El primer parentesco entre un tío y un sobrino en el cuadro blanco se produjo en los años 40 y los 50. Chus Alonso fue un interior nacido en Cuba que volvió con sus padres a España -Asturias concretamente- para desarrollar su trayectoria futbolística. Jugador de enorme recorrido, dinamismo y físico privilegiado, firmó por el Madrid antes de la Guerra Civil, aunque fue después cuando se hizo insustituible. Permaneció hasta 1948, tiempo en el que actuó en 160 partidos y anotó 68 goles. En su palmarés figuran las Copas de 1946 y 1947, aunque no disputó ninguna de las dos finales. Justo diez años después de su marcha fichó por el Real Madrid su sobrino Chus Herrera. Futbolista malogrado, que falleció por un cáncer a los 24 años, era un extremo diestro fabuloso. Hábil, rápido, fogoso y con un gran ‘dribbling’ se hizo con la titularidad en la banda tras la marcha de Kopa y en tres temporadas pudo alzar una Copa de Europa, una Liga y una Copa Intercontinental, donde anotó una diana en el encuentro de vuelta ante Peñarol.
La década de los 50 fue muy prolífica en cuanto a familiares, y hubo tres dinastías en el cuadro blanco: los Alonso, los Atienza y los Gento. Juanito Alonso aterrizó en la capital en 1949 tras militar en el Racing de Ferrol. Guardameta fabuloso, sobrio, seguro, valiente y ágil, hizo una carrera extraordinaria de once años defendiendo el marco blanco. En ese tiempo llegó a casi 300 partidos pese a que compitió durante varias campañas con el fenomenal arquero argentino Rogelio Domínguez. En su estancia obtuvo cuatro Ligas, cuatro Copas de Europa y dos Copas Latinas, al tiempo que coincidió con su hermano durante tres cursos. Gabriel Alonso fue un defensa lateral que firmó el Real Madrid procedente del Celta en 1951. Jugador polivalente que también se desenvolvía en la banda siniestra, tenía potencia, agilidad, fogosidad, un buen sentido de la colocación y gran espíritu de lucha. Logró un Campeonato de Liga y la curiosidad entre hermanos es que Gabriel tenía los apellidos de su madre, que le tuvo como soltera mientras que Juan disponía Adelarpe como primer apellido, el de su progenitor.
Adolfo Atienza era un extremo ambidiestro, fino y escurridizo que llegó al conjunto de Chamartín en 1953. Antes había destacado en el Celta o el Berbés, pero en Madrid gozó de pocas oportunidades. Apenas 25 encuentros oficiales, aunque con un buen bagaje goleador: ocho tantos hasta su marcha en 1955. Su hermano Ángel, sin embargo, sí se consolidó en una de las etapas más gloriosas del club. Jugó un año junto a Adolfo al firmar en 1954, y se mantuvo hasta 1960. Su posición original era la de volante, pero Villalonga le bajó al lateral, donde hizo una carrera magnífica. Rápido, fuerte, con un buen dominio del cuero y complicado de superar en el uno contra uno, formó en el once de la primera final de la Copa de Europa ante el Stade de Reims y luego alzó otros tres títulos continentales, además de tres Ligas y una Copa Latina. Tras su retirada fue un afamado pintor y escultor.
Por último, la saga de los Gento la formaron tres hermanos, Paco, Julio y Antonio. El primero en entrar a formar parte de la institución capitalina fue Francisco en 1953. Con 19 años, fichado del Racing de Santander, haría historia en la entidad y en el fútbol mundial. Un extremo izquierdo legendario gracias a su velocidad, verticalidad, desborde, técnica y precisos centros desde la banda. Casi dos décadas como jugador en las que aglutinó un palmarés maravilloso de doce Ligas, seis Copas de Europa, dos Copas o una Intercontinental y más de 600 encuentros oficiales. A continuación, Julio, que se formó en el Plus Ultra, ascendió a la primera plantilla en 1957. Sin embargo, el extremo diestro tenía muy complicado hacerse con un puesto, dada la competitividad existente, y únicamente jugó amistosos y los típicos partidos de los jueves entre suplentes. Tras cinco años en Madrid decidió irse y se enroló en las filas del Deportivo de la Coruña. Mientras, el tercer hermano, Antonio, era un interior diestro que, en los albores de los 60, sí pudo debutar de forma oficial y completar tres partidos de Liga contra el Zaragoza, el Betis y el Atlético de Madrid en el curso 1961-1962. Meses más tardes tomaría el mismo camino que Julio, aunque con destino al Levante de la división de plata. Una de las pocas ocasiones en que los tres disputaron un partido con el Real Madrid tuvo lugar el 28 de enero de 1959 en un amistoso contra el Zurich suizo al que derrotaron por 5-2. Celebrado en el Santiago Bernabéu, los tres, además, consiguieron al menos una diana, siendo las otras dos anotadas por Enrique Mateos.
