La ‘Quinta’ Copa de Europa y el añadido de la Copa Intercontinental conquistada en septiembre de 1960 frente a Peñarol provocó que el Real Madrid recibiese un gran homenaje nacional por sus grandes éxitos. El 21 de diciembre de aquel año se organizó un encuentro en el Santiago Bernabéu entre el Real Madrid y una selección nacional. Un partido, además, que estaba patrocinado por la Asociación de la Prensa de Madrid y era a beneficio de la Campaña pro Vivienda del Necesitado.
En un principio la idea que rondó, como explica Alfredo Relaño en un artículo de El País, fue que el choque midiese al cuadro blanco con una selección europea en París, el escenario de la primera Copa de Europa en 1956 que los merengues levantaron tras vencer al Stade de Reims. Sin embargo, el Régimen prefirió que todo quedase en casa.
Uno de los grandes atractivos de la noche iba a ser volver a ver a Raymond Kopa con la zamarra blanca. El francés había vuelto a su país y al Stade de Reims el año anterior. Además, como detalle, Alfredo di Stéfano iba a cederle su número 9 y él jugaría con el 7. Así se inmortalizó posteriormente el hecho con una fotografía histórica.
El ‘Napoléon’ del fútbol viajó a la capital junto a su esposa y en el entrenamiento previo al duelo en el que participaría con el equipo madridista fue recibido por Saporta y Pinedo. Uno de los primeros excompañeros a los que vio fue a Puskas. El magiar le murmuró: “estás fuerte”. Luego llegaron las fotos. Primero una de los dos y más tarde solo de Kopa con Louis Hon y Saporta. Entre otras declaraciones, el francés comentó que estaba bien de su lesión de hacía dos semanas y estaba curado “casi totalmente”. Fue entonces cuando llegó don Alfredo, le tocó en el hombro y le comentó “viejo, cuando quieras”. Así marcharon ambos a empezar con la sesión preparatoria. Al término del entrenamiento el francés se quedó obnubilado contemplando el Bernabéu.“¡Qué hermoso es esto!… Sigo creyendo que es el mejor estadio del mundo. Recogido, acogedor. ¡Y con tanta historia!”.
La ‘Quinta’ Copa de Europa y el añadido de la Copa Intercontinental conquistada en septiembre de 1960 frente a Peñarol provocó que el Real Madrid recibiese un gran homenaje nacional por sus grandes éxitos
Al día siguiente salieron publicadas un par de entrevistas. En Pueblo, Kopa dejó varios titulares. Uno de ellos fue que “jugaré por lo menos hasta los 40 años”, pero el que más resonancia tuvo fue: “en el Real no me dejaron jugar en mi verdadero puesto”. Añadió que “me habían colocado en el ala donde yo no era más que un comparsa, donde solo raramente me pasaban el balón. Yo quiero participar de la acción, incluso puedo desencadenarla. Lo demostré con motivo de dos raras ocasiones, donde, después de mis vehementes protestas se me confió al fin el puesto de delantero centro. Gracias a mí el equipo ganó. Pues bien, al tercer domingo se me colocaba de nuevo en el ala. Era verdaderamente desalentador…”.
Mientras que, en MARCA, manifestó que “es un honor que el club haya pensado en mí para este partido”, que “el mejor público que he tenido ha sido el madrileño” y que “si algún día vuelvo a España será, naturalmente, al Real Madrid”. El hilo de todo esto venía porque se rumoreó que el Barça fue a buscarlo al Stade de Reims, pero pidieron 500 millones de francos, lo que “era una manera de decir que no”, según el futbolista francés.
Por otro lado, anunció el club blanco que por iniciativa de Radio Madrid se habían instalado taquillas supletorias para la venta de entradas con autógrafos de los jugadores madridistas que se encontrarían en los lugares indicados de siete a diez de la noche. Estarían repartidas de la siguiente manera:
Frontón Fiesta Alegre: Kopa, Ruiz, Santisteban y Domínguez.
Sastrería Maté: Di Stéfano, Pepillo, Mateos y Vidal.
Bar Tropical: Gento, Marquitos, Pachín y Bueno.
Casa Mariano: Puskas, Zárraga, Herrera y Miche.
Bar La Bolera: Del Sol, Santamaría, Rial y Canario.
En el otro bando, de la confección del combinado se encargó Pedro Escartín, recientemente nombrado seleccionador nacional para la clasificación del Mundial de Chile’62. Por ello pensó que, en lugar de hacer una lista con los mejores jugadores de la Liga, españoles y extranjeros, era una oportunidad para ir formando un equipo de cara a los encuentros clasificatorios mundialistas. Solo hubo dos excepciones: los brasileños Evaristo y Vavá. La convocatoria completa estuvo formada por Ramallets (acabó siendo baja por gripe), Araquistain; Juan Manuel, Etura, Rivilla (se perdió el partido por molestias), Garay, Reija; Mauri, Ruiz Sosa, Maguregui; Odriozola, Pereda, Evaristo, Vavá (tocado, fue sustituido por Jones), Collar y Kubala. Laszi fue otro de los alicientes del partido y tuvo que realizar un gran esfuerzo para poder asistir. Se cruzó medio mundo (7.000 kilómetros) puesto que asistió en Chile a un partido entre Universidad Católica y River Plate para recaudar fondos de cara al Mundial por un importante terremoto que sacudió el país andino.
