El hombre que quiere ser Sergio Ramos

Buenos días. Varias cosas sucedieron ayer, demasiadas incluso para estar como estamos aún en la salida del parón. Pero solo una nos importa de verdad, y no es precisamente positiva. Hablamos de Sergio Ramos, por supuesto. De hecho, nos sorprende que su lesión no sea el argumento principal, como mínimo, de las dos portadas madrileñas, que optan por -respectivamente- el cotilleo con Haaland y la Final de Copa de mañana como ejes.

Tanto As como Marca recogen la lesión del camero, pero otorgándole un espacio que no está en consonancia ni con el cataclismo que este infortunio supone para el Real Madrid, ni mucho menos con el impacto y la polémica que este suceso ha generado en las redes sociales. Vuelve el periodismo deportivo a ir por su cuenta y riesgo, sin reflejar la preocupación real del aficionado, o no al menos la del aficionado del Real Madrid. Están en su derecho. Cada uno asigna sus prioridades informativas como desea, y esto es justamente lo deseable. Si As y Marca deciden estar a años luz de lo que concierne al madridismo, que lo estén, pero que luego no se extrañen de que el aficionado vikingo les dé la espalda.

A La Galerna, por supuesto, lo que le concierne es la lesión de Ramos, que le tendrá apartado para los once decisivos días que empiezan mañana y terminan en Anfield, con nada menos que el Barça de por medio. Como explicaba ayer Jesús Bengoechea en este vídeo de nuestro canal de YouTube, el caudal inexplicable e indignante de lesiones que viene sufriendo el Madrid (50 llevamos ya) puede conducirnos a la triste conclusión de que se habría roto igual entrenando en Valdebebas, pero sucede que no fue así.

Sucede que se rompió con la selección, y que lo hizo después de una extraña conducta de ires y venires en lo relativo a sus posibilidades de jugar. Recuperado ante el Atleti, tuvo descanso ante el Celta, jugó un tiempo ante Grecia, descansó ante Georgia y jugó cinco fatídicos minutos ante Kosovo. Esta errática trayectoria hace pensar que Sergio no se encontraba totalmente recuperado tras su operación, lo que habría aconsejado un temprano retorno a Madrid y no una continuidad con los de Luis Enrique. Esos cinco minutos jugados ante Kosovo suenen a frivolidad, y a una frivolidad que ahora pagan caro tanto él como el club que le paga. Si no estaba bien no debió jugar nada, ni entrenar a las once de la noche para romperse. Nada de eso debió haber sucedido. Es así de simple, y también, inevitablemente, así de decepcionante de cara al madridismo que le idolatra(¿ba?).

Sucede que a veces Sergio Ramos quiere demasiado ser Sergio Ramos. A veces, un hombre célebre debe resguardarse un poco de todos los clichés que le rodean, en lugar de profundizar en ellos. El gigante de Camas, el baterécords, quiso ser Sergio Ramos por encima de sus posibilidades, y el afán por pulverizar un registro de internacionalidades admirable le condujo claramente a deslizarse por la pendiente de la imprudencia. Lo ha dicho hasta Alfredo Relaño. Toni Kroos llegó tocado a la convocatoria de Alemania, donde los médicos constataron que, por precaución, lo deseable era que Toni volviese a Madrid para finalizar su recuperación. Todo hace indicar (visto desde fuera, pero con los datos ya expuestos en la mano) que con Sergio se debió obrar igual. El contraste está servido.

Deseamos una pronta recuperación a Sergio. Que descanse, rumiando la amargura del enorme “ya te vale” que el madridismo de las redes sociales le dedicó ayer. Todos le queremos mucho. Nos ha hecho inmensamente felices. Ahora toca reflexionar, con la tranquilidad de saber (a pesar de algunos pesares, por ser Sergio Ramos pero también a pesar de serlo) que tiene encima de la mesa -y seguirá teniendo- una oferta de renovación que cada día se entiende menos por qué no acepta. A la luz de los últimos acontecimientos, ya no es que no se entienda, sino que algunas cosas claman al cielo.

La prensa cataculé se enreda en el tour del padre de Haaland y Raiola por Barcelona y Madrid. Pocas conclusiones serias cabe sacar de este periplo. La visita a Valdebebas era para conocer las instalaciones del Madrid. Florentino no se vio con ellos, celoso de salvaguardia su relación con el presidente del Dortmund, lo que constituye su principal activo de cara a fichar al noruego.

Sí se vieron en cambio con Laporta. Un conocido tuitero insider contaba ayer noche que, en dicha reunión, Laporta pidió a Raiola incluir en la operación (?) a Emerson y Riqui, sin que Raiola ni el padre de Haaland tuvieran la más remota idea de quiénes son esos dos.

Deseamos tan fuertemente que esta anécdota sea verdad que nos duelen las deseaderas.

Pasad un buen Viernes Santo. Mañana no hay portadas, creemos, por lo que es posible que mañana descansemos nosotros también. Si nos dejáis, que sois muy pesados.