Dicen los que saben de fútbol que los títulos se ganan durante la primavera, en los meses de abril y mayo. Indudablemente, si nos ceñimos a lo que es el calendario en sí, es innegable que es en esas fechas cuando se disputan las finales de Copa de Europa, de Copa del Rey y se decide la Liga. Hasta ahí, nada que objetar. Es obvio.
Lo que no se dice nunca es algo que los hombres de campo conocen desde hace siglos: para recoger la cosecha, primero hay que sembrar. Si no siembras, ya puedes esperar sentado a que pasen las burras de leche porque lo que es cosecha poco o nada recogerás.
En el fútbol, la siembra es en los meses de noviembre, diciembre y sobre todo, enero. Este Madrid de Zidane ha estado a punto de echar a perder toda la ‘cosecha’ con un pésimo inicio de temporada en el que dejó ir muchos puntos en Liga y se puso a sí mismo contras las cuerdas en la Champions League, su competición fetiche.
La vuelta de timón que el equipo dio tras perder en Kiev de manera calamitosa ha sido espectacular. Empezando por Zidane, que vio las orejas al lobo y decidió apostar por una cosa tan sencilla en el fútbol como es que jueguen los que están en forma. En un club como el Madrid, se les supone la calidad a todos sus jugadores, por lo que alinear a los que están en buen momento físico, motivados y con ganar de tirar del barco es algo imprescindible para llevar la nave a buen puerto.
El equipo pasó por un momento muy negro, con resultados impensables y con la enfermería llena. En ese instante, algo cambió tras las derrotas en Copa de Europa y en Valdebebas ante el Alavés. En Zidane y en los jugadores. El balance desde ese momento es muy bueno: se cerró las fase de grupos de la Champions como primeros de grupo y en Liga se ha encadenado una racha de resultados espectacular, con victorias ante rivales directos en la competición como el Sevilla y el Atlético, incluidas. Pese al último empate contra el Elche.
El Madrid llega, por tanto, al inicio de este 2021 con todas sus opciones intactas y vivo en todas las competiciones. Por eso es ahora más importante que nunca mantener el ritmo y el nivel. En enero no sólo se juegan buena parte de las opciones de llegar al final de la Liga con opciones de ganar el título. Más aún teniendo en cuenta que este año el F. C. Barcelona parece haber entregado la cuchara y está inmerso en un puñado de líos, cualquiera de ellos de tamaño suficiente para que, si afectasen al Madrid, abriese todos los telediarios y portadas de los periódicos. Con esa situación, el rival para el título es un Atlético de Madrid que pocas veces ha aguantado un pulso cara a cara al Madrid. Llegar con opciones a mayo es básico para pelear por la Liga.
También en enero se disputa el primer título del año, la Supercopa de España, en este caso sin viaje a Arabia incluido, y comienza la Copa del Rey, todo ello como aperitivo del tramo decisivo de la temporada que se abrirá con la eliminatoria de octavos de final de la Copa de Europa (me gusta más el viejo nombre) ante el Atalanta.
Por todo ello, empezar con buen pie, sumando, con buenas sensaciones y sin lesionados es totalmente fundamental. Evitar caer en los errores de otros años o repetir el lamentable inicio de temporada de este, condenaría al Madrid a una temporada yerma de títulos. Octubre agotó los cartuchos de reserva. En enero, se tira con pólvora de verdad, no del Rey. No caben los errores.
Fotografías: Getty Images.
Una precisión con todos mis respetos disparar con pólvora del Rey no es disparar con salvas de ordenanza; la polvora es de la misma calidad que la que usa con fuego real. La diferencia es que la polvora no la paga uno si no el Rey y eso hace más fácil disparar sin temor al gasto que ello conlleva.
Así es desde los tiempos de los Tercios. Totalmente de acuerdo. Utilicé esa expresión como una licencia.