El nopanenka de Sergio Ramos

Buenos días. Estamos un poco más cerca, o bastante más cerca si uno quiere dar cancha al optimismo. Cuatro puntos más gol average. Eso es poner tierra por medio . Eso es encarar la recta final (cinco partidos, quince puntos) con viento de cola y la sensación de que pocas cosas pueden separar al equipo de la Liga 34. En un partido malo en el aspecto ofensivo, en el que el Madrid estuvo maniatado por la presión asfixiante del Getafe, los de Zidane se las apañaron sin embargo para hacer valer su rocosa solvencia defensiva (enorme Courtois) y una jugada en la que Carvajal forzó con habilidad un penalti que transformó Sergio Ramos. “Lanzados hacía el título”, reza Marca. Y no podemos sino darles la razón, o al menos afirmar sin temor a equivocarnos que todo depende única y exclusivamente de nosotros.

El partido fue, como decimos, un atolladero, una escaramuza bajo un risco serrano, una partida agónica de bandoleros. Leed a Andrés Torres (crónica y notas) y la valoración arbitral de Alberto Cosín si queréis más detalles. Todo lo resolvió en el tramo final un pase majestuoso de Benzema a Carvajal, y el penalti sobre este lo ejecutó Ramos con la infalibilidad que ya se le supone. No hizo un panenka para que no se diga que copió a Messi, quien como es sabido inventó frente al Atleti el lanzamiento a lo Panenka. ¿Y Panenka qué inventó entonces?, os preguntaréis. El arroz a la cubana, tal vez. O la penicilina, pues no en vano las hordas callejeras han dictaminado ahora que Fleming fue en cambio un asesino. Pero no el penalti erróneamente llamado “a lo Panenka”. El penalti erróneamente llamado “a lo Panenka” lo inventó Messi ante el Atleti, botarates. Ningún mérito pues para el futbolista checo ni mucho menos para Sergio Ramos, aunque haya marcado ya más penaltis a lo Panenka que Panenka y Messi juntos.

Ayer, como decimos, Sergio se decantó en cambio por un nopanenka para que nadie pensara que trataba de enmendarle la plana a quien por supuesto ostenta el copyright, que es el astro argentino, creador asimismo de todo el cielo y la tierra y parte de la China Verde. Sergio lanzó normal, normal al menos en él, es decir: gol. Sí no nos fallan las cuentas, Sergio no falla un penalti con la blanca desde aquel cohete espacial que encontró la órbita de Júpiter en lugar de la portería del Bayern, y pese a las muchas reticencias iniciales de mucha gente se ha ganado sobradamente la confianza de todo el mundo como el lanzapenaltis oficial de la plantilla. Y que siga la racha. Como atinadamente plantea As, en armonía con la foto de portada, la Liga está en la punta de los dedos, con permiso de Messi, también, que inventó las ligas y probablemente los dedos. Pero no nos metamos más con Messi. Ante el Atleti tiró muy bien su penalti a lo Ramos.

Quienes no tienen armonía ni paz interior ni nada que se le parezca son los de siempre, claro, los que no desaprovechan la ocasión para hablar de penaltis inventados, como si el penalti inventado no lo hubieran patentado también Messi y los suyos, esos cuyo entorno patentó hace tiempo la desvergüenza. “Escándalo: penalti de Carvajal sin pitar”. De igual modo que el penalti a lo Panenka no lo inventó Panenka sino Messi, el escándalo no lo descubrió Raphael sino Mundo Deportivo, que en su esquina superior derecha, en negro riguroso como mandan los cánones de sus historias para no dormir, viene hoy con no sabemos qué mandangas de un penalti cometido por Carvajal. A Carvajal lo ideó Messi también, tal vez, ahora que lo pensamos, y a Ramos y a Benzema y a Zidane y a Cole Porter y el aperitivo de los domingos.

Si Dios (no Messi, el otro) quiere, el Madrid va a celebrar una Liga que habrá ganado en medio del más sonoro ridículo por parte de sus rivales. El mayor de su historia, y ya es decir.

Pasad un buen día.