El Real Madrid en la epidemia de gripe de 1918

Estamos viviendo la pandemia más importante que ha sufrido el mundo desde hace un siglo. Prácticamente todas las competiciones en Europa están detenidas, y en el fútbol ocurre lo mismo salvo alguna excepción como Bielorrusia.

El Real Madrid lleva ya varios días sin entrenar y tanto jugadores como cuerpo técnico están en cuarentena en su casa tras el positivo por coronavirus del pívot estadounidense Trey Thompkins.

Hace más de un siglo, en 1918, en todo el planeta comenzó a extenderse la letal gripe española que causó más de 150.000 fallecidos en España. En el diario La Tribuna, en octubre, se pudo leer: “La gripe no se limita a entresacar sus víctimas de este mundo prosaico y real en que todos vivimos. Se ha entrado también airadamente por el mundo deportivo (que parece debería ser un mundo ideal, ultraterreno, superior a las miserias humanas), y en menos tiempo del que se tarda en contarlo, ha diezmado de una manera lamentable las filas futbolísticas del Athletic Club de Madrid. En esta situación tocóle al Athletic medir sus fuerzas con el Racing, en un partido de campeonato, y como la gripe, según es sabido, acarrea a los atacados una postración imponderable, optó concienzudamente el Club enfermo por no acudir á la lucha hasta que sus mermadas huestes vuelvan á la normalidad. Doscientas pesetas de multa, que religiosamente pagó a la Federación Regional el amigo Ruete, y tres puntos perdidos, han sido las consecuencias que ha acarreado la inoportuna intervención de la gripe”.

Eso ocurrió en otoño, pero antes, en primavera, ya hubo algunos partidos donde la gripe hizo estragos.

A finales de mayo y pocos días después de perder la final de la Copa, el Madrid (2-0 ante el Real Unión) se debía medir al Barcelona en O’Donnell en un par de encuentros amistosos. El primero se celebró sin problemas el día 17, pero el segundo dos días más tarde no se disputó. El presidente Joan Gamper visitó a la directiva del equipo blanco por la mañana y les entregó un certificado médico del doctor D. Juan Horma que decía: "Certifico que los señores José Julia, Gabriel Bau, Paulino Alcántara, Agustín Sancho, Francisco Viñals, José Costa, Vicente Martínez y Carlos Rovira se encuentran padeciendo una fiebre gripal de forma torácica que les impide tomar parte en el partido que debía celebrarse esta tarde con el Madrid F.C.".

Los dirigentes blancos se movieron con rapidez y Pedro Parages concertó un amistoso con los madrileños del Racing que no estaban afectados. Les avisó con un par de horas de antelación y, para no defraudar al público que tenía previsto asistir, se jugó el partido. Los madridistas ganaron por 6-2 con un once en el que destacaban Machimbarrena, René Petit y Santiago Bernabéu.

Una semana más tarde ambos conjuntos debieron verse las caras de nuevo en un choque a beneficio de la Federación Centro. Para ese partido la epidemia entró de pleno en la plantilla merengue que contó con varias bajas. La Tribuna titulaba: “UN "MATCH" BAJO MÍNIMOS. Madrid-Racing: escaso público y pocos nombres conocidos”. Por su parte, en El Liberal la noticia era más amplia con el nombre de los jugadores enfermos: “Eulogio, Cordero, Machimbarrena, Castell, Bernabéu, Posada y René Petit dejaron de jugar a consecuencia, algunos, de la repetida y benigna epidemia, y otros a causa de la aguda «galvanitis» que padecían”. Por ello el Madrid salió con un plantel formado por Teus, Echenique, Manzanedo, Escrivá, Caballero, Rey, De Miguel, San Miguel, Caruncho, Azurza y Sansinenea. La crónica de Madrid-Sport contó cómo fue el duelo: “Durante todo el encuentro dominó el «Madrid», que llegó a marcar cinco goals, tres de ellos anulados por el árbitro que, a nuestro juicio, no todas las veces acertó. El «Madrid» jugó bien, sobresaliendo Caballero, que estuvo toda la tarde muy trabajador, Echenique, San Miguel y Escrivá, que desempeñaron sus puestos a conciencia. Los restantes jugadores cumplieron discretamente su cometido”. El resultado final fue de 2-0 a favor del Madrid con tantos marcados por Caruncho y Rey.

El 30 de mayo y el 2 de junio, antes de cerrar la campaña, los blancos se vieron las caras con la Real Sociedad en sendos duelos amistosos donde únicamente de los ausentes volvieron a jugar Castell y Posada.