Un curioso hilo en Twitter animó ayer mi confinamiento. Preguntaban cuál era la mejor alineación madridista de los últimos treinta años, en lo que hubo un sorprendente consenso y un detalle que me hizo pensar: nadie (o casi nadie) incluyó en su once ningún jugador de la quinta del Buitre.
Pero lo que más me gustó fue el debate sobre la figura de Raúl tras el acertado análisis de Miguel Quintana en su videoblog. Tengo que admitir que estoy lejos de ser objetivo. Los héroes de la niñez ocupan un lugar en nuestros olimpos del que casi nadie les va a poder bajar. Raúl consiguió de mí que pudiera disfrutar de un partido amistoso. Y también que celebrase su último gol en el Bernabéu como el de una final de Champions.
Y no era admiración ciega por su figura, como solamente puede parecer, sino por su fútbol. Por todo yo pienso que Raúl fue el mejor. El más importante. Cuando llegaron Suker y Mijatovic, Raúl tenía veinte años y marcó 21 goles jugando en la banda izquierda en la que Capello le ubicó. En su momento más bajo de esos años, la Séptima tuvo su sello inconfundible.
En la Octava (recomiendo ver el partido en Manchester del año 2000) era prácticamente un centrocampista más que bajaba a tocar la pelota a la misma altura que McManaman o Redondo, y aún así le daba tiempo a aparecer en la boca de gol y sentenciar como salido de las profundidades. Ganó dos trofeos de máximo goleador sin jugar de nueve. Pusieron a su lado a los mejores del mundo (Figo, Zidane o Ronaldo) y siguió siendo la referencia.
La exhibición en 2003, también contra el Manchester United, pero esta vez en el Bernabéu, estuvo a la altura de la de Ronaldo en el partido de vuelta. Esa temporada se torció justo después de ese partido por una inoportuna apendicitis, pero cabe recordar la frase de Sir Alex Ferguson respecto a su ausencia en el partido de vuelta: “El Madrid lo notará porque es el mejor”.
Quizá en ese momento se acabase el Raúl siempre candidato al Balón de Oro que tan injustamente no ganó, sobre todo cuando sí lo ganaron futbolistas coetáneos de inferior nivel, en mi opinión, como Owen, Nedved o Shevchenko. Pero lo que vino después nada tenía que ver con lo que nos contaban algunos aprovechando su discutible salida de la selección.
Siguió manteniendo un nivel y unas cifras casi inalcanzables para cualquiera; y marcando goles decisivos, como en la segunda Liga de Capello, o siendo el líder indiscutible en la Liga de Schuster, aquella en la que vimos a los Messi, Xavi, Puyol y compañía homenajear a los nuestros, justo antes de una goleada que pudo ser mayor.
Renunció al papel secundario que le tenía reservado Mou (estoy convencido de que, de quedarse, hubiera acabado obteniendo el papel protagonista) y decidió poner en el mapa de Europa a un equipo alemán cuyo mayor éxito había sido ganar una Copa de la UEFA en los 90, llevándolo con su liderazgo a las semifinales de la Champions League.
Miguel Quintana decía en su videoblog que no creía en las comparaciones de jugadores de distintas épocas. Tengo que terminar llevándole la contraria en este aspecto: a nivel global, no ha habido jugador más completo, determinante y decisivo en la historia de España que Raúl González Blanco.
Me alegra mucho leer un artículo como este. Es paradójico comprobar cómo un jugador que en su tiempo fue permanentemente homenajeado por cierto tipo de prensa, al mismo tiempo haya sufrido una damnatio memoriae tan brutal. El mejor jugador español de siempre y en el top three de los madridistas, sin duda.
Bueno en el mejor equipo de siempre del Real Madrid, suelen faltar jugadores como GENTO, PIRRI, CAMACHO, PUSKAS, ZARRAGA, ZAMORA, STILIKE y un largo etc, ahora se ponen a los han visto en los ultimos 20 años y parece que no hubo otros
Es el mejor futbolista nacido en las Españas, sin duda. Me río de quien aboga por iniesta o xavi, la verdad.
Me cansan un poco ésto de los onces ideales o de los mejores de la historia, porque nunca caben todos los que se lo merecen. Además, siempre hay sesgo hacia los actuales, lo que muestra muy poca cultura y bastante menos respeto. Especialmente sangrante es el caso de los culers, que según quién hable, el fúrgol se inventó en 2008 (Guardrogas y Villar), o alguno más "estudiao" te dirá que el fúrbol empezó en 1991 con Cruyff, García de Loza y Gracia Redondo. Esta segunda cuenta tiene la desventaja para ellos, de que se tienen que comer las Champions de 1998, 2000 y 2002, de ahí que se abogue por la primera.
Abrazos madridistas desde el confinamiento
Comparto esa querencia semirromántica por Raúl González. En mi caso (nací en el 84) también condicionado por que me acompañó en mis años de mayor afición. Respecto a los onces, me da la sensación de que cada vez se valora menos el pasado. Ha cambiado tanto el fútbol tanto nivel mediático como de formato de competiciones que ya no parece que exista nada anterior al 2000. En los lejanos 90, ni los más jóvenes osábamos cuestionar el valor de figuras de tiempos anteriores ahora casi marginadas. Bajo mi punto de vista la Quinta del Buitre tiene bastante más relevancia histórica que el 80% de las estrellas que han pasado por el equipo en los últimos 20 años (quitando honrosas excepciones de la talla de Zidane, Ronaldo o Cristiano).
Grande sin duda Raúl González Blanco.
Si tener unas enormes cualidades, siempre destacó en muchas facetas y en posiciones distintas a su perfil.
Orgullo y mucha entrega por la camiseta.
En mi particular Hall of Fame, siempre estará Raúl, al igual que Michel, Buitre, Hierro, Redondo.........
Raúl fue el ejemplo vivo de como sin nacer con un talento descomunal , se puede llegar a ser leyenda y leyenda del Madrid. No era elegante en su juego, solo manejaba una pierna, no tenía un físico excepcional, pero era Raúl y con eso bastaba.
Ejemplo de trabajo en un campo de juego, de esfuerzo, de mentalidad ganadora. Nunca supo venderse muy bien, ni comprar voluntades, por eso no ganó nunca un balón de oro cuando si lo hizo alguno de sus suplentes. Me temo que tampoco le importó demasiado ganarlo. Si se lo hubiera propuesto en serio, lo hubiera conseguido.