Paco Gento ganó doce Ligas, seis Copas de Europa y una Intercontinental
Contemporáneo de los Gento fue el defensa Marquitos Alonso Imaz. Un defensa también cántabro y noble, valiente, luchador, fuerte, poderoso en todo su juego y que se dejaba hasta la última gota de sudor en cada partido. Actuaba como defensa por la derecha aunque su versatilidad le permitía desempeñarse en el centro de la zaga. Procedente del Racing estuvo ocho campañas en el Real Madrid (1954-1962). Otro de los héroes del gran equipo madridista que levantó cinco Copas de Europa. El santanderino además en sus 228 partidos amplió el palmarés con cinco Ligas, una Copa, una Copa Latina y una Intercontinental. Su nieto Marcos Alonso Mendoza continuó la saga casi medio siglo más tarde. Formado en las categorías inferiores del cuadro merengue, pasó varios años en el Castilla hasta que en 2010 le llegó la oportunidad de debutar en la tierra de la familia, Santander. Pellegrini en un choque de Liga le sacó en el minuto 88 por Higuaín en un duelo que los visitantes se llevaron por 0-2 en El Sardinero.
La gran siguiente generación de futbolistas blancos fue conocida como los ‘ye-yé’. En ese plantel se encontraban Manuel Sanchís cuyo hijo del mismo nombre forjaría otra dinastía en los 80 y 90 y Ramón Grosso, cuya familia lleva el ADN del Real Madrid en las venas al haber formado parte del club su yerno, el hermano de este y un nieto. Manuel Sanchís Martínez era un lateral infatigable, fibroso, de enorme recorrido, eficiente en la marca y muy rápido. Titular en los años 60 cuajó una gran carrera con más de 200 encuentros en el Real Madrid y la sexta Copa de Europa, cuatro Ligas y una Copa como trofeos de más prestigio. Su hijo Manuel Sanchís Hontiyuelo debutó en 1983 con gol ante el Murcia tras formar parte del equipo juvenil y del Castilla. Defensa central su trayectoria fue más larga que la de su padre al acumular 18 campañas consecutivas. Zaguero con gran intuición, sentido de la anticipación, buenos conceptos tácticos, muy seguro en el corte y notable físico logró un récord de 708 partidos oficiales que solo ha sido batido por Raúl y Casillas. En esas casi dos décadas sumó dos Copas de Europa al final de su carrera, además de ocho Ligas, dos Copas, dos Copas de la UEFA o una Copa Intercontinental.
