Criterios de planificación de la plantilla del Real Madrid
Dirección Deportiva
Construir la plantilla perfecta es una aspiración utópica pero a la que deben aspirar todos los clubes. Y no, contar con los veintidós mejores futbolistas del momento es imposible, por una cuestión financiera y de gestión de grupo. Sin embargo, se impone la lógica de conjugar dos principios. Por una parte, la necesidad de contar con el mejor grupo posible para alcanzar los objetivos del curso y, en segundo lugar, la necesidad de que éste responda a un “desarrollo sostenible”, es decir, la posibilidad de cumplir dichos objetivos sin hipotecar el futuro de la institución.
Además, en el deporte profesional se da la circunstancia de que todos los futbolistas son iguales en cuanto a su categoría profesional, pero difieren en infinidad de aspectos que van, desde su retribución a su importancia deportiva o humana dentro del grupo.
Todos esos factores los ha de relacionar el club y el cuerpo técnico de cara a gestionar tanto su presente, como su futuro deportivo y económico. En conseguir el equilibrio de todos esos factores está la labor de la dirección del club y del staff técnico. Es ahí donde nace la importancia de la dirección deportiva, cualquiera que sea su organización. Proveer al cuerpo técnico con las necesidades para afrontar el corto plazo salvaguardando los intereses del club a largo plazo.
Las reglas del juego marcan que sólo once futbolistas serán inicialmente de la partida, que adicionalmente otros tres (cinco transitoriamente) o cuatro (prórroga) podrán participar, así como dieciocho (veintitrés transitoriamente) miembros de la plantilla se podrán sentar en el banquillo. Esto implica que hasta siete futbolistas (veinticinco fichas federativas) pueden quedar fuera de las opciones de jugar cada jornada. No obstante, la temporada es larga, muchos los partidos y el deporte profesional está repleto de contingencias, especialmente en el plano físico.
Aun así, la realidad es que el reparto de minutos no es simétrico, dada la importancia deportiva que adquieren unos futbolistas respecto de otros, lo cual lleva a los técnicos a la difícil necesidad de gestionar la frustración por parte de quienes se sienten menos importantes. Se originan así los roles y jerarquías de los equipos, los cuales tienen una importancia capital en la planificación.
No repetir errores
Centrándonos en el Real Madrid, la Temporada 19/20 viene marcada como el “año II post-Cristiano Ronaldo” y la evidencia de que el club está inmerso en un proceso de reconstrucción deportiva que está todavía lejos de acabarse y que será un proceso lento. La enorme inversión deportiva del último verano evidencia la necesidad por parte del club de darle un impulso al primer equipo tras la nefasta campaña 18/19, optando por incorporar figuras internacionales como Eden Hazard y otros futbolistas con potencial pero que habían desempeñado un papel relevante en equipos contrastados del fútbol europeo, como Militao, Jovic y Ferland Mendy, cambiando parcialmente respecto la estrategia de los últimos dos cursos en la que se apostó por futbolistas de menor trayectoria en el primer nivel internacional.
No obstante, la naturaleza del mercado futbolístico es compleja, la relación contractual es única y exclusivamente entre jugador y club, las fichas federativas limitadas y los recursos económicos obedecen a una realidad y necesidad presupuestaria. De ahí que ese proceso de reconstrucción sea lento y el Madrid haya tenido veintiséis futbolistas en el primer equipo (Rodrygo con ficha de la academia), que se redujo a veinticinco tras la cesión de Álvaro Odriozola al Bayern de Múnich en el mercado invernal.
Sin duda, se ha tratado de una plantilla muy larga a la par que descompensada en las diferentes zonas del campo. Ello ha propiciado que un gran número de jugadores haya terminado teniendo un rol residual a lo largo del curso, lo cual no es una situación cómoda de gestionar a nivel profesional y a nivel patrimonial, dado que tales piezas son activos económicos del club cuya participación afecta estrechamente a su valor. Se amplía el número de jugadores frustrados con su situación deportiva lo cual puede repercutir negativamente en la dinámica interna a la par que resulta complicado activar a tantos futbolistas para que sean un recurso de valor a lo largo del curso.
