Cinco años de gracias

Son fechas raras, son circunstancias dolorosamente marcianas para celebrar 5 años del nacimiento de La Galerna. Son tiempos extraños para ser el editor y máximo responsable de dicho portal, también. Preferiría no tener nada que celebrar pero estar rodeado de normalidad. Todos lo preferiríamos. Si a nuestros lectores les propusieran un trueque (a la manera Barça) entre lo que hay ahora y el mundo preCovid pero sin La Galerna, nos quitarían de en medio, claro está. No podríamos reprochárselo y nosotros mismos firmaríamos inmediatamente, por supuesto.

Pero resulta que el mundo es el que es (mañana, si Dios quiere, será un poquito mejor, y así gradualmente hasta llegar a parecerse mucho a lo que tuvimos) y que La Galerna también es la que es. Cinco años después, pese al crecimiento registrado en términos de lectores y prestigio, se mantiene el espíritu inicial, que no es otro que el de constituirse en el foro por excelencia de encuentro de la opinión madridista en español. Un foro en el que se abracen madridismo, sintaxis y (siempre pienso que falta este factor en nuestra máxima) raciocinio. No necesariamente en ese orden, añadiríamos parafraseando la famosa bandera. Solo nuestra razón está por encima de nuestro madridismo. Ese es el espíritu con el que arrancamos hace hoy cinco años, y es el espíritu que trataremos de mantener en el desarrollo de esta pasión donde caben el análisis táctico, el sarcasmo del portanálisis, la literatura futbolera y toda la transversalidad posible en gente que ama al Madrid como parte (importante) de las cosas buenas de la vida: el cine, la música, los libros, el amor, la amistad y la propia Galerna (se nos disculparán esos ratos autoalusivos). También caben la pluralidad en el marco del respeto y cierta mala leche en el contexto de la elegancia formal. Hay una frescura sutilmente gamberra que me gustaría pensar que no hemos perdido ni perderemos, y que se da la mano con la rigurosidad científica de análisis puramente futboleros con la tranquilidad de saber que el denominador común de todos esos registros dispares es el Real Madrid. Qué mejor hogar común para tal batiburrillo.

Cinco años después, se mantiene el espíritu inicial, que no es otro que el de constituirse en el foro por excelencia de encuentro de la opinión madridista en español

Para mí es un día de dar gracias, obviamente.

Gracias a todos y cada uno de los colaboradores, tanto los que cuentan por cientos sus aportaciones como los que han participado de manera puntual. En un rato podréis disfrutar en estas páginas del maravilloso minidocumental elaborado por Dani Beltrán con el testimonio de muchos de ellos. En él veréis a un puñado de hombres brillantísimos sacar fuerzas de flaqueza, en medio del hastío del confinamiento, para dedicarnos la parcela de pasión al día que el Coronavirus no nos quitará. Me ha emocionado esa pieza. Gracias a los que aparecen en ella, pero también a muchos que están en espíritu, todos, absolutamente todos han sido y son importantes y estoy en deuda eterna con ellos.

Gracias muy especiales para Pepe Kollins, el hombre que me ha adelantado en importancia para La Galerna, convirtiéndolo encima en una buena noticia. Gracias por sus desvelos y su amistad. Gracias por querer tanto a La Galerna.

Gracias, por supuesto, al Real Madrid por existir. Gracias también por hacer que su existencia, que no nos necesita, nos sirva de excusa para reunirnos aquí cada día y hablar de las cosas que nos vuelven locos, empezando por el propio Real Madrid. A modo de celebración, publicamos hoy una entrevista con uno de los más grandes héroes de esa historia que tú hiciste, Real Madrid (la historia por hacer no se detiene, incluso aunque ahora parezca que lo haga). Gracias, Roberto, por alegrarnos el día aunque no te parezcas a Clint Eastwood.

Gracias, por último but not least, a todos vosotros por leernos, por entender lo que es La Galerna y por vivirla con la misma intensidad que nosotros, a veces con más. Ahora no podemos abrazarnos mucho y el Bernabéu está cerrado al fútbol, pero permitid que nos adelantemos al levantamiento de ambas restricciones (llegará) para mandaros un abrazo cuya dimensión viene delimitada por el perímetro marcado por el Paseo de la Castellana y las calles Padre Damián, Rafael Salgado y Concha Espina. Allí, en ese espacio, duermen ahora nuestros sueños.

Volverán.

Cinco años de gracias.