Grosso fue un falso delantero que también merodeaba por la zona interior del terreno de juego en una época donde empezaban a desaparecer los cinco atacantes. Versátil, dinámico, muy peligroso en sus llegadas al área y gran bregador retornó al Real Madrid tras una cesión en el Atlético. Estuvo desde 1964 a 1976 disputando 365 partidos y adornando su palmarés con una Copa de Europa, siete Ligas y tres Copas. Su yerno es Paco Llorente que se casó con una de sus hijas y que también es sobrino de Francisco, Julio y Antonio Gento al ser su madre hermana de los tres jugadores de los años 50 y 60. Paco era un extremo muy veloz, eléctrico y con buen desborde que comenzó a ser valorado por los blancos tras pertenecer al Atlético de Madrid. Mendoza lo recuperó y acabó disputando siete temporadas con los merengues. Inolvidable por su partido en Oporto le costó afianzarse aunque dispone de un estupendo palmarés con tres Ligas, dos Copas y dos Supercopas de España. Su hermano Julio era un lateral polivalente, fuerte y corpulento que terminó haciendo carrera en el Tenerife. Dos cursos entre 1988 y 1990 con el club de Concha Espina y apenas 31 partidos le ayudaron a tomar esa decisión. En ese periodo tuvo la oportunidad de coincidir con su hermano en el terreno de juego en 19 duelos, diez de la campaña 88-89 y nueve de la 89-90. El último integrante de una familia muy deportiva es Marcos Llorente. Mediocentro actualmente cedido en el Alavés es una de las joyas de la cantera del Real Madrid. Inteligente, técnico, resistente, astuto, con una gran calidad en sus botas y muy sacrificado ya debutó con el conjunto blanco en Liga en la temporada 2015-2016 con dos actuaciones ante el Levante y Las Palmas, y también en la Copa en el famoso partido contra el Cádiz. Se espera que regrese a la disciplina madridista próximamente y tenga una carrera larga y exitosa al igual que buena parte de la saga con la que comparte apellido.
En los 60 también perteneció al Real Madrid el defensa Isidro Sánchez. Un medio jerezano que cuando llegó a la capital se retrasó unos metros para jugar como lateral diestro donde destacaba por su firmeza en defensa, su buen trato de balón y su estilo defensivo. En cuatro temporadas desde 1961 a 1965 obtuvo cuatro Ligas, participó en más de 100 encuentros y anotó un gol contra el B1913 danés en Copa de Europa. Casado con Carmen Flores, hermana de la ‘Faraona’ Lola Flores, tuvo como primogénito a Quique Sánchez Flores que se formó en los infantiles del cuadro blanco y que firmaría ya como profesional en 1994. También un lateral diestro rápido, profundo y con calidad su papel se resumió en dos campañas como merengue donde conquistó la Liga en el curso de su estreno.
Después de la conquista de la sexta Copa de Europa uno de los fichajes blancos se incorporó desde Argentina. Del Sportivo Italiano se fichó a Miguel Pérez, un extremo veloz, técnico y con clase que poco después se nacionalizó español. Estuvo en dos etapas en el conjunto blanco, una campaña en 1966-1967 y luego cuatro años tras volver de una cesión en el Mónaco. No fue un fijo en ese periodo pero si tuvo bastantes oportunidades sobre todo en la Liga donde jugó 53 partidos y marcó 10 dianas. Entre sus entorchados destacan dos Ligas y una Copa hasta que hizo las maletas para irse al Zaragoza. Tras retirarse se estableció en Madrid y por eso uno de sus hijos Alex comenzó a jugar en ‘La Fábrica’. Centrocampista zurdo con buena punta de velocidad y toque en su pierna izquierda vio su sueño cumplido de debutar con el primer equipo en enero de 2003. El Real Madrid visitaba al Terrassa en la competición del KO y Alex Pérez jugó un minuto tras entrar por Tote. Dos años más tarde y en el mismo torneo gozó de más tiempo en el choque frente al Leganés donde el conjunto blanco se impuso por 1-2 y el medio disfrutó de 52 minutos al salir de titular.
En la década de los 90 una saga de hermanos delanteros se crió en la cantera blanca y pudo debutar en la primera plantilla: los Pérez Muñoz. El mayor Alfonso subió con los mayores en 1990 para una trayectoria de cinco temporadas. Delantero con una técnica fantástica, olfato de gol, excelente dominio de las dos piernas y enorme clase su progresión se cortó tras una grave lesión de ligamento ante el F.C. Barcelona. Después de ese contratiempo no consiguió hacerse con un hueco en el once habitual y en 1995 tras una Liga, una Copa y dos Supercopas abandonó la entidad con 22 dianas en su haber. Su hermano pequeño Iván debutó con el Real Madrid un año más tarde de marcharse Alfonso. También delantero intuitivo, buen rematador y astuto dentro del área se estrenó en 1996 en la jornada 37 de Liga frente al Espanyol. Semanas después jugaría con gol incluido ante el Mérida y en la última jornada del Campeonato liguero contra el Zaragoza.
