Si hay que trolar, se trola

Lo venimos anunciando desde hace ya algunos días en estos portanálisis estivales: alguien miente (como siempre). Pero no sólo eso. Estamos ante una ancestral tradición, venerada por todo pope de la prensa deportiva cañí que se precie; la trola, el cuento, el embuste, y, en definitiva, la serpiente de verano que se convierte en anaconda.

En ocasiones, incluso, cuando el lector se quiere dar cuenta resulta que ya está coloreado de morado-asfixia con un inmenso y grueso ofidio enroscado.

Se hace ahora, se hará mañana y se volverá a hacer siempre, en aras de colocar un diario camino de la playa de Matalascañas con una neverita, el tupper de tortilla, la sillita de verano y la suegra. Si hay que trolar, se trola bien pudiera ser en el mañana el título de una ponencia de un Master del Universo cualquiera acerca de eso que se ha dado a llamar periodismo deportivo, ente, a la postre, mucho más deportista que periodístico.

Siguiendo esta máxima, encontramos a Marquinhos y Thiago Silva, entre otros, fichando y jugando por el Barcelona desde el Periodo Cretácico Superior. Si, cual Hansel y Gretel, seguimos el rastro de miguitas encontraremos a un imberbe Benzema suspirando por pasear en la rambla, a la abuela de Robben vetando su fichaje por el Madrid o, incluso, a Zidane a tiro del Barça. Del susto se le debió caer el pelo.

Así que, pasando de puntillas acerca del Caso Ceballos, cuyo desenlace conoceremos próximamente y asunto sobre el que nuestros amics ya han empezado a recular en previsión de deglutir sin sal una nueva primera plana tendenciosa; la última gran trola a destacar en el portanálisis galernauta tiene que ver con Theo Hernández.

Ya ven ustedes. Teo fue en tren, Teo fue en barco, Teo cuidó a su hermanita, Teo fue a la escuela… incluso Teo fichó por el Barça, pero al parecer solo hay lío cuando Theo (con “h” intercalada) va al Madrid. Tanto que, por si acaso, Sport troló en su día un poquito o, como se dice ahora, fue intoxicado por una fuente. En tal caso dicha fuente podría ser Manolete.

Así las cosas, el fichaje del lateral francés formado en la Academia Colchonera no ha acabado de sentar bien al Wanda Panda FC que, despechado a través de un comunicado, ha subrayado por activa y por pasiva que Theo no llegó nunca a debutar con el primer equipo.

Efectivamente. Todo en orden.

Así es.

Igualito que Marco Reus. O Cavani.

De este modo mientras el madridismo se ilusiona con fichajes reales, al tiempo que suspira por el gran diamante del fútbol europeo, otros empeñan su entusiasmo en renovaciones millonarias.

Debemos aplaudir la integración de Messi en España en la medida en que, como cualquier mileurista patrio, y tal y como hemos leído en uno de los múltiples grupos de whatsapp en los que participamos, renueva su contrato cada seis meses.

Así como otros renuevan cuando toca, hoy se anuncia la octava renovación de Messi en trece años, lo que demuestra a todas luces cuánto quiere Leo a club que él mismo preside.

Tanto como 44 kilos anuales que se embolsará el menudo argentino por temporada tal y como este humilde portanalista escuchó ayer tarde en la radio.

No leerán al Arzobispo de Barcelona pronunciarse al respecto.

Ni tampoco verán a Verrati –Ni a Theo– aterrizando en Barcelona. Al Celta de la Uralita en un ataque de valors ya le quisieron birlar a Nolito.

Claro.

Es que ni tenían ni tienen un duro.

Se lo lleva todo Leo 2021.