Con la venia de todos ustedes, una breve introducción. Como algunos de mis habituales ya conocen, este humilde servidor está casado con una sevillana. Formamos una pareja curiosa porque yo soy castellano-castellano y en lo que respecta a mi mujer, tan solo podría decir que más sevillana que ella, la Giralda y poco más. Pero, como diría el Sabina…"y contra pronóstico han ido pasando los años"…y en fin. A lo que iba, que me pierdo. Llevamos una purrela de años juntos y tengo para mí que lo de compartir el colchón y la opinión es una verdad tautológica. Así pues, entre otras muchas cosas, con el devenir del tiempo, ciertas expresiones de mi mujer las he ido incorporando a mi acervo cultural. A veces las utilizo yo mismo y en otras ocasiones me han servido para no perderme en alguna interesantísima conversación entre sevillanos.
He de reconocer que la mayoría de estas expresiones obedecen a un inteligente y finísimo sentido del humor no exento de cierta acidez e ironía, a la par de ser expresiones muy gráficas cuya sonoridad prácticamente te adelantan el significado. Les cuento.
Viendo un partido entre el Betis y el Barcelona, pude escuchar el mejor mote que he oído en mi vida. “Quillooo, teeeen ciudadooo con er Lápida”, pude escucharle a un bético gritar al televisor de un bar, mientras advertía del peligro inminente. El Lápida, simplemente genial. Y ya saben todos ustedes quién es. El color (la falta de) le delata. El pasado año coincidió que estábamos en Sevilla el fin de semana en el que se jugó el Real Madrid-Betis y que ganó el Madrid por cinco goles a cero. Lo vimos en un bar y al acabar el partido se acercó un conocido/amigo de mi cuñao. Y así, en tono esforzado, le esgrimió “Miarma, hay que vé el trabahito que nos ha costao empatá”. Qué envidiable sentido lúdico.
Si usted vio el partido de la Supercopa de Europa del Madrid, una vez conocidos los datos del mismo, caería en la tentación de, por ejemplo, decir: “hay que ver la cantidad de kilómetros que ha corrido Lucas Vázquez”. Mi mujer diría: “Vaya pechá de correr que s’ha pegao Lucas Vázquez”. Viendo un partido de la Premier, hastiado de tanta verborrea, usted diría: “qué pedante y pesado es el tal Maldini”. Mi mujer diría: “qué jartible es el Maldini”. Este calificativo tan sevillano es igualmente aplicable a todos aquellos que van a las ruedas de prensa a hacer exactamente las mismas preguntas de siempre al entrenador del Madrid (sea el que sea). A la vista del aspecto físico que ha traído Gonzalo Higuaín de su vuelta de vacaciones, usted afirmaría: “qué falta de profesionalidad la del Pipita, ha venido con cinco o seis kilos de más”. A eso mismo mi mujer diría: “hay que ver cómo ha embarnecío el Pipita”; también valdría “Bobby Gómez no para de embarnecer”. Embarnecer, no me digan que no es genial. Usted le puede decir a un prójimo que está tan gordo que necesita su propio código postal, pero dicho así, de aquella manera, como dejándolo caer y ahí la llevas por si la quieres recoger.
En el referido partido de Supercopa de Europa, seguro que usted utilizó expresiones parecidas a estas: “en qué cojones estará pensando Sergio Ramos; siempre él”, y poco después cuando marcó el empate: “qué cojones tiene el capi; siempre él”. Mi mujer (o un sevillano madridista, que también los hay) diría: “Ya está el ennortao del Sergio, otra vez”, y poco después (cuando el gol) hubiera dicho: “qué hideputa, el Sergio otra vez”. Esta última expresión, como todos ustedes ya conocen, no es, habitualmente, un insulto (aunque puede serlo, pero siempre en tono menor); es una expresión de admiración, pero cuidado, porque si un sevillano separa las dos palabras y coloca la preposición “de” justo en medio, vayan ustedes buscándose padrinos.
Las expresiones en castellano “tonto de baba” o “tonto del haba”, no existen para el sevillano. En todo caso será tontolaba, carajote o apollardao, que son mucho más sonoros y menos pedantes. Como ustedes habrán podido comprobar, la sevillanía no es de preposiciones cuando la ocasión requiere síntesis y expresividad. Les ruego me mantengan ese dato en la memoria porque será esencial para mi conclusión final.
