Real Madrid femenino, 3, - WFC Kharkiv, 0

El Madrid cierra con éxito su primera fase de grupos de Champions

El Real Madrid femenino venció (3-0) al WFC Kharkiv en el último compromiso de la fase de grupos de la Women’s Champions League. Babett Peter, Maite Oroz y Esther González firmaron los goles en un partido de trámite con las blancas ya clasificadas y las ucranianas eliminadas.

Si la Champions femenina mostró todo lo que aspira a ser en el doble duelo entre Real Madrid y PSG de hace unas semanas, los emparejamientos ante Breidablik y Kharkiv evidenciaron el gran margen de progresión aún pendiente. Aunque la competición ha dado un salto adelante esta temporada, las diferencias abismales de nivel entre equipos impiden que la igualdad se transforme en tensión, interés y expectación de cara al aficionado. En el estadio Alfredo de Stéfano, la noche de fútbol europeo presentó a dos rivales que hicieron el esfuerzo por competir en un contexto desalentador.

Sin nada relevante en juego —el Madrid pasará a cuartos de final como segundo de grupo; el Kharkiv llegaba ya eliminado—, las visitantes saltaron al césped a luchar por el honor a pesar de sus limitaciones. Por su parte, el Real siguió sumando experiencias en la competición continental al tiempo que prolongaba la puesta a punto de algunas piezas fundamentales. Dos de ellas, Kosovare Asllani y Marta Cardona, partieron como titulares en el 4-4-2 por el que apostó Alberto Toril. La banda izquierda fue para Caroline Møller, la punta para Nahikari García, y el centro del campo se lo repartieron Maite Oroz y Teresa Abelleira.

El Real siguió sumando experiencias en la competición continental al tiempo que prolongaba la puesta a punto de algunas piezas fundamentales. Dos de ellas, Kosovare Asllani y Marta Cardona, partieron como titulares en el 4-4-2 por el que apostó Alberto Toril

Si las dos primeras evidenciaron algunos signos de falta de rodaje, la amplitud felizmente recuperada en el banquillo permitía respirar con tranquilidad a un equipo diezmado desde comienzos de temporada. El Real Madrid salió alegre, como alegre estaba Cardona pegada a banda, pero pronto quedó claro que el partido sería de grises. El conjunto visitante apretó arriba e incomodó la salida de balón durante un buen tramo de juego, lo suficiente para obligar a las blancas a bajar a las trincheras.

Dado que el escenario no invitaba a las combinaciones primorosas, el Real hizo de la necesidad virtud y supo exprimir el balón parado para marcar distancias en el tanteador. En el 19, Teresa Abelleira sirvió por alto y en profundad una falta centrada buscando el área chica. Su centro lo atacó con comodidad Babett Peter tras haber dejado atrás a su marca y, si bien el remate fue rechazado por la guardameta Maryia Svidunovich, la central en funciones de capitana empujó el balón a gol.

Desde ese momento y hasta el descanso llegaron los mejores minutos de las madridistas. El Kharkiv bajó un pistón de intensidad, Oroz movió de lado a lado con algo más de tiempo, y tanto Møller como Marta Cardona pudieron afanarse en intentar desbordar por los costados. El de la maña puede interpretarse casi como partido de pretemporada, pues la mera suma de minutos de calidad es todo lo que necesita a fin de volver a agarrar el ritmo competitivo.

Aunque el 1-0 mantenía todo abierto, la sensación de facto era la opuesta. Y si quedaba alguna duda, las locales se encargaron de despejarlas a cuatro minutos de la pausa. En jugada de pizarra, Abelleira puso en juego otra falta, esta vez rasa desde línea de fondo con destino a la frontal del área, donde se encontraba una Oroz liberada sin defensora gracias a un bloqueo de Cardona. La centrocampista de Huarte sabía lo que tocaba, por lo que de primeras conectó un disparo alto y con colocación directo a la red.

La segunda mitad se jugó por no quedar más remedio. Toril dio minutos a Claudia Florentino y Lorena Navarro, y permitió descansar a Asllani y Rocío Gálvez. Del lado ucraniano siguió intentándolo Ovdiychuk, pero nunca rozando el gol, ámbito reservado a las blancas.

Maite estuvo cerca de firmar su doblete, Nahikari volvió a trabajar sin premio durante noventa minutos y, como suele ocurrir, fue la insaciable Esther quien vio meta en el descuento para cerrar el acta. La andaluza, muy activa desde su ingreso en el descanso, aprovechó un centro lateral de Kenti Robles cuando las piernas rivales no podían seguir a sus pares. Ni en banda ni en el área recibieron presión, así que la ’10’ pudo mandar el cuero a gol con su bota antes de celebrar.

Con el objetivo europeo cerrado y sentenciado, el Real Madrid podrá centrar sus esfuerzos en la liga, allí donde el equipo está obligado a no retirar el pie del acelerador.

Fotografías Imago.