A dos días del Mundial se reabrió la vieja querella entre el Madrid y la Selección española de fútbol a cuenta del fichaje de Lopetegui. A fin de cuentas, el origen es una incompatibilidad de cohabitar que en el fondo resulta irresoluble: ambas instituciones compiten por la proyección universal del país o, como decía Mercutio Montesco en Twitter, la Marca España. La Selección nunca fue adversario en este terreno para el Real hasta el año 2008. El ciclo victorioso de España en el fútbol de naciones coincidió con una de las épocas más oscuras del Madrid, deportiva e institucionalmente hablando, y con la eclosión del fenómeno político-futbolístico del xaviniesta-procesismo, poco estudiado todavía; la conjunción de acontecimientos trastornó un status quo que siempre había favorecido al Madrid, dueño desde 1956 del orgullo simbólico de lo español allende los Pirineos por ausencia de contendientes.
Con el asunto Lopetegui se volvió a dudar en público de la lealtad de los madridistas al equipo nacional. Se cuestionó directamente desde la presidencia de la Federación. En vísperas de una Copa del Mundo en la que la Selección, cuyos mejores futbolistas son casi todos del Madrid, parecía tener vivas opciones de campeonar, Florentino Pérez se apareció ante el español del común como el villano ideal. Lo hicieron aparecer, hay que decir: el control del relato está en manos de unos pocos periodistas que, desde siempre, tienen un sentido patrimonial de la Selección que probablemente les consuele del que no pueden proyectar sobre el Madrid. Pero el Madrid no es el enemigo de la Selección. Nunca lo fue. Lo del club con la Selección se acerca más a un padrinazgo representativo que a un enfrentamiento desconfiado. La historia empieza en 1904.
Lo pone en la web de la FIFA: La Fédération Internationale de Football Association se fundó el 21 de mayo de 1904 en el edificio trasero de la sede de la Union Française des Sports Athlétiques de la Rue Saint Honoré n° 229.
Los apoderados de las siguientes asociaciones firmaron el acta fundacional:
Representando a Francia se encontraban Robert Guérin y André Espir; a Bélgica: Louis Muhlinghaus y Max Kahn; a Dinamarca: Ludvig Sylow; a los Países Bajos: Carl Anton Wilhelm Hirschmann; a Suiza: Victor E. Schneider; por el Madrid Football Club: André Espir; a Suecia: Ludvig Sylow.
Este hombre, Espir, apoderó a España a través del Madrid: la Federación Española de Fútbol aún tardaría en aparecer cinco años más, y la Selección, dieciséis. El promotor español de la idea de la confederación internacional fue uno de los fundadores del Madrid, Carlos Padrós. El fútbol español le debe mucho a Padrós. Su hermano mayor, Juan, fue el primer presidente del club. Él, el tercero, nunca pudo jugar al fútbol por una parálisis que sufrió de niño. Lo compensó con un talento organizativo fuera de lo común que, además del mejor club de fútbol del mundo, dejó como legado la Copa de España o la misma Federación.
Lo de la Copa del Rey es una historia curiosa. Empezó siendo un torneo impulsado por Padrós dos meses después de constituirse la primera Junta Directiva del Madrid Football-Club en la trastienda de la boutique familiar de telas (se llamaba “Al capricho”) que su padre tenía en la calle Alcalá. En esta primera copa nacional del extraño deporte que practicaban hombres en calzoncillos junto a la Plaza de Toros De Goya, hoy WiZink Center, se celebraba la mayoría de edad de Alfonso XIII. Padrós invitó al New de Madrid, al Vizcaya (una selección bilbaína formada por los futbolistas del Athletic y del Bilbao), al Barcelona y al Español de Barcelona. Se jugaron un trofeo donado por la Casa Real en los terrenos que hoy ocupan los Nuevos Ministerios. Lo ganaron los vizcaínos. Al año siguiente se consagraría la tradición.