Así pues, no parece difícil extraer como primera conclusión, que una plantilla tan larga puede resultar contraproducente. Por tanto, una de las primeras labores del club seguramente pase por reducir el número de jugadores del primer equipo considerablemente. Sin embargo, los veintiséis que arrancaron el curso tienen contrato en vigor unos derechos laborales que les asisten y no depende exclusivamente del club. Todo ello sin perjuicio de otros futbolistas que estuvieron cedidos el curso pasado y con contrato en vigor.
Resuelta la cuestión de la cantidad, llega la necesidad de plantearse cómo ir cubriendo las vacantes. Es común en el imaginario popular pensar en veintidós piezas en el campo, todas ellas debidamente alineadas con su respectivo titular/suplente por demarcación. Sin embargo, lo que el profesional busca no es sólo una profundidad para afrontar un curso largo, repleto de partidos y circunstancias, sino que se busca diferentes respuestas para las preguntas que puedan ir surgiendo. Poder jugar diferentes tipos de partidos a lo largo de la competición, atendiendo a las circunstancias propias y ajenas.
Lo cierto es que el equipo buscará unos principios sobre los que asentar su juego, que van más allá de la táctica o el planteamiento concreto. Estos principios vienen principalmente derivados no sólo de la idea que pretenda desarrollar el cuerpo técnico sino fundamentalmente de las diferentes sociedades que se generen entre los jugadores a través de los partidos y entrenamientos y que irán moldeando la cara del equipo. Esas sociedades nacen a partir de la experiencia, repetición y el conocimiento de unos y otros futbolistas. Resulta evidente que si una pieza del sistema cae, esa sociedad puede resentirse y, por ende, la calidad del equipo. Sirva esto como introducción a la idea de contar con futbolistas multifuncionales, que estén activos, puedan desempeñar diferentes roles en el campo lo cual favorece a generar nuevas sociedades con los compañeros.
Surge así la cuestión relativa al superespecialista y la necesidad de contar con los mismos en plantilla según las diferentes circunstancias. Nadie se plantearía no contar con un segundo o tercer portero, qué duda cabe, pero en los jugadores de campo las circunstancias cambian. Por ejemplo, Karim Benzema o Casemiro son jugadores troncales en el modelo de juego de Zinedine Zidane. Si las lesiones les respetan, lo normal es que sean futbolistas que jueguen cuatro de cada cinco partidos a lo largo del curso. Contar con un suplente específico para dichas demarcaciones, quizás pudiera ser eficaz pero no eficiente, toda vez que sería imposible replicar su nivel y características, serían jugadores “desconocidos” para sus compañeros y probablemente el juego se resentiría. Quizás, es más interesante, desde la perspectiva de la planificación, no tanto contar con un especialista, sino con alternativas que puedan ocupar diferentes roles en el campo, que tengan un mayor número de minutos, sean más conocidos por sus compañeros.
Por ejemplo, Marco Asensio, quien viene desempeñando muchos roles diferentes en el ataque blanco quizás sea una figura más interesante que contar con un jugador más específico, como son Jovic, Mariano o, en su momento Mayoral, que, siendo muy buenos todos ellos, es difícil que no se note su diferencia con respecto a Karim Benzema y la falta de sinergia con sus compañeros si su participación es muy residual. Por tanto, puede ser más lógico la idea de disponer de futbolistas en cada línea que pudieran desempeñar, desde un rol secundario, diferentes competencias, acumulen minutos y estén más integrados en la dinámica del equipo, sin perjuicio de la necesidad de contar con diferentes variantes que aporten registros diferentes.
