Sigue funcionando la vieja guardia, la Tierra gira alrededor del Sol, el agua corre bajo los puentes. Especialmente orgásmico salió a la cancha Lukita, que cuajó una interpretación de esas que sólo él es capaz siquiera de idear. Su fantasía se dibuja perfectamente en un lance de la primera parte. Control orientado, encara al defensa, mueve el cuerpo sin tocar la pelota y el contrario cae fulminado, como si le hubieran sisado el naipe de la base. Pero también funcionaron como acostumbran el resto de integrantes de la unidad: Kroos no abandona el cartabón del mediocampo, Ramos salvó al Madrid en una de esas estampidas tras las que no crece la hierba, y luego está Benzema. Ya quedan pocos encantos por glosar, pero ese regate de funambulista sobre la línea de fondo o esa jugada donde controla con el pulgar para posar el balón en la red con el exterior de la bota son dos jugadas de filmoteca.
Por lo demás, es evidente que se ha producido un cambio de mentalidad. Hay partidos que abofetean la cara del equipo hasta hacerlo espabilar, y creo que la victoria ante el Sevilla es uno de esos. Desde aquel puñetazo en el mentón de la Liga, victorias contra Borussia, Atlético, Athletic y Eibar. Casualmente, el año pasado ocurrió algo parecido, el Madrid ganó al Sevilla en el Pizjuán y el equipo se recompuso. Las competiciones domésticas que ha ganado el Madrid desde que yo tengo uso de razón viven de eso: cuatro o cinco partidos que deshacen agravios y enderezan entuertos. Por seguir con la analogía del año pasado: Camp Nou, Pizjuán, Supercopa de Arabia y Anoeta. Partidos que salpican la temporada y que van, como digo, corrigiendo la anestesia que de vez en cuando adormila al equipo.
Guardo un rincón en esta contracrónica para Lucas Vázquez. Vilipendiado por el madridismo adolescente que campa por redes, hablamos de un jugador que no tiene red, y que, al más mínimo descenso de rendimiento, al contrario de lo que sucede con otros, volverá a ser lapidado en plaza pública. Sin embargo, hablamos también de, probablemente, el jugador de la plantilla que mejor centra en carrera, un driblador fantasioso, aplicado, versátil y cero problemático. Siempre en mi plantilla. Si al buen momento de Lucas añadimos el buen hacer de otros secundarios como Carvajal, Rodrygo o Courtois, nos queda una mezcolanza capaz de conseguir cualquier meta. Y pensar que hace medio mes Zidane iba a ser cesado...
Buenísimo artículo. Un pero, nuestro portero y el anterior no son secundarios. Sin ángeles de la guardia , W. De Ville o el Real Madrid no aguantan el tipo tantos años haciéndo rock&roll en la hierba.
Una pena que la reencarnación no exista para poder disfrutar de los dos en directo a día de hoy.
De acuerdo contigo en lo de Courtois secundario.
https://www.youtube.com/watch?v=z_gEPGucoRg
Uno de los grandes. Arte puro, torero de la vida.
Folquet, muy bueno el vídeo.Le debió gustar Manolo Escobar. A los dos les pasaba lo mismo.
🙂
Sólo falta que se incorporen algunas piezas más como Odegaard, Valverde. Que Vini sea menos irregular y que alguien hable con Asensio. Y que dejen de coser a patadas a Hazard... Vamos bien, pero queda camino por recorrer.
Este año al no haber parón de vacaciones de Navidad, ofrece una buena posibilidad para extender la racha siempre y cuando las fuerzas aguanten. El calendario a priori ofrece partidos con equipos menos poderosos, que son los que precisamente nos están fastidiando. Ésto no para.
Abrazos madridistaas
El mismo señor Mayoral que nos abochornó aquí con sus lloros y sus quejas y sus vergüenzas, qué vergonzoso era todo, habla ahora de madridismos adolescente; sería de risa si no resultara ofensivo.
Qué bonito es el amor, qué bonitas son las flores en el campo, y qué bonito es cuando mi equipo gana. Cuando pierde, a llorar como un omaíta. Así se anima, y así se escribe, a favor de obra.
Modric es el summum de la excelencia en la conjunción de la ética y la estética.