La última familia en incorporarse a este selecto club han sido los Zidane. Zinedine actual técnico del club fue un fichaje galáctico de Florentino Pérez en 2002. Fino, elegante, con una técnica sublime, poseedor de una gran visión de juego y un dominio extraordinario de ambos pies, fue el hombre que dio al Real Madrid la novena Copa de Europa con una volea de ciencia ficción en la final ante el Bayer Leverkusen. Después también lograría una Liga, una Supercopa de Europa, una Intercontinental o una Supercopa de España y enamoraría al Santiago Bernabéu con su estilo de juego hasta su retirada del balompié en el año 2006. Su hijo Enzo, un centrocampista ofensivo habilidoso y con notable calidad entró muy pequeño en la cantera del equipo madrileño y tras varios amistosos le llegó la oportunidad del debut de la mano de su padre en la Copa del Rey. El 30 de noviembre de 2016 saltó al césped por Isco y logró uno de los tantos en la goleada por 6-1 a la Cultural Leonesa.
Otras tres sagas a mencionar aunque de menor repercusión al participar solo en amistosos alguno de sus miembros son: los González López, los González y los Callejón. José Manuel González López fue un defensa izquierdo de la cantera que únicamente disputó un partido de Liga. Se produjo ante la Real Sociedad en San Sebastián en la campaña 1951-1952. Su hijo del mismo nombre que triunfó en el Real Zaragoza no pudo hacerlo en el conjunto blanco al compartir posición en la defensa con Santamaría o de Felipe a mediados de los 60. Por ello se tuvo que conformar con disputar duelos de carácter amistoso. Curiosamente el primero es abuelo de Lucas Alcaraz, actual entrenador del Granada, y el segundo es su tío.
Mientras que en los González el gran protagonista de la familia ha sido Michel. Dueño de la banda diestra durante 12 años fue un futbolista sobresaliente, con desborde, calidad técnica, elegancia y un guante en su diestra que le permitía poner centros muy precisos a los delanteros. Su palmarés es envidiable con seis Ligas, dos Copas de la UEFA, dos Copas o una Copa de la Liga en su estancia en el cuadro de Chamartín. Su legado lo continuó su hijo Adrián, actual futbolista del Eibar. Centrocampista ofensivo zurdo, con buena llegada al área contraria, dinámico y visión se formó en la cantera merengue desde muy joven pero su papel se limitó a amistosos, uno en el II Memorial Jesús Gil, un partido por la paz en Tel Aviv, un choque contra el Stoke City en la pretemporada de 2007 y la final del Trofeo Teresa Herrera del mismo año.
Por último en los Callejón si sobresale un nombre es el de José. Su hermano Juanmi también creció en la cantera blanca pero jamás pudo enfundarse la casaca del primer equipo. Por su parte el inteligente, hábil, rápido y goleador extremo diestro regresó al conjunto blanco tras una cesión en el Espanyol para pasar dos temporadas en las que marcó 20 dianas en 77 partidos. Utilizado como revulsivo en muchos partidos con José Mourinho estuvo en la plantilla que alzó la Liga en 2012 y la Supercopa de España.
La Galerna trabaja por la higiene del foro de comentarios, pero no se hace responsable de los mismos
Muy buen repaso de las sagas que jugaron en el Madrid.
Muchas gracias Antuan,
Un saludo
Gran articulo. Daría para comentar bastantes cosas, pero quiero destacar aquí a Paco LLorente, enorme futbolista que fue tan infrautilizado. Recuerdo aún el partido contra el Oporto, por supuesto Paco no salio de titular, apenas jugaba con Beenhakker, levantó el partido como esperaba.
No tuvo nunca los minutos que merecía.
Muchas gracias Thule. Comenta todo lo que quieras.
Respecto a Paco Llorente, tienes razón. Jugador rápido, eléctrico y desequilibrante. En Oporto se marcó un partidazo. Era una época con bastante competencia y donde no se estilaban las rotaciones sino hubiese tenido una carrera más profunda en el Real Madrid.
Un saludo