Por supuesto, esto no es más que un análisis teórico y habría que acudir a las circunstancias propias de cada equipo o jugador. La profundidad de plantilla es necesaria y no todos los futbolistas gozan de la misma continuidad física a lo largo del curso, bien por su naturaleza (Gareht Bale), bien por una cuestión de edad (Marcelo o Modric). Pero ese rol del jugador “2x1” es interesante a nivel práctico y de gestión.
Como decíamos anteriormente, la necesitad de gestionar el presente se mezcla con la mirada permanentemente puesta en el futuro. De ahí la necesidad de la plantilla de contar con jóvenes mirlos, de la cantera o procedentes de fuera, que constituyan un activo patrimonial y deportivo para el club de gran valor. Pero tiene que existir un equilibrio a la hora de contar con tales piezas. El jugador joven demanda sus tiempos, es importante que se respeten las etapas de desarrollo y, por lo tanto, entender el rol que deben desempeñar. El papel del joven es cubrir un trayecto que va de la demostración al rendimiento y que tiene sus propios tiempos. Sus primeros pasos son demostrar que es un jugador para el Real Madrid, sus minutos deben ser de “resta cero”, no está para rendir ya sino para mostrarse. Y, una vez cumplida esa etapa, empezar a acumular cuota de rendimiento e importancia hasta consolidarse como jugador del primer equipo y, quien sabe, en futuro un titular o una estrella. Pero eso es un proceso que lleva su tiempo y que lo marcará el propio desarrollo del futbolista. De ahí, que sea fundamental que la plantilla esté confeccionada para darle el sitio y rol que necesitan, sin torpedear tal desarrollo.
Seguramente, uno de los errores del pasado, que ha repetido el Real Madrid es contar en algunos momentos con un exceso de futbolistas jóvenes a los que se les ha exigido un rendimiento para el que en la mayoría de los casos no estaban preparados en ese momento.
Tratando de establecer una analogía al respecto, y disculpando mi desconocimiento en la materia, imaginemos que el Real Madrid es un Hospital/Centro Sanitario con sus diferentes especialidades y los jugadores serían el personal facultativo. Cada especialidad, debería contar con sus respectivos Jefes de Servicio, sus jefes de sección, sus adjuntos y sus médicos residentes que constituirán el futuro del servicio del hospital. Es evidente, que el nivel de responsabilidad y pericia debe ser más alto cuanto más se sube en el escalafón. Si no hay un correcto equilibrio, podría darse el caso de que el servicio quedase al servicio de los residentes, quienes en su caso todavía no tienen el título de especialistas.
En épocas reciente, véase “Zidanes y Pavones” o las temporadas 17/18 y 18/19 ese equilibrio quedó en cuestión, con un R.Madrid que perdió algún Jefe de Servicio (Ronaldo 18/19) sin promocionar a otro, o la pérdida de adjuntos (Morata, Pepe, James, Danilo en 17/18) cuyo lugar fue cubierto con plazas MIR (Mayoral, Ceballos, Theo, Achraf, Vallejo) lo cual derivó en un empeoramiento considerable del servicio, no por la calidad de los mismos, sino porque sus carreras estaban en otro punto y ese impacto inmediato era difícil que se diera. Por ello resulta imprescindible cuidar el escalafón y que los jóvenes tengan el tratamiento y responsabilidad debida. El joven debe demostrar que puede obtener el título de médico especialista antes de pasar a ser adjunto y, quizás, en un futuro Jefe de Servicio. Pero es necesario que cumpla su formación, la cual será diferente en tiempo y forma según cada jugador.
En la historia reciente han existido fenómenos como Raúl, Ronaldo Nazario, Cristiano Ronaldo, Neymar, Leo Messi o Mbappé que en edades juveniles ya eran auténticas estrellas mundiales con una mochila de partidos y goles en competiciones internacionales que superaron esa formación en un lapso de tiempo muy corto, pero tales situaciones deben considerarse como la excepción y no la norma.
