El Real Madrid y la moda del talento joven
El Real Madrid, eje sobre el cual, afortunadamente, gira el fútbol mundial, no para de dar noticias. Estas pueden ser buenas, como su apuesta decidida por jóvenes talentosos y malas, como su falta de apuesta decidida por jóvenes talentosos. El Madrid es el único equipo del mundo, porque siempre, independientemente del tema tratado, tenemos la fortuna, ganada título a título, de que nos cataloguen como el único equipo del mundo que es capaz de concitar un elogio y un reproche al mismo tiempo, un bueno pero malo, no como el resto de los equipos que siempre lucen, aunque todos sus componentes estén de camino a la cola del paro, un malo pero bueno.
El Madrid es el único equipo del mundo, porque siempre, independientemente del tema tratado, tenemos la fortuna, ganada título a título, de que nos cataloguen como el único equipo del mundo que es capaz de concitar un elogio y un reproche al mismo tiempo
Ser aficionado del Real Madrid es llegar siempre tarde a todas las modas y tendencias, es como pretender ser influencer con unas de esas cangrejeras de río que nos destrozaban los pies de niños. Si está en boga ganar Ligas, nos ponemos a ganar Champions y, si ganamos Ligas, que es, según la tradición reinante en la última década, lo que verdaderamente marca el nivel real y la jerarquía de un equipo, se vuelve a poner de moda la Champions.
Tú ves a Sergio Ramos levantar un título al aire, una de esas brillantes copas que refulgen entre papelitos dorados, y antes de bajarla, en el camino del cielo hasta su cintura, el fulgor del trofeo desaparece, la plata se convierte en falsa alpaca y el galardón acaba convertido en una antigualla vendida al peso en el suelo de algún mercadillo.
El Barcelona siempre ha estado más preocupado por la moda y el estilo que el Madrid, que ha vivido, y vive, más obsesionado por los títulos que por el estilo para ganarlos.
Ahora, después de que un burofax lanzase la nueva tendencia al mundo entero, la moda importada de Barcelona es apostar por la juventud, una especie de revival de la cantera que consiste en «dar protagonismo a los nuevos» y olvidarse de (algunas) vacas sagradas. Es una moda incipiente, de tres partidos, 270 minutos, que asoma la patita en todas las tertulias, una Barcelona Fashion Week que Rubia y Centella, las únicas vacas sagradas que merecen la titularidad, van a estrenar dejando en la impecable pasarela unas cuantas boñigas.
El Barcelona siempre ha estado más preocupado por la moda y el estilo que el Madrid, que ha vivido, y vive, más obsesionado por los títulos que por el estilo para ganarlos
El Madrid, con esa innata capacidad para ir a contracorriente del gusto del momento, «ha decidido no apostar por los nuevos», no como el Barcelona, que después de maquillar sus cuentas con el trueque de Pjanic por Arthur y presentar, a pesar de esta triquiñuela contable, unas pérdidas de cien millones de euros y una deuda bruta, porque hay que ser muy bruto para llegar a esas cifras, de más de ochocientos, se ha visto obligado, acuciado por un fair play completamente disparado, a regalar a media docena de jugadores, subir del filial a otra media y exportar a toda Europa la moda de apostar por la cantera y la juventud divino tesoro.
No es que no tengan para fotocopias en color, es que han tenido que vender la fotocopiadora. Y así, en la más absoluta desesperación (a la fuerza ahorcan) empieza esta nueva moda que tendrá, como todas, más o menos recorrido en función de los títulos que gane el Madrid.
Un Madrid que, gracias una vez más a esa capacidad innata de Florentino para adelantarse a los acontecimientos, llegó a esta moda de apostar con fuerza por el talento joven hace ya varios años, sin que nadie siguiese sus pasos, y que ve ahora como el Barcelona toma, por una cuestión de supervivencia y falta de recursos, y no de un plan perfectamente trazado, el mismo camino.
El año pasado, cuando el Barcelona seguía con sus vacas sagradas y sus únicos jóvenes menores de 21 años eran De Jong, Riqui Puig y Ansu Fati, el Real Madrid tenía en plantilla 11 jugadores menores de 25 años y 6 menores de 21, es decir, el doble que su máximo rival. De estos seis menores, cuatro, a pesar de contar con una plantilla mucho más amplía, jugaron más minutos que Ansu Fati y solo uno, De Jong, precisamente por la escasez de plantilla del Barcelona, que incluso tuvo graves problemas a final de temporada para completar alguna convocatoria, jugó más minutos que los jugadores del Real Madrid. Eso sí, ahora tenemos que leer y escuchar que Zidane no apuesta por los jóvenes.
Jóvenes del Real Madrid:
Valverde: 44 partidos — 2714 minutos.
Vinicius: 38 — 1817.
Rodrygo: 29 — 1696.
Militao: 20 — 1469.
Jovic: 27 — 806.
Brahim: 10 — 206.
Jóvenes del Barcelona:
De Jong: 42 — 3225.
Ansu Fati: 33 — 1375
Riqui Puig: 12 — 578.
Estos son los datos de la campaña anterior, que se saldó, por si alguien ha sufrido un selectivo lapsus de memoria, con la conquista de la Liga y la Supercopa. En la que acabamos de comenzar, Zidane, en cuatro partidos, ya ha repartido minutos a, atentos, ¡22 jugadores!, dos plantillas completas, entre ellos a la juventud de Odegaard (no cuenta con él pero pide expresamente que vuelva de su cesión…) Valverde, Vinicius, Rodrygo, Jovic…
Tengo la impresión de que muchos aficionados, desde la salida de Cristiano, quieren una transición pero sin transición, es decir, que de repente, todos estos jóvenes sean titulares. La realidad es mucho más compleja, algunos de estos jóvenes van sumando cada vez más minutos, van creciendo, van aprendiendo de un grupo de jugadores que han sido y siguen siendo leyendas, la segunda mejor generación de la historia del Madrid, es decir, la segunda mejor generación de la historia del fútbol, y otros, por diferentes causas, que van desde el gusto personal del entrenador, al que precisamente le pagan para tomar este tipo de decisiones, a la necesidad de hacer caja en una situación en la que muchos equipos están en quiebra, se ceden o se venden.
Tengo la impresión de que muchos aficionados, desde la salida de Cristiano, quieren una transición pero sin transición, es decir, que de repente, todos estos jóvenes sean titulares
La única forma de sobrevivir a esta convulsa situación, de la que, lamentablemente, nadie sabe cómo vamos a salir, es gestionar el patrimonio económico del Club sin dilapidarlo y sin hacer caso a todas estas ficticias modas que vienen y van.
En fin, les dejo, me voy a poner el smoking: he quedado con Florentino, (llámame).
Fotografías Getty Images.
¡Chapeu Fred!
Y así, con datos y argumentos sencillos, se desmonta el soniquete incesante de los vendehumos que pululan por tierra, mar y aire (prensa escrita, radio y televisión)
Os dejo que estoy viendo con Don Rafael Nadal Parera sigue agrandando su leyenda
*con= como
Felicidades, Fred (menos mal que he puesto la coma porque el portaanálisis se ha puesto un poco serio con esto). Ojalá llegue un día en el que los datos sustituyan a los mantras antimadridistas. Quizá se cure antes el Covid, pero hay que ser optimistas
Dedicado a los " MADRIDISTAS " que pululan por La Galerna
Excelente, sencillo y contundente. Sencillez en dejar que los datos hablen por sí mismos.