Escartín habló con la prensa y respecto a la lista argumentó que “hemos atendido a formar un equipo con los mejores hombres, pero dentro de la posibilidad de una mejor conexión”. Además, comentó el gran motivo del encuentro: “Lo hecho por el Real Madrid es lo más excepcional que vi jamás en mi larga experiencia futbolística. Y, por si fuera poco, ahí está, en avanzada construcción, la Ciudad Deportiva. Y a sumar, ese gran Estadio de Chamartín, que marcó la pauta a los demás grandes clubs. Por todo esto, y por mucho más, el Real Madrid se merece con creces este abrazo de España entera”.
La hora del encuentro fue a las 20:30 y las gradas presentaron un excelente aspecto pese a que los socios pagaban. Al palco acudió Franco, que habitualmente solo asistía las finales de Copa, y también hicieron acto de presencia su señora Carmen Polo y los ministros del Movimiento y de Gobernación. Se anunció que se daría un Balón de Plata a los mejores del partido por cada equipo rellenando la parte trasera de la entrada e introduciéndola en una urna antes de salir del estadio.
Los onces fueron los siguientes:
Real Madrid: Domínguez (Vicente 45´); Marquitos, Santamaría, Pachín; Vidal, Zárraga (Casado); Kopa, Del Sol, Di Stéfano, Puskas, Gento (Canario 49´).
Combinado Nacional: Araquistain; Juan Manuel (Etura), Garay, Reija, Mauri (Ruiz Sosa), Maguregui, Odriozola, Kubala, Jones, Evaristo, Collar.
La contienda tuvo un claro color blanco que ejerció una enorme superioridad sobre el combinado nacional y se hizo con la victoria por 4-0. “El pentacampeón hizo honor a su homenaje” fue el titular de la crónica en MARCA en la pluma de Cronos.
El primer tanto fue obra de Puskas que transformó un golpe franco en el minuto 21. Doce minutos después llegó el segundo en un pase de Kopa a Del Sol que, tras disputa con Garay, logró batir a Araquistain. El tercero se produjo en la segunda mitad, en el minuto 65’, con un tanto de Di Stéfano tras asistencia de Puskas. Y el último, el cuarto de la noche, llevó la firma de Canario, que necesitó de dos disparos para superar al arquero vasco. Araquistain recibió cuatro goles, pero según los comentarios de la prensa fue la gran figura del partido y evitó una goleada mucho más abultada.
Tras el encuentro se celebró un banquete dedicado al Real Madrid en los salones del hotel Castellana Hilton en el que se exaltó la significación del homenaje. El ministro secretario general del Movimiento, José Solís, destacó la hermandad del deporte español y el fin benéfico del partido. El ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Castiella, resaltó el carácter de embajada deportiva que ha tenido el equipo blanco en el extranjero. Y Benito Pico, presidente de la Federación Española de Fútbol, elogió la adhesión del resto de clubs y entregó a Bernabéu una placa que plasmaba el carácter nacional del homenaje. Por último, el máximo mandatario blanco dio las gracias e hizo votos por los éxitos del Barcelona en Europa.
Para terminar el acto, el señor Castiella impuso a Di Stéfano la insignia de la Cruz de Caballero de la Orden de Isabel la Católica. El Ministro afirmó en su discurso que “Di Stéfano es un jugador único, es un señor que pone toda el alma en el campo de juego, además de una constancia ejemplar y de una habilidad personal. Nosotros tenemos por Di Stéfano la más grande y sincera admiración. Es noble, correcto. Es un caballero de la Orden de Isabel la Católica, un caballero español del que nos enorgullece su estirpe latina”.
Unos días más tarde se dio a conocer a los ganadores de los Balones de Plata por su desempeño en el partido tras los 49.794 votos escrutados. Los vencedores fueron Di Stéfano en el equipo madridista con 25.338 votos y Kubala en el combinado nacional con 23.007, pero se argumentó que como Gento (17.182) y Araquistain (21.974) habían recibido una gran cantidad de votos también se les entregaría el trofeo.
La ceremonia de entrega tuvo lugar en el Palacio de El Pardo el día 11 de enero de 1961. Los señores Aramburu, gobernador civil de Madrid, Fuertes de Villavicencio, miembro de la comisión organizadora de la Campaña pro Vivienda del Necesitado y Raimundo Saporta, vicepresidente del Real Madrid, acompañaron a los cuatro futbolistas que recibieron sus galardones de manos de Carmen Polo, la esposa del Jefe del Estado que también estuvo presente en el acto.
Fotografías: archivo Alberto Cosín
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