Hace ya un par de temporadas que, tras levantar la tercera Copa de Europa consecutiva, Zidane nos dejó. Y dio las mismas razones que daba el conocido como aficionado vinagre partido tras partido de Liga de esa misma temporada. El grupo de jugadores, técnico y club normalizaron la derrota. La autodefensa y las dos Champions anteriores eran el discurso más repetido por los mismos: "no se puede ganar siempre". Esa era la explicación. Que no dejaba de ser cierta, pero también insuficiente para el Real Madrid o cualquier otro club con una estructura deportiva seria. Luego, como hemos mencionado al inicio, Zidane se fue alegando la falta de fútbol, dejando entre líneas que la plantilla ya no daba más de sí, que necesitaba cambios y que veía la necesidad de resetear.
Florentino, el club, por su parte, dejó clarísimo tras un verano pobre en fichajes, que ellos no lo veían así. Es más, dejaron marchar a Cristiano Ronaldo y se le dio el '7' a Mariano. Y sobra explicar como fue la operación Mariano con toda la historia del Sevilla y demás. Pero no es el tema. El club, eso sí, trajo a Julen Lopetegui por recomendación de Sergio Ramos y el núcleo español del vestuario, y dejaba caer que el proyecto había virado: ya no podemos fichar a los mejores del mundo, por lo que ficharíamos a los futuros mejores del mundo. Parecía que Julen y el proyecto podían casar.
Lopetegui pidió fichajes (Thiago Alcántara y Rodrigo Moreno). Futbolistas, además, muy asociados con la idea de fútbol del técnico. Piezas importantes de su Selección Española. La mejor desde aquella que ganaba, por cierto. El club, que está en todo su derecho, no le trajo ni a uno ni a otro. Thiago ni se planteó y por Rodrigo pedían una millonada. Pero tampoco trajo alternativas. Y no, no podemos contar a Mariano como alternativa de Rodrigo. Son futbolistas totalmente distintos. E insisto en que no vamos a hablar en este artículo de por qué se ficha a Mariano.
La temporada comenzó con una Supercopa ante el Atleti que perdimos. Faltó gol, pero el Real Madrid fue bastante superior al Atleti en ese partido. Como pasó en las primeras jornadas del Liga, el equipo sabía qué quería, cómo transicionar, como llegar al gol, pero si no la metían Karim Benzema o Gareth Bale, no entraba. Se empezaron a perder puntos y en el Real Madrid esto se paga. Resultadismo puro, como exige el aficionado. También estuvo el tema de Vinicius Jr. Julen Lopetegui soltó aquello de la cocción y no contó casi nada con el joven brasileño, que jugaba, como hoy Rodrygo Goes, con el Castilla. Parecía un pulso al club y al Real Madrid, si no eres José Mourinho, no le ganas. Porque seamos sinceros, el único que ha tenido plenos poderes ha sido Mourinho. Y, aun así, tuvo que irse por problemas con el vestuario.
La despedida de Lopetegui fue coronada con una reflexión repetida esta misma temporada por Florentino Pérez: tenemos no sé cuantos aspirantes al Balón de Oro, por lo que los resultados no están a la altura de la plantilla que tenemos. Y llegó Santiago Solari.
El técnico argentino hay que reconocerle valor a la hora de alinear a los jóvenes. Era evidente que, salvo Karim Benzema y, por tramos, Sergio Ramos, el resto de jugadores llamados a hacer grandes cosas no estaba a la altura. Pero, bajo este contexto, detectó que los que más desconectados estaban eran Marcelo, Isco y Gareth Bale, y por éstos entraron Reguilón, Valverde y Vinicius Jr. El Real Madrid ganó en físico y solidez defensiva. En resumen, subió el nivel competitivo. Era lógico, ya que, al menos, jugaban jugadores que se encontraban en un buen estado de forma. Luego, surgió la conexión Vinicius-Benzema y se entregó a ellos. Normal. El equipo encontró en esta pareja de ataque una vía "simple" para, por talento, agarrarse en el día a día. En Liga se normalizó la situación, aunque era demasiado tarde. Pero el techo del equipo era bajito, "conformista". Se competía porque Valverde aportó piernas, Reguilón no exponía tantísimo a Sergio Ramos y porque la ya mencionada dupla Vinicius-Benzema se encontraba en estado de gracia.
