Podríamos hasta enfadarnos con él. Con Raúl García. Ese Homo Antecesor del fútbol. Pero la verdad es que no sería justo. Uno no puede luchar contra su propia esencia. Contra su razón de ser. Raúl García es un hombre atrapado en un dilema terrible. Odia el fútbol, pero se dedica profesionalmente a jugarlo. Odia el fútbol y odia la nobleza que este deporte representa. Odia la belleza. Es decir, odia al Real Madrid. Más aún. Odia la luz que desprende el Real Madrid. Porque esa luz invade la tiniebla en la que él se mueve. Esa oscuridad en la que poder hacer faltas abyectas. En la que poder tirarse y fingir agresiones que no han ocurrido. En la que un insulto o un escupitajo queda sin castigo. Raúl García odia la luz porque es una criatura de la noche. Sin toda la elegancia y porte aristocrático del Conde Drácula, por supuesto. Porque esa luminosidad le quema. La luz cegadora de un pase con el exterior de Modric. El destello de un control sobrenatural de Marcelo que lo ilumina todo. Esa ruleta de Isco que enciende un estadio. O el golpeo seco y en décimas de segundo de Asensio que se convierte en ese gol que Raúl García jamás podrá marcar. Todo, heridas a esa penumbra en la que él vive. En la que encuentra un cierto alivio, porque no tiene que verse. Porque Raúl García es el Dorian Grey de nuestro fútbol. Por eso no quiere mirarse en el espejo. Porque si se viera reflejado en él, descubriría que cada día tiene la mirada más torva. La nariz más ganchuda. La piel más gris. El ánimo más atormentado. Porque eso es Raúl Dorian Grey García. Un tipo atormentado. Y precisamente por eso, no podemos odiarlo. Ni siquiera, caernos mal. Porque él sabe que jamás podrá jugar en el Real Madrid. Sintamos compasión por él.
Demasiado benévolos sois con este tuercebotas.
Jajaja. Muy divertido. Podría inaugurar una serie sobre "criaturas de la noche". Desde José Luis Núñez o Sandro Rosell, pasando por el "mono" (sic) Burgos, hasta Luis Enrique, Ballesteros o Vidal. Un verdadero catálogo "gore".
Eso de que no puede caernos mal...mal no, peor
Eso del Homo Antecesor del fútbol es un hallazgo. Me descubro.
Aquí le percibimos como lo que es, un troll nauseabundo, pero es asombrosa la buena prensa de la que goza este pandillero del balón, al que describen como un tipo estupendo "fuera del campo".
Saludos.
Entre los amigos utilizábamos la expresión "juegas como los primeros pobladores" para alguien no demasiado virtuoso ni inteligente en el campo. A Raúl García seria mejor compararlo, en cuanto a su desempeño en las praderas, con algún homínido antepasado. Quizás el australopithecus o el homo erectus.
Y siguiendo el símil evolutivo, parece ser que los neandertales no se extinguieron del todo, sino que parte de ellos sobreviven en nosotros merced al mestizaje. En algunas personas esa carga genética es más acusada que en otras.