Cada cierto tiempo, las conversaciones sobre si Sergio Llull se irá o no a la NBA suelen venir acompañadas de la utilidad de su posible fichaje por los Houston Rockets. Es primavera y, desde hace unas cuantas ya, la misma pregunta se cierne sobre el escolta del Real Madrid: ¿cruzará el charco este verano? Una cuestión que lleva adosada, en muchas ocasiones, una sentencia rotunda: “Total, para chupar banquillo, que se quede aquí”.
Ahora que estamos a vueltas con el MVP de la Liga Endesa y tras las portentosas actuaciones de la criatura en los cuartos de final de la Euroliga, con un par de encuentros en la capital en los que demostró que él solo puede ganar grandes partidos, ha quedado más claro que sí, que Llull gozaría de cierto impacto en la NBA.
Nadie puede predecir el futuro, pero con elementos sobre la mesa es mucho más sencillo pronosticar qué pasará en el tiempo que viene. Y esos elementos, en el potencial caso de un Llull en la NBA, distan mucho de condenar al balear al banquillo de los Rockets noche tras noche. Ahora mismo, a este nivel, Llull tendría en su mano mucho más que los llamados minutos de la basura en casi cualquier franquicia de la NBA. Y por supuesto, en una de nivel medio-alto y aspiraciones de estar en playoffs siempre, Llull gozaría de protagonismo.
¿Por qué? A nadie que siga las evoluciones del jugador del Real Madrid se le escapa que está en la madurez de su carrera deportiva y que, por momentos, domina los partidos domésticos y continentales de tal manera, con tanta superioridad, que no es descabellado decir que estamos ante el mejor jugador que tiene el Viejo Continente en la actualidad. Al menos, en su puesto sí lo es. Y si quieren hilar más fino y establecer comparaciones con otras grandes figuras (pongan aquí el nombre que deseen) diré que si no el mejor, que también, sí el más determinante.
Llull es un ‘Clutch Player’, un jugador de esos capaces de decidir partidos y partidos con un último tiro, con una última acción providencial. Como ese talento no es puntual, sino que lo hemos visto repetido a lo largo de los años, esa etiqueta le viene perfecta al dorsal 23 del Madrid. Precisamente ese tipo de etiqueta gusta mucho en la NBA, hace que un jugador marque la diferencia, se gane el respeto y, concretamente en los Rockets, provoca que la franquicia de Houston beba los vientos por Llull.
Llull es capaz de decidir partidos con un último tiro, una última acción providencial
“En la NBA hay equipos que ganan sólo 20 partidos por temporada”, declaraba Llull hace unos meses sobre el ritmo de las franquicias y la posibilidad de caer en una que tenga las derrotas como santo y seña. Él, que es un ganador, no concebiría perder 60 partidos por curso. Sin embargo, esa realidad no se daría en estos Rockets, nunca con James Harden y un equipo armado alrededor de él. Obviamente, Llull no sería el protagonista de Houston, algo que sin duda pesa mucho en su decisión de permanecer en el Madrid, pero eso no supone que el escolta merengue no fuera a tener presencia en la rotación.
Desde el banquillo, Llull se podía convertir en un estupendo sexto hombre, en un complemento de Harden, y no exclusivamente en su recambio. Su dominio del bote, sus cambios de ritmo, su potente tren inferior, su fuerza para el 1x1 y para ir hacia el aro, su brutal primer paso, su gran acierto en el tiro, su rapidez y su compresión del juego, le colocan como una pieza de mucho valor al otro lado del Atlántico. Y unido a ello, su figura. Llull es de esos jugadores que ‘vende’, que tiene aura detrás, que puede ser icónico, algo nada despreciable para un mercado como el de la NBA.
Definitivamente, Llull tendría hueco en cualquiera de las 30 franquicias. Definitivamente, el suyo sería un rol importante en la mayoría de ellas. Un hombre de 15-20 minutos por noche, una pieza que ya es valorada en los Estados Unidos como merece. Allí saben de qué va el negocio y en el caso concreto de Llull, no pasa por ficharle para que amase minutos en el banquillo. Él está para mucho más. Otra cosa es que quiera. Y no parece, por fortuna para el Real Madrid y para todos los que le vemos semanalmente en directo, que ahora mismo esté en sus planes un viaje de tales dimensiones. Pero no, Llull no sería un cualquiera en la NBA.
te has quedado agustito, no? por que no metes también a Doncil... Claro que tienen un futuro en el Real Madrid y en la NBA... no hace falta este artículo de resaca después de las vacaciones... estamos a 6 de mayo ya ... las vacaciones terminaron hace días y el puente TAMBIÉN ... ah, y todo sin acritud y desde la admiración, pero, hoy ...