“Vaya entrada que le ha hecho Siquiera a Gareth Bale y qué mal ha caído”, que sería un “Vaya viaje que l’hatirao el Siquiera al Bale y vaya jardazo que s’hapegao”. “Hay que ver, qué manera de arbitrar tiene Clos Gómez cada vez que pita al Madrid”. Si lo prefieren, en tono pretendidamente caricaturesco: “endevé cómo le pita el Clos al Madrid, hideputa”.
“Qué manera más torpe y aburrida tiene de expresarse Ángel Villar”. Mejor: “qué cosa más desaboría es el Villar”. También vale, saborío o esaborío. “Vaya borracheras que se pillan algunos jugadores del Barcelona en las celebraciones de los títulos”. Sin comentarios: “vaya tajá que s’han pillao los del Barça en la celebración”.
“En el Barcelona manda Messi, Bartomeu es un presidente de paja”. Excelente: “En el Barcelona manda Messi, el Bartomeu es un chichirivaina”, o esta otra: “...Bartomeu es un juanbreva”. Si usted da con un sevillano madridista, podrá decirle: “el Madrid es el club más prestigioso del mundo”, a lo que el madridista le contestará: “no ni ná”, sencilla expresión categórica e irrefutable.
A cualesquiera de ustedes, a la vista de un editorial de Alfred Ouija del As de la Prisa, podrían escapárseles un sinfín de calificativos y exabruptos, todos ellos muy reproducibles (cosa que no haré por ser todos querellables). Mi mujer zanjaría el asunto diciendo que Alfred es un malfollao, expresión ésta que se me antoja definitiva e inmejorable a nuestros efectos; a más a más, para serles sincero, tengo para mí que la relación de malfollaos que campean por las redacciones de deportes de emisoras y radios de España es inacabable.
Y como estas, muchas más. Sintéticas, gráficas, expresivas, irónicas y ácidas. Inteligentes.
El Real DE Madrid. Eso se le viene escuchando a uno de esos malfollaos que campean por España. Sevillano y dizque macareno, cuestión ésta que hace que a mi mujer se la lleven los demonios. Es una expresión extraña y, francamente, no sé qué finalidad persigue. No le encuentro ni la gracia, ni la ironía, ni la acidez, ni siquiera la síntesis de tantas otras (sería la primera vez que un sevillano quisiera meter un viaje añadiendo más letras a su rejonazo. No es propio de ellos). Por no ser, ni siquiera es ofensiva; al menos a mí, como aficionado del Madrid, no me ofende. Si yo quisiera ofender a la Real Sociedad o al Real Betis (nada más lejos de mi intención) jamás se me ocurriría referirme a ambos clubes como la Real DE Sociedad o el Real DE Betis. Salvo, claro está, que no me importase ir por ahí haciendo el gilipollas (expresión madrileña).
Hasta ahí llegaba mi preocupación por el asunto: era la ocurrencia de uno de tantos apollardaos, sin más. Pero hete aquí que hace un par de días, volví a escuchar la expresión Real DE Madrid en boca de otro... sevillano también (de nacimiento o residencia, lo desconozco) y entonces pensé que algo se me estaba escapando, ya eran dos. ¿Sería una forma de lanzar una pulla con puyazo oculto? ¿Pudiera ser que yo estuviese malinterpretando el contexto? ¿Puede que se estuvieran refiriendo al Teatro Real de Madrid, popularmente conocido como el Real (de Madrid)? Pero claro, uno de ellos es muy dado a cometer faltas de ortografías hablando (“se vais... se ponéis... se creéis”... y esas patadas a un idioma no son giros del habla. Jamás en mi vida he oído a un sevillano utilizar semejantes expresiones), como para saber que hay un Teatro de Ópera en Madrid al que se suele hacer referencia como el Real (de Madrid).
Ahí estaba yo cavilando. Finalmente decidí resolver el dilema. Investigué y pregunté a mis fuentes. Me fui a mi mujer y la trasladé todas mis cavilaciones y dudas: si pudiera ser una forma oculta de insultar, si pudieran estar refiriéndose al Teatro Real, si fuera posible que yo estuviese malinterpretando el contexto de las frases, si... Mi mujer me cortó de raíz con un solo tajo:
¿Tú estás tonto o qué? ¡Te quié ir ya! Qué Teatro Real ni Teatro Real. Esos dos no saben ni lo que es eso. Esos dos son unos apollardaos, malahes, saboríos y papafritas... vamoh, los típicoh sevillanoh que se creen mu grasiosos, pero tienen la grasia en lo mah profundo del oho elculo.
