No cabe duda de que nos encontramos ante una temporada muy singular. Los estrambóticos tropiezos con goleada incluida del Manchester City, Bayern, Manchester United o Liverpool así lo evidencian. También el intratable PSG ha comenzado de manera muy irregular en una liga que maneja con puño de hierro y equipos como Chelsea o Arsenal han tenido resultados en contra sorprendentes. No es una temporada normal porque tampoco la pretemporada de todos los equipos en general, pero de los grandes en particular, lo ha sido.
En España hemos visto buenos comienzos de Atlético y Barcelona, pero sin embargo la última jornada ha puesto de manifiesto sus dificultades. En cuanto al Real Madrid, numerosas han sido las críticas hacia su juego. Por criticar hasta se ha criticado el gran momento que vive Courtois, que sin duda le está dando puntos a su equipo. Lo cierto es que el Real Madrid ha disputado cuatro partidos -tres de ellos fuera de casa- y los ha solventado con diez puntos, cediendo un solo empate en un campo complicado como es el de la Real.
Pese a los evidentes brotes verdes que se vislumbraron en el partido ante el Levante, parece claro que el juego del Real Madrid todavía no está fluyendo. Sus partidos se están pareciendo mucho a los del maratón tras el confinamiento, sólo que salta a la vista que la forma física de los jugadores poco tiene que ver con la de entonces. A pesar de haber mantenido tres puertas a cero, a Courtois le están chutando más que en el final de la pasada liga, pero ¿cabe esperar un rendimiento óptimo de un equipo que sólo ha jugado un partido amistoso?
Los sorprendentes resultados de los equipos grandes tienen como nota común la irregularidad. Hasta el coloso Bayern, mejor equipo de Europa hasta que se demuestre lo contrario, encajó cuatro goles en un partido liguero ante el Hoffenheim. En este nuevo contexto, las victorias del Real Madrid valen oro. Si atendemos a los resultados del equipo madridista ante estos mismos equipos en la temporada pasada, el conjunto blanco sumó únicamente cuatro puntos en estos cuatro partidos. Un pobre bagaje que le dificultó enormemente la consecución de la Liga, a pesar de su gran balance ante los equipos más fuertes. Sin embargo, tanto a nivel mediático como en gran parte de la afición la sensación es de insatisfacción, ¿a qué se debe?
En este nuevo contexto, las victorias del Real Madrid valen oro
Varias son las causas para este estado predepresivo. La ausencia de caras nuevas sin duda es un contraestímulo para el aficionado nuevo que necesita renovar sus ilusiones con el último fichaje. Nunca hemos sido tan felices, sin haber tocado metal, como cuando Florentino Pérez anunció en un mismo verano a Kaká, Cristiano, Benzema, Arbeloa, Xabi, Albiol y Granero. El aficionado madridista se ha acostumbrado a que su presidente le regalara al crack de cada año y ahora que la política de fichajes ha cambiado de forma radical y que el Coronavirus dificulta todo, el hincha siente frustración. Como decíamos antes, el juego del Real Madrid todavía no está siendo estético. Uno cuando se sienta ante la tele espera ver ganar a su equipo y, si puede ser, también que le entretenga. Sin duda no sólo el juego influye en eso, también los goles que desatascan muchos partidos y le permiten a uno disfrutarlo con mayor tranquilidad. Se puede decir que en estos cuatro partidos el Real Madrid sólo le ha regalado unos treinta segundos de tranquilidad a su afición: los que pasaron entre el golpeo de Benzema y el final del partido ante el Levante.
Con todo ello, creo que es importante poner en valor este comienzo de temporada. El Real Madrid todavía no se ha permitido ningún tropiezo grave y cual hormiguita está sacando puntos que son de gran relevancia para cuando se esté jugando la Liga. Igual que hay que comprender que el aficionado medio está viviendo una época difícil a causa del Covid, uno no puede escapar a que el propio Real Madrid también la está viviendo. Resulta muy natural esperar de tu equipo, más cuando es el Real Madrid, que te permita evadirte de una realidad que arroja numerosas preocupaciones e incertidumbres, pero quizás esto esté elevando excesivamente un nivel de exigencia que en el momento actual ni siquiera el Real Madrid puede satisfacer de forma plena. Zidane parece querer explicarlo en cada rueda de prensa en la que, a pesar de tener a su equipo líder, tiene que dar explicaciones de por qué no todo es perfecto. Ya sabemos que en el Real Madrid nunca lo será, pero lo perfecto es enemigo de lo bueno y sí, yo creo que acabaremos viendo un buen Madrid.
Fotografías Getty Images.
Creo que el inicio de temporada es notable. Más allá del juego que no es brillante (Hay múltiples razones tácticas y técnicas para ello), lo cierto es que el equipo compite, es solidario, bastante intenso y cuidadoso especialmente en defensa. Courtois es un baluarte así como los dos centrales. Mendy ha empezado bien. Kroos está enchufado al igual que Valverde y Modric que han comenzado muy bien. El principal problema es el gol, así como los movimientos en ataque. Aún así hay mucho talento ahí arriba para tener esperanzas. Que nadie espere una apisonadora pero este equipo es noble y Zidane parece muy consciente de sus limitaciones. Si enlaza algunas victorias seguidas va a coger confianza y jugará con más soltura. Esperemos
Artículo muy equilibrado y un análisis certero, muy en su línea, enhorabuena.
Lo malo es que esos atisbos de ilusión, de esperanza, de satisfacción, ya se encargan los medios (tinglado mediante) en que no salgan a la luz (mediática), no sea que el aficionado madridista se vaya a sentir orgulloso y en sintonia con el club de sus amores.
Amedrentaditos nos quieren, con la cabeza gacha, en mi caso cuánto más injustos sean, más madridista me vuelvo, estoy mourinhizado.
