El Madrid acometía el partido de vuelta frente al Liverpool con la dificultad que emana de la facilidad. Históricamente, el peligro para los blancos de caer eliminados es directamente proporcional a la ventaja lograda en el partido de ida. La cara buena de esta peculiaridad es la reversa, aquella que incrementa las probabilidades de clasificación cuando estadísticamente tienden a cero.
Ancelotti optó por Nacho en el lateral izquierdo, Camavinga en el pivote y los futbolísticamente oscarizados Kroos y Modric acompañando al francés, que desplazó a su compatriota Tchouaméni del puesto de mandos del centro del campo. Mientras tanto, Klopp planteó el partido con cuatro delanteros.
El partido comenzó con un empellón de Kroos y el dominio del Madrid. Pero pronto Carvajal perpetró otro de sus característicos pases atrás que tampoco supo gestionar bien Rüdiger y entre todos obligaron a Courtois a salvar el gol de Darwin Núñez. Nada nuevo.
La sensación era que quien necesitaba marcar era el Madrid y no el Liverpool
El error espoleó a Camavinga, cuyo robo de balón propició una ocasión que no anduvo lejos de suponer el primer gol del Madrid.
Mientras tanto, Valverde pateaba, en defensa y en ataque, todo lo que caía y la sensación era que quien necesitaba marcar era el Madrid y no el Liverpool.
En el minuto 13, Kroos almohadilló el esférico y Rüdiger de cabeza lo posó a escasos centímetros de la línea de meta, pero el remate de Vinícius no fue gol por alguna suerte de embrujo que probablemente tenga una explicación terrenal que desconocemos, aunque las malas lenguas dicen que fue un paradón de Alisson.
Al cuarto de hora, y por aquello de no sufrir morriña por la competición propia, el colegiado perdonó una tarjeta de libro al Liverpool por entrada a Benzema. Pero no había tiempo para la nostalgia, los cuartos de Champions estaban en juego.
El Madrid estaba jugando muy bien, y eso era preocupante, porque los blancos siempre ganan sin proponer. La circulación merengue era la propia de alguien sin el colesterol alto. Kroos llevaba la batuta fuera y Camavinga al filo del minuto 20 enviaba el balón al larguero tras desviarlo Alisson. Un quebranto de Carvajal recordó al Madrid que eran mortales y que aún no había pasado de fase, que no es lo mismo que estar desfasados.
La siguiente ocasión fue para Modric. Fuera, pero por poco. El Madrid estaba tratando de remontar una victoria propia y Klopp no entendía nada, tenía la misma cara que Jesús Bengoechea cuando vio que Everything Everywhere All at Once ganaba el Oscar. Pero el Madrid estaba haciendo everything everywhere all at once.
El Madrid jugaba bien, estaba haciendo everything everywhere all at once
El Liverpool se limitaba a intentar aprovechar los fallos del Madrid y a confiar balones a Salah por el flanco derecho.
En el 25' Vini tuvo otra que Alisson se encargó de abortar de nuevo. Señalaron un fuera de juego inexistente. Después, otra posible tarjeta por entrada a Fede que se fue al limbo. Más morriña. Un canto a Galicia, ¡hey!, que cantaría Julio Iglesias.
En el 32' Núñez se deshizo de Carvajal y obligó a Courtois a estirarse más que un sueldo medio. Acto seguido, Vini disparó a puerta sin que el chut inquietase al guardameta red. Tal vez Karim estaba mejor posicionado para rematar. Y el Liverpool volvió a disparar y Thibaut volvió a parar. Los de Klopp parecían desperezarse.
Poco antes del minuto 40, Salah pensó que era buena idea clavar los tacos en el pie de Nacho, que obviamente no pensó lo mismo. Aunque el colegiado estuvo más de acuerdo con el egipcio y de nuevo no hubo tarjeta. Las cartulinas se habían quedado en alguna papelería de Penny Lane.
Se llegó al descanso con Rüdiger despejando cual maniquí sin brazos un centro peligroso de Alexander-Arnold. 0-0 principalmente gracias a la buena actuación Alisson Becker. Por una vez no esperábamos épica alguna en Champions, simplemente que la vida siguiese igual.
La segunda parte comenzó con una plancha de Fabinho a Vinícus. Ni siquiera falta. No pretendo acusar de enríquez-imiento ilícito al trencilla, pero en el apartado disciplinario el árbitro mostraba un tono arminio. Hecho refrendado con la tercera falta consecutiva de Jota, la última muy dura sobre Nacho, sin que el futbolista del Liverpool viese cartulina, ni amarilla ni de ningún color del espectro visible.
En el 52' Fede robó, se apoyó en Karim y se plantó solo frente a Becker, que sin necesidad de utilizar la raqueta salvó con nota el mano a mano, esta vez con el pie, contra el charrúa. En la jugada de vuelta, Militao desbarató la ocasión del Liverpool. Se le resistía el gol al Madrid. Y al Liverpool las pocas veces que llegaba.
