Rulfo o el bloqueo de un genio

Que hay días (muchos, más de los que querrías conocer en todas vuestras vidas) en los que esta tarea se convierte en titánica es algo de lo que a estas alturas no dudaréis. En el ámbito del periodismo deportivo hay dos variables incontestables: que Neymar constó 57 millones y que cuesta un huevo escribir el Portanálisis de La Galerna. Uno de sus redactores habituales (no el de hoy) lo hace tan bien que corre el riesgo de ser premiado con la asignación perpetua de la sección. Virgencita, virgencita, que me quede como estoy.
Cuando en el título de hoy nos referimos al bloqueo de un genio no nos referimos al nuestro propio (el cual no negaremos tener, seamos genios o no), sino al anónimo alumbraportadas de Mundo Deportivo, que parece haberse quedado vacío tras al alarde de hace muy pocos días, cuando marcó un hito en la especialidad. ¿Lo recuerdan? "Se RetARDA". Y cómo olvidarlo, ya les oigo responderme.

Juan Rulfo se pasó media vida tratando de replicar (o al menos aproximarse un ápice) a la redonda y críptica genialidad de "Pedro Páramo", lo que convirtió su existencia en un pozo de frustración literaria. Algo así nos maliciamos que le empieza a suceder al genio anónimo del rotativo de Godó. El asunto nos sitúa en una encrucijada moral. ¿Cómo no comprender la imposibilidad de repetir el golpe maestro de "Se retARDA"? Por otro lado, son los riesgos de malacostumbrar a la audiencia, riesgo que tan bien conocemos los madridistas. ¿Cómo vamos a darnos por satisfechos con un rácano "Día Arda" cuando hemos saboreado las mieles de "Se retARDA"? Nosotros, la audiencia, constituimos una multicéfala bestia insaciable, y cuando se nos alumbra con el foco de lo magistral emergemos de las profundidades en busca de más alimento espiritual que colme nuestro intelecto.

Al menos, Mundo Deportivo nos hace saber el nombre del presidente de la Comisión Gestora, para que se sepa quién es el responsable del imperdonable exceso de celo que retARDA (no nos cansaremos) el fichaje del turco. Y nos revela, en el titular que anticipa la entrevista con Laporta, que el candidato desea ser el presidente "de todos los culés", incluidos (imaginamos) los miles de culés que desde Ciudad Real, Arcos de la Frontera, Teruel, Uruguay y Kuala Lumpur vibran con las soflamas indepententistas del ínclito Jan.

Sport, por su parte, sigue dando vueltas al fichaje de Arda, pero como ellos no se descolgaron nunca con una genialidad como "Se retARDA" pueden mantenerse en el tono grisáceo de siempre sin que por ello les lluevan críticas ni sufran el flagelo de la máxima exigencia. "Lío con Arda", titulan con simpleza, y como esa simpleza fue el terreno donde siempre se desenvolvieron nadie les reclama deslumbrantes juegos de palabras u otros ornamentos literarios. Es lo que tiene la mediocridad, en agudo contraste con el genio: puede permitirse deambular siempre por la confortable llanura del 5,5 sin que nadie le exija súbitos picos dignos de matrícula de honor.

Parafraseando la vieja retórica culé respecto a Mourinho, Sport podrá ganar partidos, pero no será recordado por su juego, por la chispa indefinible del genio, por el rapto de inspiración del que vive la vanguardia. Juega sobre seguro, de forma cicatera y al contraataque este Sport-Salieri. Aunque hoy traicione nuestras expectativas, nuestro corazón está por tanto con MundoDeportivo-Mozart. Preferimos aquellos de quienes puede esperarse lo magistral, aun a sabiendas de que la magia no se dará todos los días.

La sosería de la Central Lechera es hoy tan apabullante que os presentamos a sus dos exponentes al alimón, a manera de penitencia por lo ramplón de sus contenidos y puestas en escena. Si Mundo Deportivo es Mozart y Sport es Salieri, As y Marca son respectivamente Manolo García y Quimi Portet: los últimos de la fila. Tópicos, lugares comunes e incluso (con todo el respeto) ciclismo. "Manos a la obra" para referirse al inminente comienzo de la temporada y un titular imperdonable aun cuando el entrevistado se expresase con esas mismas palabras: "Lo primero que pensé: pilla (¡¡¡¡pilla!!!!) el avión y sal volando a Valencia". Tratamiento de ondas contra la falta de ebullición creativa y la cara mirando a la pared.