Pero llegó el momento clave de la temporada: Clásicos en Liga y Copa y una eliminatoria de Champions League contra el equipo de moda en Europa, el Ajax. Los Clásicos dictaron sentencia sobre la capacidad de determinación en ambas áreas de los dos equipos: Ter Stegen-Luis Suárez fueron demasiado para Courtois-Vinicius/Benzema. Al menos en duelo directo. Sentenciados en Liga y eliminados de Copa, quedaba la Champions. Primer partido, el de ida, en Ámsterdam. Exhibición defensiva de Sergio Ramos y acciones individuales de Vinicius Jr y Karim Benzema para ganar 1-2 en campo rival. Parecía suficiente, pero para la vuelta el equipo perdía al mejor de aquel partido, a Sergio Ramos. Y llegó la vuelta, en el Santiago Bernabéu. El FC Barcelona dejó claro el nivel de determinación en las áreas del Real Madrid. Bien, pues este partido, ante el Ajax, dejó clarísimo el techo a nivel de juego, estructural del equipo: el baño del equipo holandés fue absoluto en todos los aspectos. Jamás estuvimos cerca de competir ante un equipo que, a nivel de juego, estaba 2-3 escalones por encima. No bastaba con "meter piernas" y confiar en que Vinicius y Benzema la hicieran una y otra vez. De hecho, Vini se lesionó y el equipo se acabó derrumbando. Nos metieron cuatro y eliminados. Y Solari tuvo que irse, lo había perdido todo en una semana.
Marzo de 2019, parecía increíble, pero volvía Zidane. Deportivamente no tenía demasiado sentido, pues se marchó hacía menos de un año, dando una explicaciones y nada, con respecto a éstas, había cambiado. Pero llegó su presentación y parecía tenerlo todo clarísimo. Iban a haber cambios porque ya sabía qué tenía que cambiar. Durante sus primeros meses y hasta que acabó la temporada, sin nada ya en juego, volvieron al XI los jugadores que había sentado Solari, Isco y Marcelo. Bueno, no todos. Gareth Bale estaba sentenciadísimo por ZZ desde hacía ya bastante tiempo. Como Dani Ceballos y Marcos Llorente. Eso sí, Zidane también dio entrada a los partidos a Brahim Díaz, quien dejó muy buena imagen: desequilibrio, capacidad para jugar por ambas bandas e inteligencia y calidad para decidir dentro del área. Eso sí, el equipo siguió jugando a nada, sufriendo ante todos. Justificado o no, era injusto juzgar a Zidane por lo que pasara en aquellas jornadas de una Liga ya decidida. Eso sí, se esperaba que ya trabajara de cara a la siguiente temporada. El Real Madrid no solo necesitaba fichajes, también necesitaba trabajo táctico. Mucho trabajo. El equipo no tenía estructura defensiva, ni sabía qué hacer con el balón. Bueno, sí, dársela a Karim Benzema y a ver qué pasaba. La lesión de Vinicius nos privó del brasileño durante un mes. Y tras recuperarse, tampoco parecía Zidane tenee demasiada prisa por ponerle a jugar.
Llegó, por fin, el verano de 2019. Esperadísimo por todo el madridismo y por el propio Zidane, que tenía un nombre super clave para su sistema en la cabeza: Paul Pogba. Que hoy, viendo la importancia de Fede Valverde, podemos entender por qué quería tan ciegamente al francés. Llegaron Eden Hazard (un año tarde), Luka Jovic, Militao, Mendy (por Reguilón, ojo) y Rodrygo Goes (ya fichado con anterioridad). Salieron Dani Ceballos y Reguilón, cedidos, y se vendieron a Mateo Kovacic y Marcos Llorente. Se intentó lo mismo con Gareth Bale, James Rodríguez y Mariano, pero fue imposible. Seguramente esto último privó al Real Madrid de un intento real por Neymar Jr. Esto y que Zidane tenía claro que, por encima de todos, el prioritario era Paul Pogba. La cuestión es que el tiempo acababa, lo de Neymar era imposible y, podemos sospechar, el club tampoco tenía tan claro lo de Pogba. Que sí, que podemos decir que el United no vendía y ya está, pero se entiende que, en su momento, tampoco querían vender a Cristiano Ronaldo o David Beckham. O la Juventus al propio Zinedine Zidane.
En mi opinión, y ojo que es mi simple opinión, creo que el primer no del Manchester United fue oro para los oídos de Florentino Pérez. Todo un alivio, vaya. "Zizou, es imposible, no venden". Y Zidane no quiso a un Van de Beek ya fichado. Que, ojo, el actual jugador del Ajax, en realidad, no es centrocampista. Llega, sí, pero no tiene recorrido hacia atrás. Es un futbolista que aparece en área rival para matarte. Un último toque sublime. Inteligente y frío para marcar o asistir. Vamos, que no es Paul Pogba ni se le parece en nada. De hecho, Fede Valverde, que se parece poco o nada a Pogba, se parece mucho más que Donny van de Beek. Muchos nos cabreamos con Zidane por no querer al holandés, pero la realidad es que no era la pieza que necesitábamos. Y, sujetos a este interminable debate, acabó el mercado y el Real Madrid afrontaba la temporada con una falta importante de jugadores para el centro del campo. No mediapuntas, ojo, sino jugadores que partan desde la base y que, con el transcurso de la jugada, tuvieran capacidad para generar un escalón más entre Toni Kroos y la delantera.