Un caso paradigmático en este sentido fue un fenómeno como Andrés Iniesta, quien debutó en 2002 con 17 años y fue poco a poco ascendiendo en importancia, alternando el filial con el primer equipo en sus primero años, siendo un jugador de rotación cada vez más importante entre 2004 y 2007 y alzándose con la titularidad y posterior estrellato a partir de 2008. Hablamos de un proceso de seis años entre el debut y la condición de titular y estrella del equipo. Que Ronaldo Nazario, Leo Messi o Cristiano Ronaldo fueran Balones de Oro a los 21, 22 y 23 años respectivamente no debe ser entendido como lo habitual, son talentos históricos y difícilmente repetibles.
Tras las incorporaciones del verano pasado, el Real Madrid ha equilibrado mejor el equipo en la relación rendimiento-potencial. De este modo se permite que los más jóvenes del equipo tengan una cuota de responsabilidad acorde a su formación y cuya misión sea tirar la puerta abajo para alzarse con un puesto en el equipo.
Temporada 2020/2021 y más allá
De cara a la particular 20/21, de lo acontecido durante el curso, puede afirmarse que hoy Zinedine Zidane cuenta con seis titulares (Courtois, Sergio Ramos, Varane, Carvajal, Casemiro, Kroos y Benzema) a los que, seguramente, habría que sumar Eden Hazard a quien el técnico ha dado galones a pesar de sus recurrentes problemas físicos. Habría un segundo grupo de ocho futbolistas que parecen opositar a los tres o cuatro puestos vacantes que serían Marcelo, Ferland Mendy, Valverde, Luka Modric, Isco, Rodrygo, Vinicius y Asensio. De este modo, se configuraría un grupo de quince futbolistas que podríamos catalogar como importantes, en mayor o menor medida cada uno. A partir de ahí se sumarían futbolistas como Militao, que parece la primera alternativa clara al centro de la zaga y el resto de los integrantes del primer equipo sí parecen tener un rol más incierto, si bien jugadores como Nacho o Lucas Vázquez aparentemente son de total confianza del técnico galo. Así, si sumamos al segundo portero (todo parece indicar que será Andriy Lunin), existe un núcleo de 19 futbolistas en los que el técnico confía y considera preparados para sumar desde ya. Si bien, dentro de ese núcleo se han integrado futbolistas como Valverde, Vinicius o Rodrygo que todavía están dando sus primeros pasos en la élite y poco a poco van consolidando su importancia en el equipo.
Queda por ver cómo completará el plantel en un verano atípico en el que el club no podrá acudir al mercado y deberá nutrirse fundamentalmente de los jugadores con contrato. Existe una duda razonable de si el club será capaz de reducir el número de fichas hasta una plantilla más manejable, teniendo en cuenta la poca predisposición de algunos jugadores a salir en el pasado, a pesar de contar con opciones para disputar más minutos (Brahim o Mariano) o la posibilidad de colocar futbolistas con contratos muy elevados cuyo rendimiento y caché se ha devaluado considerablemente (Bale o James). Las circunstancias económicas actuales, no obstante, obligan al club blanco a mantener en el escaparate a prácticamente toda su plantilla, lo que puede hacer que ese grupo de confianza de dieciocho futbolistas se reduzca en cuyo caso tengan que ascender en el escalafón jugadores que no han gozado de esa confianza en el pasado (véase Ceballos u Odriozola) y dibujen un escenario totalmente diferente.
El curso 20-21 seguramente comience con mayores certezas que la 19/20. Zidane conoce a su plantilla, sus jugadores a él y a su vez éstos entre ellos. La evolución de Valverde, Vinicius o Rodrygo nos permiten ver tres niños que están demostrando y parece que reúnen el nivel suficiente para ser jugadores muy a tener en cuenta a lo largo del curso. En este punto, al inicio del curso pasado sólo Vinicius cumplía con tal premisa, siendo Rodrygo o Valverde auténticas incognitas.
