Sopa de ganso

Es de conocimiento general que la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte, lo que casi obliga a que la parte contratante de la segunda parte sea considerada como la parte contratante de la segunda parte. Todo ello si es que llega a haber dos partes contratantes, cosa que, según lo visto ayer -un 31 de agosto muy marxiano- no es tan fácil como pudiera parecer en un principio. La ocasión, por tanto, la pintan calva -tal vez la calva de aquel anciano que era perseguido a cámara acelerada en cada emisión de Benny Hill- para nuestra prensa deportiva, hoy más encantada, si cabe, de haberse conocido, eufórica de haber pillado al Madrid en un renuncio. Hoy la realidad parece acomodarse mejor a la horma que forjan a diario con tanto afán nuestros periódicos, y entendemos que tal rareza sea exprimida al máximo. Hoy no hace falta pedir más madera, porque acaso la loca historia de la más loca negociación -que podría decir Mel Brooks- ya ha dejado talados todos los árboles suficientes para el fuego.

Se parecen mucho las portadas de la prensa madrileña en su explícita dureza contra el Madrid y también en la ausencia de mención alguna a la posibilidad de que el Manchester haya colaborado de algún modo en este despropósito. Tal caso no sería excusa alguna que salvara al Madrid del esperpento, pero sí matizaría el asunto, completaría nuestro conocimiento del mismo y contribuiría a ampliar el foco de la noticia para poder valorarla con mayor ponderación. De todos modos, por lo que nos va dictando la experiencia de este Portanálisis, entendemos que matizar, completar conocimientos y ponderar son solo virtudes teóricas de los manuales de periodismo y no del ejercicio diario de la profesión, tan desligada en muchos casos de lo que un día se impartió en la facultad, si es que, en el mejor de los casos, hubo tal facultad de por medio.

La diferencia que separa hoy a Marca de As es pequeña pero significativa. Mientras los de la hernia hablan de ridículo (no sin razón), los amigos de la ouija salivan con un titular que personifica esta broma pesada en la figura de Florentino. Seguro que el presidente del Madrid es parte muy responsable de esta verbena de fin de verano, seguro que -aunque aún nos falten datos- no acabamos de entender ni el principio, ni el desarrollo, ni  por supuesto el aparente final de esta operación abortada, pero sobre todo nos hacemos cargo de que pocas ocasiones tan ideales se ha encontrado Relaño de desatar su fino análisis (?), así que hoy le dejamos jugar con su juguete preferido todo lo que quiera. Nosotros también tenemos nuestro corazoncito y nos dolería demasiado privar al afamado periodista de tal celebración, aunque seguro que entenderán que sus fiestas son nuestros velatorios.

Por lo demás, por obra del diseño gráfico, hay una turbia semejanza entre ambas portadas madrileñas. Hay una presencia ominosa que planea en el espacio, una sombra de ciprés en forma de un sonriente y oxigenado Iker Casillas, que parece observar la escena con regocijo, como quien idea nuevos planes malévolos mientras acaricia un gato negro. Por supuesto, esta asociación de ideas es tramposa, ya que la noticia de Iker no tiene nada que ver con el asunto De Gea-Keylor, pero ya se sabe que los chicos de la prensa no dan puntada sin hilo, y saben bien connotar más que denotar, traer a colación lo que no se trae por sí mismo, recontextualizar (descontextualizar) a conciencia, y en definitiva, crear, queridos galernautas, crear. Qué arte. Ejem.

Tampoco Sport pierde ocasión de centrar su portada en los males del máximo rival, más o menos como suelen hacer las vecinas chismosas que no paran de ver la paja en el ojo ajeno pero jamás la viga en el propio. "Ridículo del Madrid", dicen. Muy bien, encajamos el golpe y no negamos la mayor, pero permítannos recordar las imputaciones judiciales de los dirigentes blaugranas, la sanción que impide fichar a corto plazo a su més que un club, los problemas de Messi con Hacienda (es un eufemismo), los líos con el contrato de Neymar (otro eufemismo)... Cosas todas ellas que no queremos argüir para cubrirnos con el siempre falaz "y tú más", pero que traemos aquí porque no parecieron merecer calificativos tan duros como el que hoy hace coincidir a Sport con Marca, con la salvedad de que el diario catalán es el único de los cuatro medios aquí analizados -asombroso punto para Sport- que habla explícitamente del Manchester como posible responsable final (que no responsable absoluto) de que no llegaran a tiempo los papeles a la Federación. Toda vecina intrigante también tiene su corazoncito.

Menos mal que está Mundo Deportivo para abrir las ventanas y airear la casa. Menos mal que su portada de hoy es imprimible, recordable y todos los "ables" que ustedes quieran (no sabemos si abominable incluido). Una gozada, un lujo de influencias cinéfilas, una cutrez de altura. "Los intocables de Lucho", dice el titular de Mundo Deportivo, mientras Eliot Ness se agita en su tumba y Kevin Costner -a quien echamos de menos- debería estar acusando recibo de este simpar homenaje y, si procede, interponer una demanda contra el buen gusto. Son Mascherano, Suárez y Messi estos intocables, y francamente esperamos que los tres guarden alguna foto más favorecedora que enseñarle a sus seres queridos, con mención especial para los morritos a lo Jagger del defensa argentino y, ya fuera de serie, al mohín un tanto "padrinesco" con el que se nos presenta Luis Enrique (A.K.A. Lucho). Ya decíamos antes que esto de las portadas deportivas es más arte que periodismo, y creemos que ahora queda confirmada esta tesis hasta el extremo. Por supuesto, más allá del extremo solo queda la caída libre.