Comenzó la temporada y el Real Madrid volvió a encomendarse a nombres en lugar de a un sistema, idea o plan de juego. Arriba, mismo protagonista, Karim Benzema. El mejor futbolista del Real Madrid desde que se fue Cristiano Ronaldo. Karim es la luz del equipo cuando el balón empieza a merodear el área. Es él o nadie. Por él y por sus compañeros. También está la presencia de Gareth Bale. Cuando puede jugar, claro. Gareth no necesita sistema, si está en forma, como esta temporada, siempre te va a acercar al gol. Un Gareth Bale al que Zidane quería fuera "hoy mejor que mañana", por cierto. Que no es por hacer daño, simplemente lo puntualizo para señalar que esto es porque Gareth Bale es muy bueno y nada más. Lo del galés no es cuestión de pizarra. Eden Hazard, el verdadero, sigue sin aterrizar en Madrid. Primero, por la evidente forma física a la que llegó tras el verano y porque recibe el balón demasiado atrás. Es imposible que parta desde la posición del lateral derecho y, a su vez, marque diferencias arriba. Su explosividad no funciona así, él te mata en distancias cortas. Regatea como casi nadie, pero es que el bloque casi nunca le permite regatear al borde del área rival. Zidane no le da nada. Y esto nada tiene que ver con la ausencia de calidad en el golpeo de Vinicius, que tampoco todo es culpa de Zinedine Zidane.
Tras analizar la delantera, vayamos al centro del campo. El Real Madrid de Zidane necesita al 100% a Casemiro, Fede Valverde y Toni Kroos. Si no, se derrumba. Casemiro atrás y Valverde hacia adelante es la presión tras pérdida del Real Madrid. Sin ellos, demasiados metros recorridos sin ningún sentido. Y Toni Kroos, básicamente, es el sistema ofensivo del equipo. Si Kroos juega como esta temporada, el Real Madrid sabe qué hacer con el balón. Sabe tenerla, sabe pausar, sabe acelerar y sabe cambiar de orientación para girar al rival. Sin Kroos, la nada.
Diréis, claro, que cualquier equipo notaría la ausencia de sus mejores futbolistas. Es obvio. Pero que Gareth Bale y Fede Valverde sean hoy tan necesarios no es ni planificación ni trabajo. Y estamos hablando de un equipo que debe aspirar a competir, que no ganar, todo. Un plan de juego se puede ejecutar mejor o peor, pero no puede depender al 100% de varios futbolistas. Es inviable que la baja de cualquiera de ellos, solamente uno, signifique que todo un Real Madrid sea tuteado por casi cualquier equipo de la Liga (Valladolid, Levante, Mallorca) o Champions League (Brujas). Eso es talento individual, no trabajo. Lo visto en Mallorca, tras 2 semanas de preparación, sin partidos, es un absoluto despropósito.
Y toda esta reflexión no puede acabar sin lo que para mí es más grave: el discurso. Es de suponer que el club se encargó, dado quien firmaba, de filtrar aquella serie de artículos de "equipo de autor", "equipo hecho por y para Zidane". Y Florentino, de boca, volvió a repetir aquello de los candidatos al Balón de Oro y tal. A mí esto me preocupa. ¿Y el proyecto de los jóvenes? ¿Por qué se trae a ZZ, entiendo que prometiéndole ciertos nombres, si la apuesta seguía siendo la de los jóvenes? Unos jóvenes en los que Zidane realmente no cree demasiado (Vinicius solo si falta Hazard, Rodrygo en el Castilla, Kubo en el Mallorca, ni un minuto de Odegaard en pretemporada).
Y ahora Zizou, claro. Nos ha dejado varias esta temporada: "patadón y el balón a tomar por saco", tras perder puntos en el Bernabéu. El entrenador del Real Madrid, eh. Con 3 Copas de Europa y 1 Liga en su palmarés como técnico. También ha aludido a la actitud y a la mala suerte. Esto más recientemente, tras perder en Mallorca. Que me lo creería si viera algún progreso en el equipo desde que volvió en marzo. Pero es que nada ha cambiado. Es más, ese equipo, al menos, era capaz de ganar a rivales como PSG o Liverpool. El de hoy fue aplastado por el PSG. Y ahora mismo no me apetecería nada enfrentarme al Liverpool de Jurgen Klopp. El equipo no necesita suerte, mandar el balón a tomar por saco o candidatos al Balón de Oro. El equipo necesita trabajo, el Real Madrid necesita hablar de fútbol.
