Samba sea la parte

Buenos días. Una cuestión preliminar, ajena a las portadas de hoy pero que trajimos a colación a cuenta de las portadas de ayer y había quedado pendiente para esta mañana.

Grande fue la severidad con que Alfredo Relaño afeó la conducta de Gareth Bale por, en muy común gesto de rabia, patear un banderín de córner tras marcar un gol en un partido liguero de la temporada pasada. Pedro, tras marcar el gol decisivo en la final de la Supercopa, procedió de modo idéntico. Esta vez no hubo reconvención alguna por el gesto. Generosamente, atribuimos ayer el descuido del periodista a la premura de su editorial, escrita a vuelapluma inmediatamente después de la Final, asumiendo que hoy, ya con más calma en la redacción de su nota, se llevaría a cabo la admonición, en reclamable ejercicio de coherencia.

Resulta que hemos leído el editorial de Relaño de hoy y, sin duda de nuevo por descuido, no se realiza mención alguna del asunto. Alfredo Relaño es un hombre muy ocupado y no sería razonable que tratemos de imponer nuestras urgencias a una persona cuya agenda ha de estar cuajada, por fuerza, de obligaciones impostergables. Simplemente, permaneceremos atentos para hacer constar el momento en que, sin duda sin gran dilación, Relaño proceda al fin a leer la cartilla al delantero blaugrana por el mal gesto. La coherencia obliga, y no albergamos duda alguna del carácter cumplidor del veterano editor.

Permaneceremos atentos para cumplir con el trámite de informaros de esa reconvención al canario. A buen seguro, se producirá a no mucho tardar.

Viendo lo ocupado que anda con el asunto de la renovación de Ramos, es natural que Relaño no tenga tiempo para ocuparse de lo de la patada al banderín por parte de Pedro. Hemos perdido la cuenta de las portadas veraniegas que llevamos al respecto, hasta el punto en que nos sorprende que aún haya en archivo fotos del central que no hayan sido usadas en ediciones previas. Hoy trae As una donde el camero (cómo nos gusta este gentilicio) parece estar a punto de llevarse la mano izquierda a salva sea la parte -o, como decía un amigo nuestro que equivocaba todas estas expresiones ("garrafas de aire", "he dormido a pata libre", "vive como un majara"): samba sea la parte. Los haters de Sergio lo interpretarán sin duda como la enésima provocación por parte del central antes de esquilmar al club y obligar a Florentino a bajarse los pantalones. Nosotros no llegamos a esos extremos y preferimos contemplar el asunto con alguna mesura, aun cuando reconocemos cierta preocupación ante los emolumentos de los que habla la prensa, así como ante la duración del contrato. Sobre todo ante este último punto.

No entra por cierto en esos pormenores, ni se ocupa directamente de su renovación, el portentoso (de verdad) artículo de Antonio Valderrama sobre el central que publicamos hoy en La Galerna. Constituye el paisaje de fondo perfecto para estos días de verano en que tanto se hablará (otra vez, cómo nos gusta el gentilicio) del camero.

Marca, en cambio, sí entra en cifras, y reconocemos que nos preocupan. "Ramos cobrará 10 millones netos si cumple los objetivos" es información que de ser veraz resulta inquietante, aunque necesitaríamos más información. ¿Qué parte de esos 10 millones es fija y qué parte por objetivos? ¿Cómo se definen los mismos, es decir, cuál es la estructura de esa remuneración por objetivos? Son datos que necesitaríamos conocer y que acaso contribuirían a aplacar un poco nuestra zozobra. Aunque no aprobamos en absoluto la animadversión y aun la saña hacia Sergio que se ha desatado por parte de cierto madridismo tuitero, nos parece razonable que una afición que acaba de salir de la larga travesía del desierto de Iker se inquiete ante este nuevo contrato, y la posibilidad de que fomente el apoltronamiento en el club que este podría incentivar. Por eso nos parece importante saber más detalles sobre la estructura de incentivos comentada.

La renovación de Sergio Ramos (o la de Pepe, a la que también se refiere la portada de Marca) puede ser la mejor o la peor noticia del mundo, por las mismas razones por las que la apuesta por la continuidad de un matrimonio que ha conocido tiempos mejores puede ser la mejor o la peor noticia del mundo. Solo cabe esperar y confiar en la buena voluntad de las partes, aunque no faltan las razones para el escepticismo al respecto.

Profesamos ya tanto cariño por el diario de Mascaró y Barceló que estamos empeñados en que nos brinden alguna genialidad. Los pobres se quedaron atrás desde el principio del verano, tocados de muerte por el rapto de inspiración para la posteridad que tuvo su competidor barcelonés con aquel titular ("Se retARDA") con que Mundo Deportivo se refirió al retraso en el fichaje de Turan e hizo a Francisco Quevedo, rey del juego de palabras, estremecerse de envidia desde el Más Allá, sección Siglo de Oro.

Estamos tan deseosos de que Sport remonte el vuelo que pugnamos por ver genialidades donde acaso no las haya. Cuando titulan "Lío Pedro", ¿están dando a luz un brillante (?) juego de palabras con la expresión "Lío padre", o es que nosotros les vemos con buenos ojos?

Como solemos hacer últimamente, con el fin descarado de fomentar la interactividad que ha de brindarnos más tráfico (aún), ¿vosotros qué opináis?

Mundo Deportivo se refiere asimismo al espinoso tema Pedro ("Pedrooooooo", que dirían tanto Penélope Cruz como ellos mismos en su portada de ayer). Lo hace de forma somera, descriptiva y que, la verdad, nos da poco juego (no todos los días alumbra uno cumbres del calambur como "Se retARDA").

Lo que nos llama la atención es la conclusión del "Análisis MD" que anuncian en letra pequeña: "El Barça mereció la Supercopa porque hizo muchas más cosas bien que mal". No ponemos en duda que en cierto modo el Barça mereciera llevarse la final, como no ponemos en duda en absoluto que el Sevilla lo mereciera de manera muy loable. Lo que sí ponemos en entredicho es que un equipo que se deja comer el terreno de un 4-1 hasta llegar a un 4-4 pueda haber hecho "MUCHAS más cosas bien que mal".

Hay días en que nos da por pensar que Mundo Deportivo es del Barça.