¡HALA MADRID SIEMPRE!
Los medios no le dan tregua al Real Madrid. Y hacen mella en algunos de sus seguidores. Eso no se puede cambiar (como dice Zidane). Al equipo se le cuestiona todo, si gana, si no gana, si empata, si ficha, si no ficha, si no hace un ERTE, como si lo hubiera hecho, si juegan los jóvenes y si no juegan, si se reforma el estadio o no se reforma...en fin...
Sí, Cibeles. Es tal como cuentas. Es curioso, una de las cosas, por no decir la que más , que me quedó grabada de las intervenciones dialécticas de Benítez fue en una rueda de prensa , cuando en relación al cuestionamiento de la prensa explicó, con cierta gracia, la fábula del Padre, el hijo y el burro. Pues, eso. Haga lo que haga , el Madrid es puesto a caldo.
https://www.youtube.com/watch?v=i3bJ7SQ_-1s
... y si no hubiera sido por la inhibición del VAR en Anoeta, habrían sido 12 puntos de 12 posibles.
En el inicio de la pasada temporada, la inhibición del VAR (o la presencia del VAR S.A.), duró muchas más jornadas.
En efecto, puntos son amores. Y el madrid lleva 10 de 12 habiendo jugado 3 veces de visitante. Sin enbargo, de la misma manera que no hay que dejarse acomplejar por la excesiva severidad de algunas críticas, tampoco debemos pensar que no tenemos nada que mejorar. Es evidente que estamos adoleciendo de una candidez ofensiva incompatible con un equipo que pretende aspirar a todo y también es verdad que el engranaje defensivo del equipo aún no está bien lubricado. Este último defecto no es nuevo. Lo hemos visto en el Madrid cada comienzo de temporada durante los últimos 8-10 años, con la excepción de la temporada pasada. Lo que sucede es que en esos años anteriores, encajar goles no era tan grave porque casi siempre marcábamos uno más que el adversario. Esto ha cambiado. Ahora, nuestra falta de colmillo de cara al gol, puede penalizarnos mucho, porque necesitamos generar muchas ocasiones para marcar un gol. Por tanto, si el rival nos golpea y nosotros fallamos nuestras ocasiones claras, se abrirá una vía de aguia por la que se nos escapen bastantes puntos.
Hay que solucionar ambos problemas. Y cuanto antes, mucho mejor.
Me preocuparía que el Real Madrid no hiciese ocasiones de gol (frente al Valladolid, por ejemplo, no tuvo demasiadas) pero que cree muchas y las falle no me preocupa tanto porque sé que es una cuestión de rachas. Frente al Levante hubo remates para un resultado escandaloso y se fallaron goles increíbles, pero ese es el camino.
Tranquilidad.
Hombre, no cabe duda de que peor aún que fallar ocasiones es no crearlas. No recuerdo si fue Bilardo o Menotti,, tras un partido en el que su equipo había perdido habiendo perdonado muchas ocasiones claras, fue interpelado en rueda de prensa acerca de su futuro, pues estaba siendo muy cuestionado por los malos resultados. Él contestó que estaba muy tranquilo y adujo: “a mí me pagan para que el equipo genere oportunidades de gol; es a los jugadores a quienes les pagan para que las metan”.
Dicho lo anterior, a mi me parece que si son ya tantos partidos fallando tantas ocasiones, hay un problema que no va a depender sólo de la racha. Existe un handicap de más calado: tenemos demasiados jugadores de ataque a los que les cuesta mucho ver puerta. Ya sabemos que un día uno de ellos podrá hacer un doblete pero convengamos en que la capacidad anotadora de Vinicius, de Rodrygo, de Isco, de Jovic (dicho con la reserva lógica por haber jugado poco) , etc no es la vista en otras épocas en los atacantes del Madrid . Luego está el caso de Kroos y Modric, que sí podrían hacer números goleadores acordes a su demarcación (pongamos, 6-7 goles en liga) , pero chutan mucho menos de lo que para ello se necesita. Éste es un problema diferente.
En fin, que yo sí creo que no meter las ocasiones, ya durante tantos partidos, debería preocuparnos. Suele ser la diferencia entre competir por todo o limitar mucho los objetivos.
Florentino fue visionario en las vacas gordas con la ya archiconocida y archicomentada estrategia de traer a los mejores jugadores del mundo, lo que a su vez, vía derechos de imagen, redundaría en más visibilidad y por supuesto, ingresos. Eso pasó en 2002 y repitió la fórmula en 2009, ya en un entorno económico a la contra, lo que le valió las críticas del Monseñor Catalá entre otros.
Ahora en 2020, Florentino se trae de América un concepto que no estamos acostumbrados y que nos puede parecer doloroso en el corto plazo, pero que es muy común en las franquicias americanas de deportes: Me refiero a que hay cierto paralelismo en la "espera" de Mbappé a costa de sacrificar nuestra competitividad este año, y lo comparo con los cálculos del draft. La diferencia, que es sustancial, es que el Real Madrid, al contrario de los equipos de la NFL (en que la afición les "tolera" tirar la temporada para buscar el número 1 del draft), no puede permitirse dejar de competir. Esa es la labor de Zidane y con estos bueyes es con los que hay que arar. Que no son malos los bueyes, por cierto, por mucho que nos quieran convencer los ciudadanos periodistas.
Estábamos muy mal acostumbrados con el 4 de 5 y lo de 2 jugadores por puesto en 2017. Mis sobrinos no habían visto perder al Real Madrid en la Champions hasta el día del Ajax. Ahora toca pasar travesía del desierto, que nuestros padres vivieron durante 32 años. Estoy seguro que nosotros tenemos la ventaja de que nuestra espera no durará tanto.
Abrazos madridistas.