Enhorabuena por este texto. Personalmente no cambiaría ni una coma.
Totalmente de acuerdo con este artículo.
Sí, todos de acuerdo con el magnífico y esclarecedor artículo pero... ¿qué hacemos con el auténtico y culpable primero de la situación: Zinedine Zidane?
Yo prescindiría de él con todo el dolor de mi corazón. El madridismo no puede permitirse otra temporada como la anterior, y no parece la persona adecuada para la reconstrucción. Parecemos McLaren en los tiempos de Alonso, pero pronto será el momento de pensar en la temporada 2020/21.
Ni hay trabajo táctico ni físico ni hay jugadores para competir 3 partidos seguidos. Otro año de transición y a ver a quien y cuántos se lleva por delante.
Relato exacto de lo que ha ocurrido y ocurre en estos últimos meses en el club
La cronología esta muy bien y el fondo del artículo también. Los problemas del Madrid son sistémicos y se dan en todas las líneas. El grupo actual esta muy poco acostumbrado al trabajo físico y táctico. Ronaldo tapaba todas las carencias y ahora nos hemos quedado desnudos. La realidad es que ya desde hace dos temporadas se juega muy mal. El año que fuimos campeones contra el Liverpool el equipo jugó un campeonato de liga lamentable y fue eliminado en copa por el Lega. El propio Florentino en medio de la eliminatoria contra el PSG dijo que la temporada estaba siendo horrible. A la Juve se la elimina con bastante fortuna y al Bayern también. Aún así el equipo dio todo lo que tenía en la champions. Pero las señales estaban ahí. En vez de analizar eso, nos miramos el ombligo y vendimos a Ronaldo. Y lo peor: no trajimos a nadie. No contentos con eso, después de una de las peores temporadas de nuestra historia, el dictamen que hacen los dirigentes es: faltan suplentes. Pues no. Faltaban titulares y faltaba gol, sobre todo gol. El Madrid se ha gastado un montón de millones en jugadores de clase media y tal vez hubiera sido mejor traer dos de clase alta. Es decir, que Pogba y Kane habrían costado lo mismo que Jovic, Mendy, Militao, Hazard y Rodrygo. Es un ejemplo. Griezman, De Jong o Joao Felix enriquecen un equipo. Los que hemos fichado nosotros son fondo de armario. Buenos jugadores pero fondo de armario. No es que lo diga yo. Es que lo dice Zidane con sus alineaciones. Para fondo de armario hubieran servido Ceballos, Reguilon, Odegaard, Kubo, Febas, Oscar... que por cierto, todos fueron cedidos.
Muy buen artículo, pero los madridistas como yo queremos pensar que todo obedece a un plan. Que las salidas y cesiones de jugadores jóvenes obedecen a un plan de futuro. Que los fichajes que luego no juegan obedecen a un plan estratégico que terminará por verse. Que descartar a jugadores que luego se quedan es parte de un plan para motivarlos. Que los cambios de entrenador son un plan perfectamente previsto. Que seguir jugando con los mismos que el año pasado fueron apalizados por el Ajax y por el Barça sin Messi es un clarísimo plan. Que perder con el Mallorca forma parte del plan, por alguna razón oculta que no nos es dado conocer.
Desde luego es un plan raro, pero es que si pensamos otra cosa y resulta que no hay tal plan, es para echarse a temblar.
Cuantas veces va a utilizar la expresion “ojo” el autor? El nivel....
Espectacular articulo, que suscribo con puntos y comas.
Yo añadiria, que cuando la calidad no es suficiente, hay que remangarse, trabajar, sufrir, ser solidarios y remar tofos en la misma direccion con ACTITUD.
Cruzemos los dedos para que en las proximas semanas no caigamos en el abismo o me temo que empezaremos a parecernos mucho a ese gran gigante como el Milan, que lleva años dsndo tumbos sin encontrarse.
Ahora se dá por imprescindible a Fede Valverde en un RM con dinamismo y consistencia, pero seamos sinceros ¿cuantos de ustedes hubieran apostado por ésto en pretemporada? Pues eso que a toro pasado todos somos Manolete (torero, no confundir con el ¿periodista?, ese que habla raro)
Saludos