Ayer Sergio Ramos anotó su gol número cien con el Real Madrid. Resulta un dato absolutamente abrumador en un defensa que sólo lleva dos temporadas chutando penaltis y algunas faltas. Probablemente no haya habido otro defensa en la historia con esa facilidad para batir el marco rival. Su gol número cien se pareció mucho a alguno de los noventa y nueve anteriores: centro de Kroos al primer palo, Sergio se adelanta al defensor y la pone en el segundo. Seguramente lo volveremos a ver.
El caso es que la importancia de Sergio Ramos para el Real Madrid queda patente hasta cuándo juega mal. Porque sí, ayer Ramos fue superado por un Lautaro que lo volvió loco. Los goles recibidos tienen en común que el camero trató de anticipar dejando descubierta su espalda. La pérdida de esos dos duelos derivó en ocasiones manifiestas para un Inter que trabaja muy bien esas situaciones. Fueron dos errores que pudieron salir caros, pero sin embargo al Madrid siempre le sale a cuenta tener a su capitán en el campo. Si uno repasa los últimos partidos en Europa sin Ramos en la alineación comprobará la cantidad de desastres concatenados que se han dado. Los últimos han sido Shakhtar, City, Ajax, CSKA, París o incluso la remontada inconclusa de la Juve. Por eso Ramos debe estar, aunque su enorme personalidad a veces le lleve a equivocarse como ayer.
Si uno repasa los últimos partidos en Europa sin Ramos en la alineación comprobará la cantidad de desastres concatenados que se han dado
Mucho se empieza a hablar de la renovación de Ramos, que acaba contrato en 2021. Ambas partes están condenadas a entenderse puesto que los deseos coinciden en la continuidad del defensa andaluz. Florentino Pérez y Sergio Ramos siempre han arreglado estas cosas personalmente y pocas dudas me caben de que volverá a ser así. El Madrid sabrá valorar la importancia y trayectoria de su capitán y quizá deberá comprometer más años de los normalmente estipulados para un jugador de 34 años; Sergio deberá entender la coyuntura económica y quizá flexibilizar sus exigencias. Pero se arreglará porque ambos se necesitan y quieren.
Mientras tanto el Madrid deberá valorar lo que necesitará su plantilla cuando Sergio Ramos deje de ser eterno. La dependencia tan excesiva hacia un jugador de 34 años no es la mejor receta pese a que él mismo sea un superdotado a nivel físico y profesional. Algo tendrá que buscar el Madrid ahí porque, además, todos sabemos que Varane es menos Varane sin Sergio a su lado, Nacho termina contrato y Militao no acaba de responder a la expectativas, de una manera suficientemente clara, al menos, como para imaginarlo como pareja del francés. El mercado ofrecerá este verano alternativas como Jules Koundé, Dayot Upamecano o el, más veterano, David Alaba. Muchas decisiones que tomar por parte del club.
No termina de convencerme Alba. Sería una oportunidad de mercado porque saldría gratis del Bayern (prima de fichaje al margen), y sus 28 años no suponen un inconveniente para su contratación.
Pero de todos los señalados en el artículo, yo apostaría por el "sevillano" Koundé. Aunque precisamente por ser "sevillano" no nos lo iban poner barato precisamente.
Koundé o Diego Carlos.
Militao no me parece un jugador top.