Ni la carrera ni el presente del mito de Camas han podido frenar al odio disfrazado
Qué no vamos a esperar en el país de Caín y Abel. El país cuyo gobierno promueve una ley para eliminar la vehicularidad de su propio idioma. Si Sergio Ramos se llamara Serge Ramis no le pasaría esto. En Francia, por no ir muy lejos, a Serge Ramis, leyenda de Francia y del Real Madrid, le estarían aplaudiendo después de fallar dos penaltis. En España, en cambio, se mofan con saña de Sergio Ramos, leyenda de España y del Real Madrid, después de fallar dos penaltis. ¡Tras marcar VEINTICINCO SEGUIDOS!
Es esa la Españita cicatera y envidiosa. La Españita antimadridista, siempre a punto para el palo y revenida para el aplauso. La Españita del meme. A mí los memes me hacen gracia, por lo general. Son demostraciones casi siempre exquisitas del ingenio español porque son inocentes y profundas al mismo tiempo; la realidad diseccionada y caricaturizada con motivo lúdico y procaz, pero sin intención ni señalamiento. Otra cosa es tratar de disfrazar de meme, de ingenio español, la simple inquina, el odio retenido, el resentimiento o el rencor.
No hay motivos para hacer un meme porque Sergio Ramos falle dos penaltis. Sí una noticia, por supuesto. Que Sergio Ramos falle dos penaltis es noticia, no meme
No hay motivos para hacer un meme porque Sergio Ramos falle dos penaltis. Sí una noticia, por supuesto. Que Sergio Ramos falle dos penaltis es noticia, no meme. El meme porque Sergio Ramos falle dos penaltis no es meme sino el reproducido escozor que devuelve el hecho noticioso debido a la impresionante carrera (que continúa) llena de éxitos del capitán blanco. Cuántas almorranas dormidas hemos visto despertar. Todo esto ha sido como una película de terror escatológico. El despertar de las almorranas. ¿No se imaginan a todas esas almorranas zombis antimadridistas salir de sus tumbas rectales como en el Thriller de Michael Jackson?
Yo ayer y antes de ayer las vi. Hoy todavía quedan algunas. Almorranas de todos los colores abandonando sus oscuros perineos y avanzando mecánicamente, con los ojos salidos y el talento maltrecho, más bien muerto, y con la gracia putrefacta: “It’s close to miiiidnight, and something evil’s lurking in the daaark…”. No paraban de salir de sus orificios. Por todas partes. Incluidas las de los periodistas de parte y los equidistantes, que son más de parte que ninguno. Son estos aquellos que primero defendieron a Ramos e inmediatamente después le criticaron. Lo último que queda es la crítica mientras la falsa defensa se olvida.
“Hombre, vamos a ver, que no es para tanto, pero es que…”. Ese “pero es que...” es la almorrana saliendo a la luz con micrófono para que le oigan todas las almorranas ocultas. Y vaya si salieron. Todo muy desagradable. Una almorrana no puede ser graciosa nada más que en el lóbrego mundo de las almorranas. Una almorrana fuera de su sitio es una cosa horrible. Imagínense cientos y cientos. En Facebook, en Twitter, en Whatsapp, en los periódicos. Como para salir corriendo.
La noche de las almorranas vivientes. La invasión de las ultraalmorranas. Almorranas con micrófono, almorranas con teléfono, almorranas contando chistes, almorranas de cachondeo a cuenta de un deportista mítico. ¡El apocalipsis almorranil! Menos mal que parece que ya ha amainado la lluvia de almorranas, como cuando caían del cielo las ranas en Magnolia. Parece que se han ido volviendo a sus cubiles, como vampiros cruzando los brazos sobre el pecho para descansar en su tumba.
Pero en cualquier momento pueden regresar. Están ahí. Ya lo saben. Esa almorrana zombi y enrojecida se va a volver a dormir sin razones para vivir, pero siempre puede despertarse porque ni siquiera Sergio Ramos, ni mucho menos, es perfecto.
Fotografías Getty Images.
La increíble racha de Ramos tenía que romperse algún día. Yo siempre he deseado secretamente que fallase algún penalti intrascendente, para poner el contador a cero y que esa fatalidad no ocurriese en el momento más inoportuno. Pensaba en algún partido con el marcador ya decidido, sin darme cuenta de que había una opción mejor: que fallase, no uno, sino dos penaltis en un bolo de la selección, irrelevantes casi por definición. Imaginen la exhibición de almorranas sangrantes que habríamos tenido que padecer si nuestro capitán falla un penalti en una final de Champions o en un partido verdaderamente importante.
Uff, imagino una ingente legión de almorranas sangrantes y rabiosas , expresándose en su máximo esplendor, caso de que esos 2 penales no transformados en gol hubiesen tenido lugar en un partido y en unos momentos cruciales para el Real Madrid. Totalmente insufrible.
Y hablando de Ramos por favor Biológicamente está en 28 años renovarle 4 más y que se quede en el Madrid para siempre
Si se va Ramos cuanto costaria un central inferior a él mas la ficha correspondiente
A mi me dio satisfacción que los penaltis fallados fueran con España.
Yo le deseo lo mejor a España siempre y que los jugadores del Real Madrid ganen, como lo han hecho anteriormente, más campeonatos de Europa y más mundiales de naciones.Aunque esté de moda denostar lo español, a mí me parece una actitud mediocre e incompatible con un razonamiento crítico frente a la marea de incongruencias que se tienen que soportar a diario.
Lo que detesto es que los medios de comunicación de turno se congratulen con las desgracias de la selección , sea a costa de Ramos o del que sea. Me asquea que con falsedades disparatadas se hayan salido con la suya. España no es " La roja". España no es eso . Una expresión tan vulgar y exenta de rigor como lo de "Latinoamérica".
Se van imponiendo ideas a través del lenguaje y no de un modo inocente. No leí en ningún libro que los romanos descubrieran y colonizasen Amèrica.
1, 2, 3, 4 , 5 , 6, 7 , 8 , 9 , 10 , 11, 12, 13.
Cuando te levantas por la mañana, lo piensas y te sientes muy bien.
Hasta las sábanas , la leche, el azúcar.
Hay que comprenderles.Es una obsesión.
Lo que no es , no puede ser y además es imposible.
La segunda frase no viene a cuento, salvo que el articulista quiera demostrar su parcialidad e ignorancia políticas.
En mi opinión sí es oportuna y expresa adecuadamente la injustica y equivocación que inunda nuestra sociedad en general y el deporte profesional "español" en particular. Me parece una puya muy bien dirigida.
Yo estoy en una fase en que la selección española no me ilusiona, porque el entrenador no me gusta. Pero siempre voy a ir con España y nunca voy a querer que pierda. He sido muy feliz, no puedo decir cuánto, cuando ganamos las dos Eurocopas y el Mundial.
Si, prefiero que Sergio Ramos haya fallado esos penaltis en la selección a que lo haya hecho en un partido decisivo del Real Madrid. Pero me hubiera gustado más que los penaltis los hubiera fallado en un partido ya decidido, sin que supusiera un problema.
Por cierto, yo tampoco comparto la alusión política que hace el articulista. Que puede tener sus ideas, muy respetables, pero aquí creo que no proceden.
A lo mejor hay que leerse la ley, la constitución y los estatutos de autonomía. El resto de lenguas oficiales y alguna que no lo es. En todo caso es meterse en cuestiones ajenas al juego. Hay gente con almorranas que se alegró de que fallara Ramos y opina igual que el autor respecto a esa ley. No sé qué pasaría si un día en La Galerna se publicase en una lengua española que no fuera el castellano.