Más dudas suscitan las millonarias contrataciones que se efectuaron el curso pasado. Sólo Ferland Mendy ha cumplido con creces, si bien Militao ha estado correcto en el rol de tercer central si bien el equipo sigue sufriendo en demasía cuando no está Sergio Ramos, siendo Militao un central de características muy diferentes a las del camero. Especialmente decepcionante ha sido el curso de Eden Hazard y Luka Jovic. El belga llegó para ser estrella, llegó fuera de forma demostrando estar lejos de los estándares de profesionalidad que debe poseer un crack blanco y, posteriormente, las continuas lesiones han sido un auténtico lastre que siembra dudas sobre su maltrecho tobillo y si el jugador va a recuperar su nivel teórico. En cualquier caso, la confianza de Zidane en él es muy grande y parece que volverá a partir como jugador importante.
Más oscura es la situación de Luka Jovic, que ha parecido muy desconectado de la dinámica del equipo y cuyo encaje en el equipo blanco no parece sencillo. Hoy su rol parece el de reemplazo natural de Benzema, pues no termina de mezclar bien con el delantero galo cuando se juntan en el campo y tampoco es exactamente el perfil de jugador revulsivo. Eso le deja en un rol complicado, pues Benzema es un pilar del equipo y sólo una lesión de éste parecería abrirle la puerta del equipo. Situación que no favorece al serbio, pues está muy lejos de la dinámica colectiva y le resulta complicado rendir. Deberá valorar el club si le interesa mantener al serbio en plantilla o una fórmula de cesión o traspaso de cara a revalorizar al futbolista.
La llegada de Odegaard, a diferencia de otros cedidos como Odriozola o Ceballos (si volvieran) es la única que se presenta como fichaje y por ende con incógnitas, dado que hace años que no trabaja con el técnico y sus compañeros, un tiempo en el cual ha crecido como futbolista hasta convertirse en uno de los jugadores más relevantes de La Liga durante el curso pasado. No obstante, conviene no olvidar que se trata de un futbolista de 21 años, con poca experiencia en el máximo nivel continental y que va a dar un salto muy grande. Debe ser un jugador con capacidad de sumar, pero debe ser él quien vaya ganándose la jerarquía a través del día a día y los partidos.
Sin entrar a cuestiones más puramente tácticas, de las que habrá tiempo de discutir cuando conozcamos la plantilla del curso que viene, lo cierto es que hoy el equilibrio de jerarquías parece estar mejor repartido que hace un año. Los jóvenes han dado ese paso al frente necesario para ir consolidándose poco a poco y la columna vertebral de veteranos, en general, ha respondido. La plantilla es lo suficientemente profunda y rica en recursos para construir un equipo que pueda afrontar un curso con todas las garantías, queda por ver cómo la articulará el club y el cuerpo técnico para ser del gusto de éste, favorecer la gestión interna y permitir al club un respiro económico, absolutamente necesario en los tiempos que corren.
Fotografías Getty Images.
Excelente artículo, si señor. Buen trabajo! No obstante, a la exposición hay que sumarle el hándicap de los cupos de Club y Association trained que también restringen su confección.
Muy buen artículo y gran análisis. Se reconoce la deficiente planificación del año pasado y se dan las claves para la actual. Más allá de los nombres al Madrid le falta gol y desequilibrio. Hazard puede aportarle ambas cosas pero su edad y su estado físico generan dudas. Jovic no ha cuajado pero es joven y tal vez merezca otra oportunidad. Desde mi punto de vista necesita jugar cinco o seis partidos seguidos sino será difícil. Si Bale sale habría que explorar el fichaje de algún delantero o extremo diestro consolidado que aportará goles. Sin eso va a ser difícil competir a nivel champions. Ya estamos viendo el nivel de la liga y el nivel de Europa, están a años luz. Para el centro del campo recuperaría a Odegaard, Oscar y Ceballos y daria salida a Isco, Modric y James. Ayer el Bayern nos mostró que sin velocidad y presión no puedes ganar a los grandes. Por último la defensa es de lo más complicado. Militao no me termina de convencer y Nacho debería salir. Un central con salida de balón se hace necesario. Upamecano es un sueño pero es una muestra de lo que un solo jugador puede provocar en tu oponente. Con dos fichajes de primer nivel se podría dar un salto importante, sin traer nada tendría que mejorar el juego colectivo y eso no parece fácil ahora mismo.