Carlos Padrós había nacido en Sarriá. Sus padres eran catalanísimos, naturalmente. Su padre, Timoteo, un comerciante del textil, de Barcelona; su madre, Paula Rubió, era de Villafranca del Penedés. Se casaron en Santa María del Mar. Trasladaron el negocio familiar desde Barcelona hasta Madrid cuando Carlos tenía seis años. El Madrid nació, literalmente, en una mercería de catalanes, entre las calles Alcalá y Cedaceros. Padrós, educado en la Institución Libre de Enseñanza, supo desde pronto el valor del deporte y la actividad al aire libre y el influjo decisivo que podían tener en la vida moderna. Escribió esto en 1903: “Se juega al aire libre, en pleno campo, aprovechando lo que a torrentes nos prodiga la naturaleza para fortalecer nuestra salud: aire y luz... se lucha con noble emulación por la victoria.. la inteligencia es un factor que ha de acompañar a la agilidad y fuerza muscular, reúne, en una palabra, cuanto se precisa para que este sport resulte útil y agradable”.
Los Padrós, junto con una camarilla de antiguos estudiantes de la Institución y ex-jugadores del primer equipo que hubo en Madrid, el Sky, formalizaron legalmente el Madrid Football Club en 1902. En realidad el equipo llevaba existiendo desde 1900. En la tienda de los Padrós redactaron el primer Estatuto de esta naturaleza que hubo en España: ya desde los primeros pasos, el Madrid adquiría su dimensión de pionero. Además del color de la camiseta, blanca con una banda cruzada en morado, y de los pantalones, azules, en los estatutos se definía al Madrid con un timbre muy innovador, casi internacionalista: “Sociedad civil particular denominada Madrid Football-Club con objeto de fomentar bases progresivas la afición al juego llamado Fottball Asociation”.
los padrós formalizaron legalmente el madrid football club en 1902
El Madrid llevaba en Padrós el embrión de la proyección global. Ese mismo año de 1902 el hombre fundó la Unión Madrileña de Clubes, un antecedente de las federaciones regionales y de la nacional; en 1904, ya presidente del club, intervino en la creación de la FIFA ante la ausencia de un organismo español homologable con las federaciones europeas que concurrieron en la Rue Saint Honoré de París para montar la primera confederación internacional. En 1906 visitaba Madrid el Presidente de la República francesa, Émile Loubet, ocasión que aprovechó Padrós para organizar el primer partido internacional del Madrid, frente al Gallia Club Paris, campeón de Francia e histórico club que desapareció con la Segunda Guerra Mundial.
La publicación Arte y Sport publicaba en noviembre de 1904 un artículo del periodista Manuel Heredia en el que se destacaba que “la Sociedad del Madrid Foot-Ball Club, una de las primeras de esta villa, realiza notables esfuerzos por implantar este varonil "sport" en nuestro país. Para ello, cuenta con la inestimable ayuda de su presidente, D. Carlos Padrós, organizador de importantes concursos, a los que acuden los mejores equipos de España. Es la más antigua de la Corte y la que viene sosteniendo el foot-ball con un entusiasmo digno de alabar. Grandes han sido los sacrificios hechos por este Club para conseguir implantarlo en España, donde unas veces parece querer extenderse y otras desaparecer, lo cual demuestra nuestra decadencia de ánimo y entusiasmo en todas aquellas cosas que pueden ser útiles, como es el foot-ball para la decadente juventud, sport varonil que se juega al aire libre y á costa de un insignificante sacrificio. El Madrid, y siendo presidente el Sr. Padrós, ha sido la primera Sociedad de España que organizó un concurso de esta índole, al que acudieron todos los mejores equipos que tenemos en las diferentes regiones, disputándose reñidamente la copa ofrecida por el Excmo. Ayuntamiento de esta Corte, siendo alcalde el Sr. Aguilera, con motivo de la coronación de S.M. el Rey D. Alfonso XIII”.
Padrós dejó en 1908 la presidencia del club que cofundó. Desde entonces sería el primer presidente de honor del Madrid. En 1909 organiza la reunión fundacional de la Federación Española de Fútbol. Más tarde ayudaría a que el propio Madrid y otros clubes disidentes se mantuviesen en el organismo, al que, con su intercesión, Alfonso XIII concedió el título de Real. Presidía la Federación su inseparable hermano Juan, figura también central del nacimiento del fútbol como actividad organizada en España. Desvinculado más tarde del fútbol, terminó como diputado liberal en Cortes y redactando un proyecto de ley que fomentaba la sindicación de agricultores, jornaleros y patrones.
