—Gerard, sube al coche y vámonos, que llegamos tarde a la comida con los Messi. Me he tomado la libertad de coger el Twingo, sé que en el fondo te gusta más que el Ferrari, aunque tengas que subirte plegado como una silla de playa porque no cabes bien. Además, vamos al centro y allí es un infierno aparcar.
—¡Ya bajo, Shaki, estoy eligiendo reloj! —grita Piqué por la ventana del dormitorio de la vivienda conyugal ubicado en la primera planta de la vivienda—. ¿Me pongo el Rolex?
—¡Claramente el Casio, cari! Recuerda que vamos a comer en el 100 Montaditos, el Rolex es muy “ostentóreo”, que esto no es África.
Piqué se abrocha la correa de plástico negro del reloj mientras se echa un último vistazo en el espejo de cuerpo entero del vestidor. Se levanta el cuello de la cazadora y ensaya una vez más su mirada juguetona. Alza la ceja. Abrillanta la mirada. Se mola a sí mismo. Pst-pst, un poco de colonia Chispas y listo para fardar otro día más.
—Venga, abróchate el cinturón, Gerard, que arrancamos. Ay, es una tortura esperarte, ja, ja, ja —le dice Shakira con voz de Moraleja Green y risa de pladur—. Por cierto, cari, ¿has escuchado la canción que le han dedicado DJ Barto y Gómez Ponti Bozalrrap a Messi?
—No, Shaki, con todo el lío que llevo encima no me he enterado del asunto. Por un lado tengo a Rubi, que me está llamando a todas horas para ver de qué manera podemos ganar más dinero con la Supercopa esa sin que llame mucho la atención. Y por el otro sabes que tengo a mi madre en el chalet de al lado, que la he puesto a pleitear con Hacienda a ver si me soluciona el marrón. Es una cosa de locos, los de la Agencia Tributaria pretenden que contribuya por los rendimientos del trabajo. ¡Si ya pago casi 300 euros al mes de autónomos! ¡Casi 300!
—Pues a ver si lo solucionas pronto, Gerard, que estos de Hacienda son capaces de quitarnos lo del Ingreso Mínimo Vital. Bueno, a lo que iba, resulta que el expresidente Bartomeu y un tal Gómez Ponti, que al parecer era el jefe de los abogados del Barça, seguro que te suena, están despechados tras salir del club y han grabado una canción en la que se despachan a gusto contra Leo. ¿Te lo puedes creer? Qué poca clase. Pon la canción en el Spoti, anda, cari, que yo voy al volante y como me despiste acabamos en Motril.
—Siri, pon la canción de Barto y Ponti a Messi.
El radiocassette con carátula extraíble del Twingo que conduce Shakira no conecta con el iPhone de Piqué, hay mucha diferencia de edad entre ambos, por lo que la canción empieza a reproducirse en un altavoz bluetooth con forma de loba aullando que Piqué lleva en el regazo. Gerard se da con las rodillas in the guánter del Twingo y sube el volumen retorciéndole la oreja a la loba.
Perdón, ya os dejamos el marrón, no volvemos a la directiva, no queremos otra decepción.
Tanto que te las das de campeón y, cuando te necesitaba el club, diste tu peor versión.
Cambiaste a Pavarotti por un jeque. Cambiaste fuet por baguette. Vas forrado, dale despacio, enano hormonado.
Nos dejaste a Busquets y Jordi Alba, con la prensa en la puerta y la deuda con Hacienda.
Tienes nombre de hormona buena, pero claramente no es como juegas.
Me dijiste: presi, bájale el sueldo a los demás, pero a Luis y a mí no nos toques na’.
Un Nobita como yo no está pa’ tipos como tú. Pa’ tipos como tú.
—Bueno, Shaki, a ver, yo no veo la cosa tan clara, no sé si se refieren a Messi, ¿quién no conoce a un enano hormonado?
—Ay, de verdad, no te enteras ni del NO-DO, Gerard. Mucho gimnasio, pero tienes que trabajar el cerebro un poquito también.
—Es que eres una malpensada, no se puede ir así por la vida, Shakira. Igual que las madrugadas que salgo sin ti y llego con chupetones en cuello e ingles, tú hasta me has llegado a acusar de haber estado con otra, cuando sabes que yo nunca he estado con otra ni voy a estar más, lo único que ocurre es que Rubi es muy fogoso, y cada vez que le hago ganar otro millón de euros se pone muy cariñoso, como era pobre, no está acostumbrado a la vida de la burguesía catalana y se ilusiona con la calderilla.
—¡¿Pero se puede saber qué dices, Gerard Piqué Bernabéu?!
—O aquella vez que salí en el interné hablando con Ibai y en la imagen se veía conmigo a una chica muy mona que vivía en Barcelona. Nos vimos tres o cuatro veces, pero no por toda la ciudad, sino en el bar de copas en el que ella trabajaba. Yo lo único que hice fue ofrecerle un puesto en mi empresa Kosmos, porque las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan. Pero te prometo que no tuvo nada que ver que lo pasáramos muy bien en la cama, eso es algo secundario.
—Rata inmunda, animal rastrero, escoria de la vida, adefesio mal hecho, waka, waka, eh, eh.
Getty Images.
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