El Madrid estaba tratando de remontar una victoria propia y Klopp no entendía nada
Sin tiempo para terminar de leer el párrafo anterior, entre Vini y Karim desaprovecharon una nueva ocasión clara. No había manera de marcar. Pero el Liverpool tampoco anotaba, que era lo importante hoy.
Klopp decidió retirar a Jota, se marchó sin tarjeta, y a Núñez y poner en liza a Elliot y a Firmino. Corría el minuto 56 y corrían los 22 futbolistas, unos más que otros.
Como la vida no es justa, no acabó en gol un sombrero de Modric sobre Alexander-Arnold seguido por un centro al área y un remate de cabeza de Valverde. Pero que nos quiten lo bailao.
La enésima combinación entre Vinícius y Benzema terminó con un nuevo gol errado, aquello que no suele fallar Karim, lo acababa de marrar. El Madrid tenía menos acierto de cara al gol que el Barça desgravándose facturas.
El Madrid seguía jugando con la ilusión con la que se comienza una nueva relación, pese a que su enamoramiento con la Champions es el más longevo de la historia.
Y en un partido en el que se podían dar patadas sin monestación era lógico que la primera amarilla la viese alguien de fuera del terreno de juego; fue para Klopp por protestar reiteradamente.
Segundos después, Elliot arremete contra Militao sin que Felix Zwayer encontrase la cartulina. Militao aprovechó la barra libre y se libró de otra, ya tocaba.
Y en el 77 por fin marcó el Madrid. Vini la pifió y se cayó al rematar solo frente a Alisson, pero convirtió el error en acierto y asistió desde al suelo a Benzema para que empujase el balón a gol.
1-0. 6-2 en el global y Becker de portero.
Ancelotti decidió cambiar a Kroos, el mejor; a Modric, muy ovacionado; a Vini, que jugó bien; y a Carvajal.
Y cuando nos levantábamos del sillón, Ceballos introdujo un pase glorioso hacia Lucas, cuyo pase atrás lo remató Rodrygo y el balón tocó en la mano del defensor del Liverpool tras rebotar en sí mismo. Se chequeó la jugada en la sala VOR durante una pausa publicitaria de Antena 3, finalmente Felix Zwayer fue a ver la acción y decretó que no era penalti, que esos penaltis solo se pitan en la liga española contra el Madrid y en Champions a favor del City.
Como último favor a la humanidad, el colegiado mostró la primera amarilla a un tipo de rojo cuando ya no servía para nada.
El Madrid, a cuartos de Champions. Aún hay fútbol y es blanco.
Getty Images.
Pequeño detalle de estilo. La forma correcta de expresarlo es: " Everything, everywhere, all at ONCE" 🙂
Para mí y a mi humilde opinión me rindo a un jugador Eduardo Camavinga.
Un jugador extraordinario en su puesto . Ha quedado demostrado que fue una aberración donde ha jugado estos últimos partidos
CHAPEAU
Quitando al Bayern y el City cualquiera contrario para el sorteo es bueno. Pero el Sr Ceferino no creo que pueda aguantar que el Real Madrid se presente en otra final
Totalmente de acuerdo, Camavinga se ha marcado un señor partido. Espectacular también Nacho
Genial artículo!
Gran partido. Un Madrid con autoridad, jugando muy rápido, recuperando en mediocampo y siendo vertical. Lo de Camavinga es un escándalo con esa edad. Cada vez me recuerda más a Fernando Redondo con lo que significa parecerse al mejor medio centro de la historia del club. Muy bien la intensidad defensiva y la intención de hacer daño en cada ataque. Fue un partido parecido al de ida contra el FCB en copa donde tuvimos muy mala suerte. Es evidente que ayer, el Liverpool despobló en centro del campo y eso benefició nuestro juego, es algo que no pasará ante el Barcelona y debemos tenerlo en cuenta. Aún así creo que si Benzema no estuviera en un momento de forma tan regular seríamos un equipo superior. Veremos a ver qué ocurre la semana que viene. Sigo echando en falta a Tchouameni en las alineaciones aunque no por Camavinga. Kroos y Modric estuvieron fantásticos pero el Liverpool apenas intentó pisar esa zona sino realizar transiciones rápidas. No estoy seguro de que sean la pareja ideal para el domingo. Muy bien Nacho, Militao y Rudiguer, del que en la SER dijeron que le quedaba grande la camiseta cuando se marcó un partidazo.
La solucion para Tchounameni es que en el 99 por ciento de los partidos Kroos y Modric no deben jugar juntos. Uno de ellos sobra o Valverde en la posición de extremo
Nuestro Sr. Entrenador se habrá dado cuenta de la aberración que estaba cometiendo al empecinarse poniendo a Camavinga de laterak