Salah es el hombre

El Real Madrid y Florentino Pérez necesitan un fichaje de impacto este verano, un fichaje ilusionante para una afición alicaída después de un curso desastroso y varios años sin un nombre despampanante entre los refuerzos del club.

Las intenciones de la entidad blanca parece que se centran en Mbappé y Neymar pero en estos momentos no pasa de eso, una mera intención, puesto que suena a quimera poder sacarlos a corto plazo de un club estado como el Paris Saint Germain que no vende ni se muestra cegado por ofertas cuantiosas.

Hazard cumple algunos de los requisitos, pero con Mohamed Salah hablamos de un futbolista genial, con una enorme capacidad goleadora, muy regular y candidato a los premios The Best o el Balón de Oro, circunstancia que siempre gusta en el Real Madrid.

Además, el egipcio se desempeña en la banda derecha, una posición en la que el equipo blanco no tiene un jugador diferencial tras el pobre rendimiento de Asensio y la más que posible salida de Gareth Bale. Desde el costado Salah juega a una velocidad supersónica con el balón cosido al pie en las conducciones, muestra desparpajo, una gran facilidad para el desborde y llega al gol fácilmente gracias a un formidable y eficaz disparo con la zurda. También hay que destacar que sería un arma sin igual en los contraataques formando un frente ofensivo temible con Hazard desde la segunda línea, Benzema en la punta y Vinicius en la banda siniestra.

En su último encuentro europeo ante el Barça se vio a un Salah punzante, imparable durante muchos momentos para Lenglet o Alba y un auténtico diablo en carrera con sus diagonales. Fue el jugador desequilibrante en ataque y cada vez que cogía el cuero y arrancaba se intuía que podía pasar algo. El único pero fue que no acabó con un gol su actuación pero quedó claro también que en los grandes partidos toma la responsabilidad y no desaparece. Es una estrella mundial.

El egipcio se encuentra en su madurez futbolística a los 26 años. El Basilea seguía al zurdo desde su etapa juvenil y en febrero de 2012 propuso un amistoso a la selección de Egipto sub23 para verle en acción. En sus inicios era un extremo de los de antes, rapidísimo, con calidad en el desborde pero también “guadianesco” e irregular. En una jugada podía decidir el partido, pero durante largos periodos de un choque parecía perdido, sin entrar en juego, desconectado. En el Chelsea no cuajó y en la Fiorentina empezó su mejoría, pero fue en la Roma donde explotó con una campaña 2016-2017 en la que sumó 19 goles y 15 asistencias. Su traspaso al Liverpool multiplicó su efectividad y su ascenso para ser considerado uno de los mejores futbolistas del mundo. Su pasado curso fue memorable con unas estadísticas extraordinarias: 44 dianas y 16 pases de gol. Salah se instalaba en la élite.

Su situación contractual parece que ha dado un giro según varios rumores en las últimas semanas. En Inglaterra se habla de que tuvo un enfrentamiento con Klopp y que eso abriría las puertas a un posible traspaso. Incluso se ha llegado a afirmar que solicitaría el famoso transfer request. El origen de esta disputa, según fuentes del vestuario red, viene de tiempo atrás y las rencillas entre el alemán y el egipcio serían insalvables. Aunque el Liverpool es un hueso duro, los acontecimientos también señalan que es una entidad que vende, como se pudo comprobar hace más de un año con el traspaso multimillonario de Coutinho al Barcelona. Las negociaciones no serían sencillas y el costo del fichaje se elevaría por encima de los 200 millones de €uros pero es una de las pocas estrellas que se pueden fichar hoy en día en un mercado de por sí bastante reducido.

Al técnico merengue Zinedine Zidane es un jugador que le gusta. En una rueda de prensa previa al Mundial de Clubes de 2017 el francés afirmó del egipcio que “es un gran jugador. Primero lo fue en la Roma y ahora en el Liverpool. Es un futbolista importante y va creciendo más y más. Y es joven, todavía puede dar más. Le aprecio mucho". Y Salah tampoco se ha cortado contando su admiración por Zizou. Es uno de sus ídolos de pequeño y del que llegó a declarar “Zidane fue mágico. Lo vi mucho cuando jugaba en el Real Madrid. ¡He visto tantos partidos en los que ha estado increíble! Cuando vimos a Zidane, comprendimos inmediatamente que jugaba al fútbol porque le encantaba”.

Un aspecto que tampoco se puede dejar de lado es si su ‘affaire’ con Sergio Ramos, en la pasada final de Champions, puede afectar negativamente en caso de que se concretara una oferta blanca. En alguna entrevista ha declarado “que no olvida lo que pasó” y que los comentarios del sevillano le han parecido “graciosos”. También confirmó que Sergio Ramos le “mandó un mensaje” pero nunca le contestó diciendo “que estaba bien”, tal y como afirmó el capitán del equipo madridista.

Por último está el factor Klopp. El entrenador teutón es venerado y reconocido por su capacidad de hacer crecer de manera exponencial a sus jugadores y sacarles un rendimiento extraordinario. Por tanto queda la duda de si los futbolistas de la plantilla red al salir de su actual entorno y alejarse de la figura del técnico alemán, continuarían con una idéntica productividad y al mismo nivel de juego.