Creo que hoy, según parece, se reúne la comisión de no sé quién compuesta por no sé cuántos para estudiar no sé qué cosa. Pero sin dignidad, ni comisión ni nación. La respuesta a la pregunta (retórica, claro) de por qué el Real Madrid no cedió el estadio Santiago Bernabéu para la final de Copa se encuentra precisamente en la foto fija del palco de deshonor del Camp Nou. Hay más carácter en la uña del dedo meñique del pie derecho de uno sólo de los guerreros de terracota de Xian que en todo ese palco compuesto por hombres aparentemente vivos. Si el Real Madrid, que lleva más de cien años paseando la bandera de España por el mundo, no cedió ni volverá a ceder en el futuro su campo es para impedir, por ejemplo, que Arturo Mas se ría de nosotros en nuestras mismas barbas; que se ría, sí, ya que se lo consienten, pero a quinientos kilómetros de distancia. Ahora bien, en una cosa sí estoy de acuerdo con el presidente de la Generalidad: ¿Para qué se reúne hoy, más de veinticuatro horas después de perpetrado el bochorno, la comisión de no sé quién compuesta por no sé cuántos para estudiar no sé qué cosa? ¿Es que no tienen, al menos, sentido del ridículo?... Es otra pregunta retórica, claro.
¿Qué hacía el ministro de Educación, Cultura y Deportes del Reino de España en ese palco? ¿Y el presidente de la federación del Reino de España de fútbol? ¿Y el presidente del Comité Olímpico del Reino de España? ¿Y el seleccionador nacional de fútbol del Reino de España?... Es más: ¿Qué hacía Su Majestad el Rey de España en ese palco después del bochornoso akelarre independentista? ¿No se dan cuenta de que los españoles necesitamos ejemplaridad por su parte?... De acuerdo, pongamos por caso que lo sucedido el sábado por la tarde tiene que ver con el sacrosanto derecho a la libertad de expresión: ¿No estaría expresándose en libertad, por ejemplo, el ministro Wert yéndose del palco tras asistir a la humillación del país al que dice representar? ¿Y no se habría ganado nuestro respeto eterno y nuestro cariño innegociable Su Majestad si, tras el oprobio, hubiera decidido él mismo retirarse del palco tras semejante ofensa?
De Villar, Del Bosque y Sánchez Arminio, que también andaban por allí, poco puede esperarse ya a estas alturas de la película. Advierto a los lectores de La Galerna no nacidos en territorio nacional español que si cualquiera de los tres individuos anteriormente citados dicen que me representan están mintiendo. No me representan, no señor, no tienen categoría para ello. En realidad, y ya metidos en faena, jamás he sabido qué representan. Es posible que sólo se hayan representado desde el principio a ellos mismos. El más digno de ese palco fue Florentino Pérez, que no estuvo. El más digno de ese palco de figuras de terracota fue el presidente del Real Madrid, que sí es consciente de las personas a las que representa. Pérez sabía perfectamente que los socios y aficionados del Real Madrid nunca entenderían que su máximo representante cediera a las presiones y acabara prestando el templo del fútbol mundial para que unos cuantos groupies se dedicaran a insultar a España con el beneplácito de nuestras instituciones. La cama para ese ménage à trois de indignidad que la ponga otro. Si yo hubiera sido Rey simplemente me habría largado del palco.
Chapo Don Juanma, muchos no entendemos como es posible que el Rey aguantara semejante ofensa, habrá quien diga que en el salario lo lleva incluido pero estoy seguro que visto lo visto si tras una breve despedida de los compañeros en el palco les dice "adiós muy buenas" se hubiera ganado el respaldo y el respeto de gran parte de los españoles.
Ahora mismo me parece un muñeco de paja.
Buenas tardes.
Me imagino que si los ciudadanos de Cataluña sintiesen un odio feroz e irracional, por ejemplo, hacia la República Argentina, se abstendrían de manifestarlo con regocijo y algarabía desenfrenadas en presencia de su ídolo Messi, aunque sólo sea por no enfadarlo. Deduzco por tanto que hacia el resto de españoles no les produce el menor arrobo mostrar cuánto nos desprecian (nada nuevo), aunque si ese desapego se tornase recíproco daría lugar a un nuevo motivo para sentirse oprimidos, maltratados o no comprendidos en su singularidad.
Supongo que tampoco les deben de preocupar demasiado los sentimientos de su entrenador asturiano, su próximo capitán manchego o su extremo canario. Pero estos valientes andan calladitos, no sé por temor a qué.
Pues yo creo, mi querido Juanma, que justamente lo que pretenden quienes pitan, es que el Rey y todo el mundo de la representatividad "española" se vaya. Es justamente eso lo que quieren, por ello no hay que dejarse vencer por su chantaje ni dejarles que se salgan con la suya. Los que sí tienen que irse de la Copa del Rey son los clubes que no sólo no quieren al Rey, sino ya, -y eso es para mí lo más importante- a España. Si yo fuera Rey, al día siguiente de la pitada (en pleno domingo) estaría hablando con los dirigentes y máximos responsables del deporte, el fútbol y los clubes deportivos de este país para que, el año que viene, todo club que favorezca y consienta los pitos o insultos a cualquier símbolo patrio, deje de participar en la Copa del Rey, y así evitarle el disgusto de tener que escuchar el himno de España en sus estadios.
O el Rey retira su nombre de una competición politizada o no deja participar a quienes la politizan. Los presidentes de las federaciones regionales son ciegos o están tan aferrados a su poltrona que le votan para que
nada cambie. Estoy demasiado enfadado. Sabeis lo que hay que hacer. A que esperáis? ?.