¡Sorpresa, hay un racista en el Wanda!

Buenos días, amigos. La noticia ha caído como una bomba: podría haber un racista en el estadio Metropolitano, antes conocido como el Wanda.

Sabemos que la revelación os habrá sobrecogido. Nadie lo vio venir. Si en el Atlético de Madrid no sólo existiera sino que mandara un grupo de animación nazi llamado el Frente Atlético, que actuara con absoluta impunidad y con el apoyo de su club, los insultos racistas de ayer contra Nico Williams podrían explicarse como parte de un todo, de un contexto. Pero no, no y no, esto es fruto de un tonto aislado, episódico, y nada más. Afortunadamente, no existe tal grupo de animación, nos lo acabamos de inventar, os lo juramos. ¿Frente qué? Ya ni nos acordamos, y eso que estamos aún dentro del mismo párrafo.

Cambiamos de párrafo para ver si nos acordamos. Nada, seguimos igual. ¿Frente qué? Ni idea. No hay tal cosa. Si alguna vez hubiera existido un grupo con tal nombre, responsable además de la muerte de dos personas, xenófobo y nazi, que se reúne de vez en cuando con los jugadores al más puro estilo barras bravas de los noventa, quizá, y solo quizá, podría proceder algo de preocupación, pero no siendo el caso pues nada, todos tan contentos.

Ya lo dijo Fran Guillén en la retransmisión de DAZN. Literalmente. "Parece que un tonto de los que hay en todos los campos ha dicho lo que no hay que decir nunca". Bien dicho, Fran. Un tonto. No un nazi ni nada parecido. Un tontín, un bobito. Uno solo, pero no uno solo de los que hay en el Wanda, no, sino uno de los que hay "en todos los campos". Repetimos: si existiera algo parecido al Frente Atlético, que por supuesto no existe, podría señalarse ese estadio en concreto como foco de muchos problemas, pero al no existir dicho Frente Atlético la cosa es eso, algo común a todos los estadios, en cuyos alrededores si no acaba de vez en cuando alguien en el río será sólo por la ausencia del mismo en la ciudad que corresponda, y donde si no se cuelgan del puente muñecos de Vinícius será porque en esa ciudad en concreto no hay puentes, o no hay cuerdas, o no hay sex-shops para adquirir el muñeco correspondiente. Fue un loco aislado que no forma parte de ningún problema focal en ese estadio. El propio Fran Guillén lo repitió después en Twitter.

Ahí lo tenéis. "EL" cretino. Es uno, sólo uno. Es un hecho aislado, aisladísimo, requeteaislado. Como la policía sólo ha identificado a uno, sólo hay uno. Nadie más. Nobody. No-one. Marca se ocupa muchísimo en recalcar también, como Fran Guillén, lo absolutamente anómalo y atípico del incidente. Tal cosa no sucede porque Fran Guillén ni Marca, libres, libérrimos, tengan ningún acuerdo explícito o tácito con Gil Marín y/o con Tebas para minimizar la importancia del problema. No, no, no, no y mil veces no.

"La policía ha identificado al ÚNICO responsable". No es que sólo hayan identificado a uno sino que era ese, uno, no más, os lo dice Marca, os lo dice Fran, "EL cretino" (estamos citando a Fran, no definiéndolo). Nada, identificado el culpable, no busquéis más, ni ayer, ni anteayer, ni mañana, ni pasado mañana, es este señor, no hay más, este señor que está "en todos los campos". El Cholo Simeone tiene clarísimo también que no hay por qué mirar con la menor suspicacia al Wanda y a su inexistente (porque no existe, todo el mundo lo sabe) Frente Atlético. Esto es una cosa sociológica y nada más, te lo explica el Profesor Cholo, ríete tú de Amando de Miguel.

En fin, amigos. Que aquí no ha pasado nada. Las portadas de As y Marca dedican un pequeño espacio a los gritos racistas contra Nico Williams.

Y hoy queremos acabar con la excepción positiva. Aquí no venimos solo a censurar. Si un periodista inequívocamente atlético como Iñako Díaz-Guerra tiene la valentía y la honestidad intelectual de contar en un par de tuits precisa y exactamente lo que está pasando de verdad, no vemos por qué otros de la misma respetable filiación no pueden hacer lo mismo.

No le va a venir ir bien a Iñako que le felicitemos. Sus fans no se lo van a perdonar. Lo sentimos, Iñako, pero enhorabuena.

Pasad un buen día.