La confeccion de una plantilla ya lo dijo Cruyyf y Benito Floro de 25 jugadores 8 pueden ser extranjeros 8 de los mejores españoles y 8 los mejores canteranos para la cubrir los puestos que se necesiten. Y hoy lo mas necesario es un defensa central y un goleador que puede ser Jovic si le dan partidos
A Reinier no se le debe ceder a un club extranjero ya que ese tiempo no contaria para obtener la nacionalidad española, se le debe ceder a la Real Sociedad como Odegaard o a otro pero que sea español y con la condicion de que juegue que no le pase lo que a Lunin en Leganes y Valladolid
Excelente análisis de la plantilla. En líneas generales estoy de acuerdo. Creo que Isco y Marcelo yo no están físicamente para un alto nivel y deberían ser reemplazados. Como demostró ayer el Bayern, si juegas andando te machacan. Isco juega andando y Marcelo igual. No entiendo que siendo jugador tuyo Reguilon no venga porque el desfondado Marcelo le impida el paso. Falta un central con personalidad y diferentes alternativas en medio campo. Además de Odegaard que proporciona velocidad de balón, desequilibrio y último pase, yo me quedaría con Ceballos por su dinamismo y versatilidad y con Oscar Rodríguez por llegada desde segunda línea y magnífico golpeo de balón. Si Hazard se recupera y Rodrigo sigue evolucionando yo no me preocuparía demasiado por la parte de arriba.
Excelente documento.
Pero, rápido salen los compradores y vendedores de jugadores.
Florentino, fíchalos, que ellos son los que saben de fútbol.
Hay muchas opiniones sobre la necesidad de fichar a un goleador top pero nadie da nombres. Descartados Cristiano y Messi, inalcanzable de momento Mbappe, solo queda Lewandowski como goleador contrastado que mejore las cifras de Bencema , pero me parece que el Bayern actualmente no está dispuesto a negociar. Seria muy bueno que, además de reclamar el fichaje, nos informarán a los aficionados y al cuerpo técnico donde están y como se llaman esos acreditados goleadores.
Es curioso lo que comentas sobre la preferencia de "todoterrenos" antes que especialistas en determinados puestos, así se entiende el caso de Benzema y la ausencia de DC suplentes o la falta de minutos cuando han estado (Jovic, Mariano). Básicamente no hay nadie como Benzema, y si pones a cualquier otro DC, la diferencia sería abismal a nivel de juego, aunque no estaría mal tener un plan B de tanque rematador. El único parecido a Benzema diría que es Firmino, pero es menos goleador y seguramente con un precio prohibitivo. El otro sería Lewandowski, candidato serio a Balón de Oro 2020, pero también es un veteran treintañero, y con un precio ultraprohibitobo. Kane, goleador y con un juego de calidad, tiene problemas de lesiones recurrentes. Immobile sería una nueva opción de DC clásico, pero su precio se habrá disparado, y en sus salidas fuera de la liga italiana no ha cumplido las expectativas. Así que parece que la apuesta va por que otros aporten goles y quizá en caso de necesidad probar a un segundo punta de falso 9. En el caso de Casemiro entiendo menos la falta de recambio, aunque realmente si que lo hay, Valverde, pero debido a que ahora mismo es titular, haría falta un MCD suplente, y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, sería interesante buscar uno que también pueda jugar de central, con altura y físico, y con cierta veteranía.