Quizá quedó atrás la gran crisis, entendiendo por ello el empacho derivado de tanto ganar, donde se mezclaron con tintes agridulces la altivez, la indolencia y el proceso de incorporar savia nueva. Las ocasiones marradas, ante el Leganés, el Barça y el resto de equipos españoles, no precipitaron algo análogo ante el teórico coco representado por el PSG, y resolver tan airosamente la eliminatoria de Champions prosigue con partidos como el que acaba de librarse en la villa de los herreros, ante uno de los equipos más hechos a jugar de memoria.
Sobresalieron algunos rasgos típicos de esta temporada en particular, fastidiosos unos y esperanzadores otros, como la recuperación sostenida de Bale, que acabó jugando de lateral izquierdo -donde forjara su despegue fulgurante en el Tottenham-, tras dejar jugadas de mérito, entre ellas un pase difícil y bien medido a Cristiano, y un cabezazo de los suyos. También vimos al Modric que lo hace todo como nadie, y ya habría sido Balón de Oro si no le ocurriese algo parecido a Iniesta con el gol, única asignatura pendiente para colosos por lo que respecta a ver y ejecutar todo el resto del juego.
modric habría sido balón de oro si no le ocurriese algo parecido a iniesta con el gol
Navas sigue sacando directamente fuera o al contrario con asaz frecuencia, aunque su agilidad y coraje hagan perdonable algo que ya le pasaba a Casillas, como si los porteros del Real se adaptasen a ser menos exigentes en cuanto al pase; pero el bloque de la zaga va ganado en seguridad, y la banda formada por Carvajal y Vázquez promete crecientes diabluras. Lo mismo sugiere una articulación de Marcelo con Bale, cuando Cristiano vuelve a ser el martillo de Thor. Con dos dinamos adicionales como Kroos y Asensio, las horas bajas de Benzema e Isco ya no inclinan a perder, empatar o ganar por los pelos, y si yo fuese Zidane estaría fundamentalmente tranquilo. Gestas memorables, o simple dignidad, vuelven a estar al alcance de la mano.
Salvo el Barça y el Manchester City, cuyas plantillas rebosan fuerza y talento ¿hay algo remotamente parecido a lo que Florentino y Sánchez lograron reunir? Me parece que no, y se da el caso que el factor añadido –la experiencia de triunfar en las ocasiones supremas- lo ostenta el Madrid. Asegurando la tercera plaza en nuestra liga, el futuro depara dos perspectivas a cual más estimulantes: una Orejona extra, y la renovación en profundidad del próximo verano. Viento en las velas.
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Por primera vez,veo un comentario,acertadisimo,sobre el saque de puerta del portero.Mira que Casillas era malo
sacando,todas al contrario,pero es que Keylor es igual o peor y hoy dia que se juega constantemente con el portero,a veces mas de la cuenta,es posecion regalada al contrario.Totalmente de acuerdo con este aspesto de su analisis,D.Antonio.
Saludos desde mi GRAN CANARIA Y HALA MADRID.-