Hay mucho ruido ahí fuera, pero en las horas previas a este choque decisivo os nutrís del silencio de vuestra determinación. Hay mucha grosería ahí fuera, pero en la corriente interna de vuestro afán solo reina el idealismo. Hay mucha palabrería barata en el exterior, pero nada que juegue en detrimento de vuestra íntima sed de gloria.
Os rodea lo zafio, la manipulación, la hipocresía de quienes se fingen agredidos cuando por acción u omisión, o por simple ingenuidad bienintencionada, forman parte de la agresión más vieja del mundo: la envidia, el insulto, el mal gusto, la violencia plástica, la profanación del nombre de vuestros muertos y la apropiación de valores que son de todos pero sobre todo vuestros, porque nadie los ha honrado tanto y tan certeramente ayer, hoy y siempre. Pero nada de esto turba ni por un instante la calma que precede a la tormenta, la tensión paradójicamente imbuida de paz, el hambre de justicia que anida en vuestros pechos.
Ahí fuera es posible que se estén afilando botas respondiendo al llamado de nicknames turbios. También es posible que no, pero nadie ha salido a desmentirlo y sabéis que es una opción, la opción más vieja del mundo también: la de morir matando (son términos preocupantemente graves que ellos mismos usan, queremos pensar que a la ligera) y dejar herida la cita definitiva desde su antesala. Ahí fuera hablan de no dejar de creer, pero no sabemos exactamente en qué y eso sería inquietante si no fuese porque nada os inquieta ahora, cuando el frescor de la hierba ya acaricia vuestra garganta con un apunte de peligro, sí, pero otro aún más notorio de conquista. Son muchas conquistas ya las que jalonan vuestro camino, pero cada nuevo propósito acarrea las mismas dosis de honor y eso (precisamente eso) es lo que no pueden entender: que la gloria os asiste de corrido pero cada vez es -como para ellos- la primera vez. El no conocerla no les brinda más derecho que vosotros a la tierra prometida, por cuanto cada vez que uno la visita se convierte instantáneamente en la primera vez que lo hace.
No os vamos a pedir que estéis a la altura porque sabemos que así será. Si acaso, os solicitamos un excedente de voluntad lapidaria: lo infame, la desfachatez, la intimidación han alcanzado esta vez cotas especialmente denigrantes. Vosotros sabéis qué hacer al respecto, con fútbol y nada más que con él.
Que ganen los buenos, en todos los sentidos. Es todo lo que os pedimos.
Vamos.
El ambiente se ha caldeado hasta límites inaceptables por parte de aquellos que, si pasa algo, se darán golpes de pecho y llorarán como plañideras.
Afición y jugadores del Atleti deslizan mensajes en los que se cuelan palabras como "sangre" o "moriríais por nosotros". Esperemos que no pase nada.
Los jugadores del Real Madrid deben tener la cabeza fría... y el árbitro también.
si hay un equipo acostumbrado a los ambientes mas hostiles creados interesadamente, ese, ese es el GLORIOSO REAL MADRID ... ni infiernos turcos, ni toda Baviera ardiendo... Hoy estará el Real Madrid en el Calderón, y se presentará a las 20,45 ante el trío arbitral... todo lo demás? cosas de los culés y anti madridistas varios... Hala Madrid, nos vemos el 3 de junio en Cardiff visitando su famoso castillo antes del partido...
Enorme arenga
A falta de argumentos futbolísticos emplean estos
Frente a todos estos al Madrid solo le vale ganar, luchando, hasta el final, luchar y ganar. Es lo que más les puede doler y lo que más nos puede alegrar.
Lo bueno que tiene jugar en el Madrid es que sus jugadores ya están acostumbrados a los pitos y las broncas desde casa. Hasta el que va a ser máximo goleador histórico del club, con récord goleador para décadas, tiene que pasarse los partidos implorando que no lo insulten en su casa. Después va uno por esos campos de Dios y es como si estuviera en el Bernabéu o poco menos. Puede que por eso el Madrid, en el campo en el que peor juega de este mundo, sea en el suyo. El Calderón será un paseo.