Vaya por delante que la palabra parche no deseo usarla en su forma peyorativa, por ello las comillas del titular. Sin embargo, en el contexto en el que se mueve el Real Madrid a la hora de fichar, o no fichar, un recambio para Llull, y dada la situación actual de Sam Van Rossom, parche es un término que encaja a la perfección con lo que el cuadro blanco necesita.
No es la primera vez que Sam Van Rossom está en la órbita del Madrid. Hace casi una década, cuando apenas se había iniciado en el baloncesto europeo, el de Gante, jugador del año en 2007 en Bélgica, fue detectado por el radar blanco. “Sueño con España y con jugar la Euroliga”, acertó a decir en 2008, momento del interés iniciático por él desde Concha Espina. Aquello quedó en nada, pero dejó un poso que volvió a retomarse más un lustro después.
Primera posibilidad de suplir a Llull
Fue en junio de 2015, con los Rockets llamando insistentemente a un Llull líder del Madrid que venía de ganar el triplete hacía unos días. Liga, Euroliga y Copa del Rey, todo en el bolsillo de un balear que muchos pensaron entonces tenía ya el Viejo Continente ganado y conquistado. Y que tocaba emigrar a la NBA. No lo hizo, pero mientras se decidía, Sam Van Rossom volvió al radar. Y esta vez ya como jugador contrastado, con una Eurocup en la cartera y con su anhelo de jugar en España y en Euroliga cumplido, aunque en las filas del Valencia. Los taronja habían sido precisamente los rivales del Real Madrid en las semifinales de la ACB, donde exigieron a los de Laso hasta la extenuación. La magia de Llull, de ese Llull que ahora necesitan reemplazar, dictó sentencia. Aquella eliminatoria no tuvo a Sam Van Rossom en sus filas para el que iba a ser el cuarto y decisivo duelo. Las lesiones asomaban en el perfil del belga y le dejaban fuera antes de que todo terminara.
No sería, tristemente para él, la última vez que le sucediera. La 2015/16 se la pasó casi entera fuera de las canchas, con apenas un puñado de partidos. Antes de que concluyera el año, ya había echado el freno. Recuperó la vitalidad para la mágica 2016/17, donde tomó parte en la final de la Eurocup perdida ante el Unicaja, previamente en la de Copa cedida ante el Real Madrid, y en todos y cada uno de los 34 encuentros de la liga regular de la ACB. Y hasta ahí. Antes del Playoff por el título, por el título que se acabaría llevando el Valencia, su rodilla le volvía de dejar en el dique seco. Fue campeón de la ACB en diferido, toda vez que el Valencia le dio de baja para las eliminatorias por el campeonato; Van Rossom se operó a principios del pasado junio y a finales de ese mes, con el Valencia en el gozo perpetúo de su primer título de la liga de la historia, el belga dejaba el club, cuatro años allí, tintados de negro no pocas veces por las lesiones, pero con un buen cartel. Para nada a los 31 años se debiera considerarle como un jugador no apto para la élite.
Sin equipo
Así que hace unos días, el periodista de Onda Madrid, Carlos Sánchez Blas, informaba del interés del Real Madrid por incorporar un base que supliera a Llull durante el tiempo que el 23 de los merengues fuera a estar lesionado, esto es, hasta principios de 2018 como mínimo. Ya analizamos aquí la vía de Tyrese Rice, transferible para el Barcelona, pero sin un interés real por parte del Madrid. Porque Juan Carlos Sánchez y compañía buscan un perfil de jugador maduro, sin ser una estrella, pero con experiencia suficiente en la alta competición como para aguantar el envite que supone estar en el Madrid.
Comentamos en su momento que ante la lesión de Llull, los rectores madridistas podían o bien no hacer nada y esperar a ver si con la pareja Campazzo-Doncic, quizá con Causeur de base auxiliar, servía; o bien fichar un primer espada, algo que chocaría con la configuración de la plantilla porque la incorporación llegaría como algo sustitutorio de alguien, esto es, el propio Llull y era lógico el deseo del Madrid de evitar dos titulares contrastados en el mismo vestuario cuando el de Mahón volviera a las pistas. Cuestiones de roles y de confección del equipo.
De modo que la opción alternativa que se abría para el Madrid, entre no hacer nada o ir a por todas, era un jugador de perfil moderado, un complemento, un parche, que no fuera una estrella ni quisiera serlo y que asumiera que tenía que ser alguien de complemento. Una pieza a poder ser libre, con cierta experiencia y edad, madura y solvente. Sam Van Rossom cumple con todo esto, en un mercado donde no abunda lo bueno y lo barato. En cierta manera, él lo es.
Puede quedar la duda de su recuperación de rodilla tras el paso por el quirófano en junio. El belga siempre apuntó desde el principio de la rehabilitación que tenía buenas sensaciones. La prueba , su presencia en el Eurobasket con Bélgica. Contaba Víctor Colmenarejo que el base estaría dispuesto a llegar al Madrid con contratos cortos, temporales, para ver cómo iba rindiendo y respondiendo a sus lesiones, en un cuerpo que ha pasado dos veces por el quirófano. Libre, con necesidad de trabajar y de demostrar que le queda baloncesto, sin exigir ningún acuerdo desmesurado ni inabarcable, comunitario, sobrio, buen jugador… ¿encaja?
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Sí.
Creo que van a dejar empezar la temporada e ir viendo sensaciones antes de lanzarse a fichar. Pero es má sensación que otra cosa
Creo que van a dejar que empiece temporada y pulsar sensaciones antes de lanzarse a fichar. Pero es más una sensación que otra cosa.
Van Rossom es el peor parche posible ahora mismo. Y lo es por muchos motivos:
- Es una duda, porque no es un jugador fiable físicamente y tiene una edad que no es sencilla para cualquier tipo de lesión que tenga.
- Lo es porque el baloncesto actual y sobre todo ahora en Europa, exige competir con una plantilla larga y tres bases óptimos en cada partido por las variantes que tiene el juego.
- Lo es porque el año que viene, se duda de que Doncic continúe en Europa o de el salto a la NBA y se tenga que buscar "ahora sí" un base con mayor potencial. Para eso, mejor un base con un año de experiencia en Madrid donde el año que viene esté cómodo tanto a nivel deportivo como laboral con continuidad.
- Lo es porque el Real Madrid debe aspirar a todo, y ese todo es a estar con los grandes tanto a nivel de presupuesto como a nivel competitivo, y el año pasado se volvió a pecar como en el pasado tanto en físico como mentalmente.
- Lo es porque el aficionado del Real Madrid ha tenido un incremento en los abonos de un 15% de media, donde no justifica que haya 18 equipos en ACB o la Euroliga cada vez más competitiva y porque la historia así lo requiere, para una sección con más de 80 años de historia y la más laureada.
- Lo es porque es un descarte del campeón de liga, porque él no va a conseguir un caramelo como el Real Madrid a su edad. En el Real Madrid no fichamos descartes solo para tapar huecos y no es ser orgulloso, si no hacer frente a un problema grande para ser competitivo y no generar más dudas.
- Lo es porque Causeur no es base, ni Rudy tampoco, por mucho que el año pasado así se jugase generando más dudas en los esquemas de juego.
- Lo es porque se vio que el año pasado se necesitaban puntos a parte de Llull y Van Rossom no los va a dar.
- Lo es porque tampoco fichamos defensa y con Campazzo vamos a sufrir con bases más altos y fuertes de 1,90m que se estilan actualmente.
Seamos serios, y del parque de atracciones en Valdebebas, la primera atracción sea una alegría en el plano deportivo y generemos expectativas que no sean "parches".
Saludos,