Hombre cosmopolita, abierto, inquieto, recto, también algo soberbio e intransigente según las fuentes, fue, como el Madrid, un hijo de la burguesía liberal, urbana e independiente. Ese carácter supieron transmitírselo los Padrós al club que fundaron como si fuese una cosa genética. El Madrid ha sabido conservarlos a lo largo de siglo y pico largo a pesar de algunas noches oscuras. Como la Historia parece empezar en los 90, Madrid y Selección española son ahora presentados como entes opuestos e irreconciliables, como si el bien de uno fuese el mal inevitable del otro. El Madrid sólo mira por su interés y no le importa nada “el equipo de todos los españoles”, que sólo es de todos cuando interesa, como pasa siempre con estas cosas. Todos los empeñados en contraponer a la cegadora luz del patriotismo deportivo interesado el viscoso interés egoísta del Real deberían conocer que la historia del equipo nacional, incluso de la Federación, está unida a la de la institución deportiva más importante del país a través de personajes extraordinarios como Carlos y Juan Padrós.
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Buenos días, excelente artículo D. Antonio que recupera la senda de otros artículos ya publicados por usted en La Galerna y que casi tienen la categoría de legendarios, no se si es historiador o no, pero que para esto de la historia usted vale y mucho, no me cabe duda, hay momentos de su artículo con los cuales me he emocionado
para terminar afirma usted entre paréntesis.
(Con el asunto Lopetegui se volvió a dudar en público de la lealtad de los madridistas al equipo nacional. Se cuestionó directamente desde la presidencia de la Federación.)
En mi caso en la Federación, no duden, ténganlo por seguro.
Saludos blancos, castellanos y comuneros
Ayer comenté lo mismo en el artículo dedicado a la concesión del título de Real a nuestro querido Madrid: Estos artículos que nos ofrecéis son de tal nivel que considero que debíais plantearos editarlos y publicarlos. Estaría bien que todos tuviésemos información adicional con la que rebatir ciencia ficción y defendernos de los neandertales que nos atacan con leyendas negras.
Saludos
¿No habría alguna forma de hacer llegar estos extraordinarios textos a más sitios?
HISTORIA. Y no lo que nos quieren vender.
Bravo, bravo y bravo.
No es que los madridistas hayamos dejado de lado al equipo nacional, es que desde hace tiempo se nos ha invitado a marcharnos.
Los madridistas son los indepes de lazo blanco del fútbol español. Florentino es su Pujol y Cristiano su Puigdemont. Dios nos libre de que metieran a Cristiano en la cárcel, o que Florentino tuviera que escapar del país, porque dejarían a los indepes y sus ridículos delirios a la altura del betún.
No sólo el Madrid es más importante que la selección, es que sin el Madrid, no habría selección. La selección debería subordinarse al Real Madrid. Ser de la selección es de nacionalistas, ser del Madrid, aplicar la razón. Siempre quejándose y llorando del antimadridismo. Aún encima de ser todo lo que dicen que es el Madrid, lloran porque nadie les quiere y porque si hay que echarle la culpa a alguien, siempre al Madrid. Porque la culpa es siempre del Madrid, porque nos tienen envida. No soportan que ganemos siempre.
Y todo así. Lo peor, lo en serio que se toman a sí mismos.
Pues como con los indepes: ojalá una liga para vds solos y ojalá crearan una selección realmadrileña para que jugaran vds los mundiales.
Con su nick usted mismo se retrata.
Vease usted la camiseta del Madrid y vea a ver si hay alguna bandera o enseña. Vea también y escuche (lo cual requiere inteligencia y esfuerzo, porque oir, oye cualquiera) lo que dicen los "periodistas".
Intente encontrar también cuando el Madrid (su presidente, o cualquier persona oficial, y no Lama o compañía) ha dicho algo contra España, contra Cataluña o contra usted.
Y luego ingurgite de nuevo el texto que aquí nos ha depuesto.
Hasta nunca, troll.