Arbitró José María Sánchez Martínez del comité murciano. En el VAR estuvo Jaime Latre.
Volvió el lorquino al lugar del crimen donde hace un par de campañas hizo un arbitraje deleznable. Hoy no estuvo tan mal pero dejó detalles sibilinos, as usual en su persona.
Prometió su inicio amonestando a Raíllo. A los 15', cuando hizo tres faltas seguidas. Pero permitió las constantes interrupciones de los locales con faltas y recados tras soltar la bola un jugador del Madrid. ¿Advertencias? Ninguna.
En el 56' se reclamó penalti por mano de Raíllo pero venía precedida de un golpe en su cuerpo. Luego se comió una actuación cómica de Maffeo para señalar falta en un simple choque con Mendy. También hizo sonar su silbato de forma errónea en un robo de Tchouaméni en la salida de balón bermellona y que olía a jugada de mucho peligro. En el 81' pudo sacar la segunda a Raíllo por una falta a Camavinga que podía internarse en el área visitante. Para terminar, en la última jugada, dejó seguir la disputa aérea entre Lunin y Muriqi, pero lo cierto es que el kosovar tocó el balón con su brazo tras intervención anterior del portero ucraniano.
Sánchez Martínez, MUY DISCRETO.
Getty Images.
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