hasta las 10 A.M. de hoy 29 de marzo:
Antes de proseguir, recordamos que Sport es el diario que envió a Iván San Antonio a Benidorm para acosar al padre del árbitro de Primera División Martínez Munuera y propagar la falacia de que era el fundador de una peña madridista en dicha ciudad, cuya falsedad, en este caso, es lo de menos.
Acudimos ahora al código ético de Prensa Ibérica. En este enlace podéis descargarlo (si no lo borran también).
Tras una primera lectura de los valores del grupo Prensa Ibérica al cual pertenece el diario Sport, nos resultan cuando menos paradójicos varios aspectos:
Del cometario del diario en el que afirman que “la numerosa colonia española que reside en Catalunya pueda ver en directo a su selección” se colige que para ellos Catalunya y España son dos estados diferentes, hecho que, al menos, entra en contradicción con el punto 1 de sus valores, en el que abogan por un compromiso con los derechos fundamentales recogidos en la Constitución Española. Sería más coherente que el compromiso fuese con los recogidos en la Constitución catalana, ¿o acaso no existe?
En el mismo punto 1 también destacan su compromiso por la libertad ideológica. Veamos otro comentario que también publicaron:
Con la idea del acoso de Iván San Antonio al padre de Martínez Munuera en la cabeza, leemos la parte en la que defienden su compromiso con “el derecho al honor, intimidad personal y familiar y la propia imagen”. ¿Es necesario comentarlo?
Los puntos 5 y el 8, “Integridad en todos los actos” y “contribución al bienestar social y a los intereses generales de la sociedad” parece que tampoco han terminado de asimilarlos del todo.
Eso sí, felicitamos a Sport por cumplir el punto 9: “Imagen corporativa de INDEPENDENCIA”, de independencia catalana, claro está.
Una vez mostrados los hechos, procedemos a comentar el bochornoso discurso xenófobo, clasista y supremacista de Sport. No se puede esperar menos del nacionalismo, una doctrina sociopolítica que siempre tiene como objetivo dividir a la sociedad y privilegiar a una parte en detrimento de otra en función de su lugar de nacimiento, ideología, religión o cualquier otra característica o derecho fundamental. Idea maravillosa para una convivencia armónica defendida por próceres de la talla de Guardiola o Gerard Piqué.
Imaginamos al individuo que escribió el repugnante comentario creyéndose a sí mismo un tipo brillante, un genio intelectual, un maestro del humor afilado. Es probable que tras publicar esta basura compartiese su excrecencia entre sus trogloditas más allegados para presumir. Porque los entes que defienden estas posturas cancerígenas para una sociedad suelen actuar en manada, comienzan propagando mensajes de odio y terminan echándose a las calles bien sea para acosar a quien no piensa como ellos y directamente para perpetrar actos vandálicos.
El empleo de la palabra colonia huele muy mal y es un reflejo de la lo podrida que está la sociedad catalana gracias a que al empeño de su parte más clasista y supremacista por excluir de la convivencia a quienes no comulgan con ruedas de molino. El deporte no es inmune a esta enfermedad y los indeseables también lo utilizan para extender su odio.
Lo paradójico es que en esta ocasión haya ocurrido con un partido de la selección española, un combinado futbolístico que precisamente tiene un apoyo masivo entre los independentistas catalanes. Es otra paradoja que pone de relieve la nula coherencia intelectual de este colectivo execrable.
Las explicaciones y disculpas ofrecidas por Sport son las siguientes:
¿Por qué Sport publica estos comentarios en su web y los mantiene desde un sábado hasta el martes siguiente y solo los borra cuando alguien pone el grito en el cielo? Muy sencillo, porque es rentable para su negocio. Una parte importante de sus lectores comulgan con estas ideas supremacistas, clasistas y xenófobas, del mismo modo que también apoyan el acoso de Iván San Antonio al padre de Martínez Munuera. No hay más. Por este motivo no se trata de hechos aislados, sino que se repiten cada cierto tiempo.
La razón de ser de Sport es alimentar el espíritu del seguidor culé y el propio club se ha erigido en no pocas ocasiones como punta de lanza de la doctrina independentista. Pueden pedir todas las disculpas que quieran, pero ellos mismos son los primeros que saben que no las piden sinceramente. No pueden. Si dejaran de comportarse así perderían su público y su subsistencia estaría en peligro.
No ha lugar a comentar las portadas, pero os las mostramos.
Pasad un buen día. Echaos colonia si queréis, pero que no apeste a odio y podredumbre.
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