El Madrid pierde, pero compite, ante el PSG
El Real Madrid femenino cayó derrotado (0-2) ante el París Saint-Germain en la cuarta jornada de la fase de grupos de la Women’s Champions League. Marie-Antoinette Katoto y Sakina Karchaoui decidieron un choque marcado por la igualdad de fuerzas, un escenario muy diferente del visto una semana antes en París.
A la media de juego entre Real Madrid y PSG en el estadio Alfredo Di Stéfano, nadie ajeno al fútbol podría haber explicado la total diferencia de guion con respecto a lo visto una semana atrás en el Parque de los Príncipes. El equipo francés cambió el modo apisonadora por el de espectador, las jugadoras del Real aceptaron con gusto la posibilidad de hacerse con el balón y el 0-0 inamovible hacía honor a lo demostrado sobre el césped.
El equipo de David Aznar, de partida, olvidó el cerrojo y los experimentos en el once —a excepción de la ubicación de Caroline Møller en la mediapunta—. Volvió Misa Rodríguez a la portería para acompañar a la línea de cuatro atrás, compartieron sala de máquinas Maite Oroz, Claudia Zornoza y Teresa Abelleira, y arriba fueron Esther González y Nahikari García las encargadas de buscar portería.
A la postre ese último sería el mayor debe del partido de las blancas, ya que apenas consiguieron aumentar su producción ofensiva con respecto a la ida en París. En cualquier caso, el cambio de cara a mejor permitirá —como mínimo— convencer a las jugadoras de Aznar de que la diferencia con los grandes de Europa es relativa. Bastó que el rival dejase unos segundos extra para pensar en cada inicio de jugada. Ese ínfimo lapso de tiempo, tan fundamental en el fútbol, hizo que las madridistas recuperasen la sensación de confianza fruto del contacto con el cuero, y lo que antes quemaba en los pies se convirtió en el regalo de Reyes con el que todos quieren jugar.
El paso de los minutos sin acercamientos a puerta de las visitantes envalentonó al Real Madrid hasta el punto de firmar su mejor acción colectiva del choque cuando se superaba el minuto 30. Las de blanco sacaron un balón jugado sobre el alambre dentro del área de Misa, superando la primera línea de presión, y siguieron hilando fino hasta hacer retroceder a las parisinas hasta el otro extremo del campo, donde murió la acción. El lavabo de cara rozaba lo exagerado, por lo que los dioses del fútbol se encargaron de enmendar el asunto por la vía rápida.
A la vuelta de la gran jugada blanca, Grace Geyoro cabalgó en línea recta hasta forzar una falta lateral a la altura del área, el centro lo sirvió Ramona Bachmann a la zona de nadie entre portera y defensas, y allí surgió la imponente Marie-Antoinette Katoto para despertar del sueño al Madrid. Era evidente que las locales habían mejorado su desempeño, pero quizás la ecuación necesitaba del demérito del PSG para dar con el resultado existente hasta ese momento.
Como cualquier gran equipo, a las francesas les había bastado con agarrarse al partido, reducir riesgos atrás y confiar en su calidad innata para desequilibrar la balanza. La sensación de superioridad que ese tipo de plan traslada al rival es, por intangible, difícil de explicar, pero cualquier aficionado sabe de qué se trata. Así se ganan partidos, ligas y copas de Europa.
El Real Madrid femenino, por ahora, sigue siendo un aprendiz
El Real Madrid femenino, por ahora, sigue siendo un aprendiz. Y como tal, a pesar del golpe, se mantuvo firme en su plan para evitar un escenario suicida de ida y vuelta. Siguió jugando y mejorando, como el niño que se afana en cavar el foso de su castillo en la arena, hasta el punto de rozar el empate que podría haberlo cambiado todo. La ocasión en forma de contra fue a más tras cada intervención acertada —de Nahikari a Zornoza, de ella a Olga Carmona en profundidad, y finalmente hacia Esther en el segundo palo— y para cuando la guardameta Stéphanie Labbé desvió el disparo de la andaluza la quimera del 1-1 ya no era tal.
Quizás puedan quedarse con esa sensación las jugadoras del Real. Del 4-0 de la ida, a la posibilidad de llegar a la hora de juego con empate a todo. El balón no llegó a la red y el Madrid ya no tuvo otra igual, ahí murieron sus posibilidades, al contrario que su rival. El veneno lo puso la talentosa Sakina Karchaoui, incansable por su banda, quien tras un aviso en el 63 volvió a pisar área en el 70 para romper con un quiebro a Lucía Rodríguez y poner el 0-2 definitivo.
Era lo de menos a esas alturas. Las animadas gradas del Di Stéfano vieron a dos equipos muy diferentes de lo visto días antes por televisión y era el de blanco el que mostraba una versión mejorada. Hay futuro; la historia sigue estando por escribir.
Fotografías Imago.
Buenas noches, no se vio claro en la retransmisión de Dazn, si hubo o no buena entrada en el Di Stefano, lo cual ya me puso sobre aviso, me he ido a buscar los datos y en un partido de liga de campeones ccontra uno de los 5 o 6 mejores equipos de Europa, con los socios, sin pagar y con el `público pagando la estratosférica cantidad de 8 euros
apenas 2502, espectadores, en un campo que lleno acoge 10000, infame entrada, que dice mucho de lo que es la afición madridista, ojo el fin de semana, que con esta política de precios, 8 euros la general nos podemos encontrar en el Di Stefano, con más seguidores alavesistas de su equipo femenino, que seguidores blancos animando al nuestro ¡De vergüenza!
Saludos blancos y anti cataries
Buenos días, en mi comentario hay un error, que no anula el mensaje que quiero transmitir, pero que es necesario reparar y que es que el Di. Stefano tiene una capacidad, para 6000 personas, no 10000 como por las prisas postee,
Buenas noches, dicho lo anterior, señalar dos cosas,
1) que el equipo va mejorando poco a poco y 2) que el P.S.G., nos guste o no esta a otro nivel
Saludos blancos y anti mundial