Y se acabó el tema. No sé si mi mujer, a partir de ahora, va pensar de mí que soy un carajote más. No diré que no me importe, pero vaya, lo que más me impactó de las líneas que les he transcrito en el párrafo de más arriba, fue uno de los calificativos: papafrita. Asombrado por la genialidad de una palabra compuesta, tan sencilla y tan expresiva. Visualicé la cara de uno de los dos aludidos, la del más famoso, cariacontecido por el desenlace de un reciente evento deportivo. Efectivamente, lo habían vuelto a hacer. Su cara era una papafrita chuchurría y revenía. Y entonces me dio la risa floja. Mi mujer me miró extrañada. Pero yo seguí riendo y riendo y riendo... tanto, tanto, tanto que casi me meé de la risa... jajajajaja... casi me meé de la risa.
Tan real como la vida misma y con moraleja: no ofende quien quiere, sino quien puede. Ofender a la institución Real Madrid CF, está al alcance de muy, muy, muy pocas personas. Tan pocas, que no se me ocurren. Con mayor motivo, insultar y ofender al Madrid es un privilegio fuera del alcance de papafritas, apollardaos, carajotes, tontolabas, malahes, saboríos, juanbrevas y chichirivainas. Ni siquiera un malfollao director de un esóterico y malfollao periódico puede. Va a ser difícil que nos podamos reír con ellos, así pues, si se presta la ocasión habrá que mearse de la risa o, si no se presta, dejar correr el agua que no vayamos a beber. Y ya he dicho bastante. Les estoy dando una publicidad gratuita que contradice mi propia moraleja. Sea pues, espero haberles entretenido un ratillo a todos ustedes vosotros, ea.
Buenas tardes D. José Luis, no sólo no nos ha entretenido sino que lo hemos pasado "bomba", leyéndole,
estoy de acuerdo con usted que no insulta quien quiere, sino quien puede, pero el tema con el
malaje este no va de insultos, va de mentiras, de desinformaciones, de comentarios ruines,
de coberturas a un sistema anti madridista instalando en la Federación desde la noche de los tiempos
Creo que usted trata al fullero sevillano como un adversario y no lo es, el susodicho macareno
es sobre todo un enemigo a muerte, es sencillo de entender o ellos o nosotros.
Saludos blancos, castellanos y comuneros
Ya lo creo que ha entretenido, José Luis, muy, muy divertido. 😉
Y muy de acuerdo con su moraleja. 😉
Lo que me extraña a mi,de un personaje de esta catadura,lo"fichan"en varios programas,empezo en marcatv y ha seguido despues,en radio marca,en el chiringuito,etc.¿Y saben vds. cual es la cualidad que atesora el muchacho y por lo que lo fichan?Casi na
ES ANTIMADRIDISTA y esto amigos mios,es la mejor carta de presentacion para muchos.
El tal Soria,era recogepelotas del Sevilla y actualmente,hay que tener cuidado con el y retirarse un poco de su lado,por que,se MEA DE LA RISA,ojo,segun palabras de el mismo y repetidas varias veces.baybay......
Joder, Jose Luis, no había tenido todavía la ocasión de leerte ningún artículo, pero muchas gracias por el ratico que decimos en Navarra... no sabes lo que me he podido reír leyéndote... lo dicho, muchas gracias, y un abrazo¡¡¡.... y al papafrita amargao del Cristóbal de Soria, como lo llama Miki Nadal en 90 minuti, y al que no adjetivizo para que me publiquéis el post, que le den.....
¡Qué grande!
La Galerna vale para disfrutar leyendo, en todos los sentidos. Es muy difícil sacar risas con un texto escrito, y en este me ha sacado usted varias.
A partir de hoy, este señor será para mí un "papafrita".
Gracias José Luis.
Estimado José Luis
Muy divertido, y agradecido por su relato.
Y si me permiten una alternativa al gracejo andaluz, para refer tan cariacontecido personaje de los medios. Creo que el adjetivo que mejor describe al personaje es, como dicen en Cuba... "este tipo es un comemielllda del carajo"
Un saludo
Le agradezco la divertida lectura, ha sido un buen rato lleno de expresiones salerosas y certeras. La verdad, los muy pocos que puedan ofender al Real Madrid, a mi parecer, jamás lo harían, por llevar a este, como cantan, pegado al corazón, ...... 🙂
O como diría mi padrino , que era de por ahí cerca,Málaga, "es más pesao que un mulo ahogao"