Buenos días, amigos. La actualidad del día se reparte en dos esperas: la de la final de la Copa del Rey, que se disputa el sábado entre el Athletic de Bilbao y el Mallorca, y la de la final (anticipada en este caso) de la Champions League entre Real Madrid y Manchester City, que tendrá lugar en su primera entrega el próximo martes. Uno de esos dos partidos nos interesa más que el otro, dicho sea con el debido respeto y sin que el avispado lector vaya a tener excesivos problemas en resolver el enigma, sobre todo si es lector más o menos habitual.
La portada de Marca, por aquello de que es el diario de todas las aficiones (de una cada vez menos), y también por aquello de que es mayor la proximidad del sábado que la del martes, se centra en la Copa de Su Majestad. Ha contactado Marca con un jugador del Mallorca, que es aficionado a la cerámica (con esto no estamos dando la primicia de que vaya a fichar por el Villarreal), para que modele la Copa en cuestión, no sabemos si en barro, arcilla o similar. La verdad es que ha quedado muy bien, aunque aquí lo que habría tenido gracia es que le hubiera salido, involuntariamente, un busto de Rubiales.
—Pero chico, ¿y esto?
—Pues no sé, que me ha salido así.
En ausencia de Rubiales, que no está en prisión porque el juez se apiadó de él tras su detención en Barajas, la Copa (la de verdad, no la de la portada de Marca) la entregará Rocha, pero no el mítico defensa madridista brasileño y con bigote, sino un señor que, ocupando el cargo de Presidente de la RFEF de manera interina, otorgó para los próximos 5 años el manejo del VAR a una empresa cuyo Consejero Delegado es además miembro del Consejo de Administración de Barça Studios, filial como su propio nombre indica de uno de los equipos en liza en la competición.
Exacto: es uno de esos escandalosos conflictos de intereses del fútbol español ante los que sólo La Galerna y pocos más ponen el grito en el cielo, hasta que dentro de un tiempo, cuando ya sea tarde, tardísimo, un juez ponga también el grito en el cielo y comiencen las detenciones y los registros que debían haber comenzado hace tiempo, no sólo en Las Rozas, sino también en la Ciudad Condal.
Por cierto, ya que hablamos de la Federación, la portada de Marca también nos trae a Carlos Herrera, que se presenta a las elecciones por la presidencia. A pesar de que nuestro colaborador Nanook defendió ayer en La Galerna la idoneidad de esta candidatura, a nosotros no puede convencernos quien dijo que el tema Negreira tiene "difícil palpación". Hoy dice desde Marca que su candidatura preconiza "un fútbol limpio", pero a duras penas se atisba en sus intenciones la purga a lo grande que se merece no sólo la RFEF sino sobre todo la más putrefacta (y ya es decir) de las entidades que lo integran, el Comité Técnico de Árbitros, donde siguen campando por sus respetos sospechosísimos epígonos de Negreira, empezando por los mandatarios Medina Cantalejo y Clos Gómez.
Nada de esto, nos tememos, cambiaría con Herrera, pero la discusión es en todo caso baldía, porque Herrera no va a ganar. Va a ganar el mentado Rocha, o sea, el continuismo rubialista, que es como decir el continuismo negreiril, puesto que la inacción de Rubiales respecto al tema Negreira fue legendaria. Nosotros, de hecho, y a fin de atajar, propondríamos como nuevo Presidente de la RFEF (y por el mismo precio también del CTA, como aquellos jugadores-entrenadores) a Negreira mismo, a quien ascenderíamos a lo alto del trono con corona y capa de armiño, como Mobutu Sese Seko. El continuismo, amigos, o se hace bien o no se hace, y estas cosas conviene llevarlas a cabo a calzón quitao, que es como se manejan la RFEF y los más desaforados bukakes, valga la redundancia.
Hecha esta propuesta, ¿qué más podemos añadir? Cualquier otra consideración quedaría eclipsada por nuestra —modestia aparte— brillante idea. Carlos Sainz, Lamine Yamal y Xavi Hernández ocupan la mayor parte del resto de portadas.
Pasad un buen día.
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