Mira, chato (CXXII)

Rafa excita como si aparecieran City y Bayern juntos

Cuando avanza abril, mi sistema nervioso se pone a mil. Y el de ustedes, bribones. Llegan todas las emociones. Una de ellas, la tierra en el tenis. Montecarlo, Roma, Barcelona, Madrid… ¡Roland Garros! ¡Cuántos de esos torneos nos hemos tragado con el alma en vilo! Por Rafa, claro. Esta tarde juega otra vez. ‘Quícir’, hoy también es fiesta. ¡Qué huevos tiene!

También está Ella, la Copa de Europa. Sabe mi incontable legión de seguidores que estando el Madrid de por medio es la Copa de Europa. La Champions es esa cosa que juegan el segundo, el tercero, el cuarto... Se parece, pero no es lo mismo. Un Madrid-Bayern es Copa de Europa. Di Stéfano. Beckenbauer. Puskas y Gento. Müller, el Torpedo y el otro. Raúl. Matthäus. Zidane. Effenberg, Khan. Casillas, Míchel y Rummenigge, Elber y El Buitre. Cristiano...

Un Madrid-Bayern es Copa de Europa. Un Madrid-City es Champions

Un Madrid-City es Champions. Estos ingleses son unos ‘parvenus’. Buenos, pero sin pedigrí. Madrid vs Inglaterra, Copa de Europa, o sea, requiere del United y/o Liverpool. Cuando lo consigue, el Madrid gana a un tiempo la Copa de Europa y la Champions. La de los históricos y la de los que se han ido apuntando.

Emociones. Sale Rafa y bueno: sólo él es capaz de hacer lo que está haciendo y no andar pescando dentones por Mallorca. Sale y mi excitación es igual o mayor que si aparecieran City y Bayern juntos. Rafa está solo, el Madrid pone once y tiene posibilidad de cinco cambios. El Madrid, además, también juega con Rafa de su lado. Bendita compañía.

¿Qué tal lo del martes? No me fío ni un pelo. O mejor: del Madrid sí me fío, de quien no me fío es del Bayern. Intuyo sufrimiento conejil ida y vuelta. Menos, pero también me altera la Liga: la lucha por el subcampeonato me parece interesantísima.

Esta noche, horas después de Rafa, se jugará el Barcelona-Valencia: es un partido de fútbol y podría ser perfectamente un tren. Barcelona-Valencia, Euromed de las 9, vía 5. Está bien.

Ahora mismo el Girona tiene un punto de ventaja sobre los azulgrana, su visitante el sábado. Si le ganan se pondrán por delante a falta de cuatro jornadas, pase lo que pase esta noche. ¡Tiembla, Arabia!

Rafa está solo, el Madrid pone once y tiene posibilidad de cinco cambios. El Madrid, además, también juega con Rafa de su lado. Bendita compañía

Xavi dejó dicho ayer que están cerca de cumplir el objetivo básico: jugar la próxima Champions. Me pareció una de sus declaraciones más sensatas. La certeza de su continuidad le ha iluminado.

El Barça de ahora está para eso, asegurar una plaza entre los mejores de Europa. No más. Algo parecido al Atleti con la diferencia que Simeone lo anuncia en verano: nosotros, terceros. Serán cuartos parece, tampoco está mal. De haberse dado cuenta antes, Xavi se hubiera ahorrado más de un bochorno. Y nosotros, también.

Pues eso, que estamos ante un interesante mano a mano entre el equipo de Míchel, el mejor después del Madrid, y el más perjudicado por los árbitros y la ultraderecha: el Barcelona. Ventilan el título que queda pues el ganador se coronará como el mejor equipo catalán del campeonato, lo cual no es moco de pavo. Ni de conejo.

¿Del subcampeón nadie se acuerda? Pues no siempre. Existe un selecto grupo formado por los equipos que han perdido una final europea frente al Madrid en Copa de Europa, Supercopa y de la UEFA, hoy Europa League. Aquí, Colonia y Videoton de Hungría, por recordar. Están también Liverpool, Juventus, Milán, Leverkusen, Valencia, Atleti, todos esos. Una pena lo del calendario tan ‘preñao’, pues podrían jugar un magnífico torneo entre ellos.

Ahora mismo el Girona tiene un punto de ventaja sobre los azulgrana, su visitante el sábado. Si le ganan se pondrán por delante a falta de cuatro jornadas, pase lo que pase esta noche. ¡Tiembla, Arabia!

Ver al Girona subcampeón tendría una gracia enorme. Para el Barça también resultaría la mar de interesante, pues reforzaría la teoría de Laporta: hemos acabado segundos, sin las ayudas arbitrales y militares al Madrid habríamos sido campeones. Sin duda. Hay vídeos, audios e incluso las dos cosas. He repasado un motón de partidos y admito que sin estos errores/persecución el Madrid tendría hoy 74 puntos y el Barça, 96.

La última traca, y no les voy a marear con cábalas, es que el Madrid puede proclamarse campeón tumbado en el sofá de su casa. Podría tratar de evitarse poniendo sus partidos después de los del Barça y Girona y favorecer la fiesta. Da igual. Que esta Liga acabe en plan clandestino no está mal. Es la línea.

El sábado en el Metropolitano le llamaron mono a Nico Williams, acabó el partido y no le preguntaron a nadie por el asunto. La Liga de Heidi, Pedro y el abuelito. Todo bien. Tuvo su cosa escuchar que al chico del Athletic le pitaron tras reanudarse el juego después de que se quejara por lo que le gritaban. ¡Han ido contra la víctima! Eso se dijo. Bien. Igual estamos a dos minutos de que también consideren víctima a Vinícius.

¿Y? El dueño del Atleti tiene mucho trabajo en la ECA, quizá cuando tenga un rato se preocupará de estos asuntillos domésticos. Feliz semana y lo dicho: no se fíen.

Getty Images.