Pues empezó empatando el Madrid a cero. No es el resultado esperado, eso sin duda, ni siquiera el resultado más lógico teniendo en cuenta a priori el potencial de los dos equipos enfrentados. Aunque sobra decir que, afortunadamente, poco sabe de a prioris esto del fútbol, y desafortunadamente sí sabe mucho de salvaciones y condenas, de blancos y negros, de todos y nadas, de hecatombes de diseño. Si nos lo permiten, nosotros preferimos alinearnos con aquella "razón del equilibrio" que cantaba Silvio Rodríguez, que viene a ser lo mismo que aquel virtuoso punto medio que buscaba Aristóteles en su ética. Sí, faltaron cosas ayer en El Molinón, faltó remate, faltó precisión y faltó tal vez algo de orden y sosiego, pero ya nos perdonarán si optamos por mantener la calma y esperar que estas carencias dejen de serlo progresivamente, al ritmo que van llegando las cosas que se trabajan, esto es, no por el arte de magia que exigen los entrenadores de café.
Cierta desesperación denota la foto elegida por Marca para su portada de hoy, con un Cristiano que, rodillas en tierra, clama al cielo por un balón que no cumplió sus expectativas. No contribuiremos a esta desesperación con estas líneas. Nos limitaremos a tener cierta paciencia. Sabemos que no puede ser infinita esta paciencia, ya que corre el riesgo de convertirse en mero conformismo, esto es, en dejar de ser paciencia; pero también sabemos que sin una pizca de calma y sin una espera observadora, analítica y serena amenaza el mayor riesgo del desbarre, el error y hasta la injusticia. Anotemos pues las conclusiones de este partido, no dejemos de reseñar los defectos antes mencionados, pero consideremos también las virtudes del empuje, el compromiso, la insistencia y la intensidad si no queremos caer en derrotismos no ya impropios de una primera jornada, sino directamente miopes. Así pues, nos hacemos eco de la calma que -según refleja Marca- pide Sergio Ramos, quien otras veces nos ha hecho torcer el gesto cuando hablaba de falta de actitud. No fue el caso de ayer, y es cierto que eso no basta, pero tampoco nos parece razón suficiente para comenzar a afear el juego del equipo, ya sea comiendo pipas o actualizando el mito de Sísifo.
En esta línea de equilibrio y mesura, As recoge unas palabras de Benítez que también hacemos nuestras, aunque solo sea porque creemos que ser del Madrid es ser optimista, saber que siempre cabe la posibilidad de ganar y de volver a ganar, "creer, siempre creer", que le gusta decir a Arbeloa, aun en momentos en los que tal cosa se le antoja imposible a la razón. Por eso, leemos el titular de As como un reto, como un desafío que -suponemos sin querer- nos lanza Relaño como si estuviera exclamando tal frase -"¡Prohibido pasar!"- desde el mismo centro de Gijón y no desde Madrid. Pasaremos, Relaño, pasaremos, y no nos importa si a tu pesar o para tu improbable regocijo. Eso sí, permítenos que, mientras pasamos, prefiramos tu antetítulo, que consideramos más ecuánime e informativo, porque sí, "el Madrid se vació en El Molinón pero volvió a quedarse sin gol", y más nos preocuparía que no se hubiera vaciado, porque, aunque solo sea por historia reciente, consideramos que la ausencia de goles tiene que ser algo meramente coyuntural para un equipo lleno de potenciales goleadores y experto en crear ocasiones con suma facilidad.
Si consideramos que tener calma en la primera jornada de liga es algo no solo exigible, sino simplemente lógico, no podemos sino sonreír ante el cierto triunfalismo que nos ofrece hoy la prensa catalana. Sí, el Barcelona ganó su partido contra el Athletic, con un solitario gol de Luis Suárez tras penalti fallado (uno más, pero no hagan ustedes polémica con esto, que está muy feo) por Messi, y con un juego que dista mucho de ser el mejor de los mundos posibles blaugranas. Francamente, se nos antojan pocos datos para hablar de "victoria clave" o para decir que "el campeón ya marca diferencias", pero ya ha quedado dicho en esta sección (y ya es sabido por todos) que la labor de Sportivo siempre ha sido la del estímulo y la arenga, la de poner una lupa a lo positivo y olvidar en un cajón lo negativo, la del filtro que pedía Sara Montiel cada vez que aparecía en televisión, la de crear un mundo de color con azúcar y confeti, y que la realidad diga lo que quiera.
Bien por ellos si el maquillaje les motiva, salvo cuando directamente mienten y, por ejemplo, califican de penoso el partido de ayer del Madrid. Sabemos que el DRAE, en una de sus acepciones, asume "penoso" como algo trabajoso o dificultoso, y ahí no tendríamos problemas con el calificativo, pero llámennos suspicaces si intuimos que no es ese el sentido que quiere dar Sport a su información (?), razón por la cual suspiramos una vez más mientras movemos la cabeza a ambos lados en cansada negación hasta que nuestro suspiro se corta con una nueva sonrisa.
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2 comentarios en: La razón del equilibrio
Yo creo que no hay que preocuparse por este empate habida cuenta de lo que ya adelantó el Cholo: "veo la próxima Liga peligrosamente preparada para el Real Madrid". Así que nada, tranquilidad y a esperar a mayo. 😉
Un saludo.
Buenos días Loquo, llevas razón en lo que comentas, me había olvidado de las manifestaciones que citas, del matón peronista, en Argentina, has " estao sembrao".
Saludos blancos y comuneros