La quintaesencia del cinismo

La portada estrella de la jornada es sin duda alguna la de As, que marca un hito en la trayectoria de cinismo que el Diario de la Ouija mantiene respecto a según qué jugadores. As es, básicamente, un diario que se dedica a informar de los resultados de las campañas que organiza como si no fueran resultado de las campañas que organiza. El ejemplo que hoy nos ofrece representa un punto de inflexión muy meritorio -lo decimos casi sin ironía- en esta ruta "un poquito vergonzante".

Alfredo Relaño ha inventado varios círculos perfectos. Hay que reconocerle el mérito. Pongamos el caso de Bale, por ejemplo. Ejecuto una patada a Florentino en el culo del galés a través de una campaña contra el extremo, a través de la cual propicio los silbidos del respetable, de los cuales luego me hago eco -como si no fuera yo mismo quien los ha propiciado- para abundar en la campaña ("¿No dije que era malo? Ved cómo no le quieren"). Pero el círculo que cierra esta portada tiene una redondez que sublima este modus operandi de lo vicioso.

Hago (junto con otros) irrespirable el ambiente si no juega Casillas hasta asegurarme de que el técnico del Real Madrid lo sostenga como titular a lo largo de la temporada. Cuando llega el verano, y hay que estrenar la camiseta del año próximo, el Madrid no tiene más remedio que sacar en las fotos a algún portero, dado que la camiseta del portero también hay que venderla. ¿A quién pondré en las fotos? ¿Al guardameta suplente? Lógicamente no. Lógicamente sacaré en las fotos al portero que Relaño (y otros) han hecho titular a base de hacer el ambiente irrespirable si no formaba parte del once. Nuevamente, me hago el tonto y titulo como si yo no hubiera formado parte importante del proceso: "Casillas aún vende camisetas".

La portada que hoy nos ofrece Marca es de esas ante las que no hay más remedio que posicionarse, y de hacerlo con alguna rotundidad. Lo haremos: nos gusta.

Nos gusta ver a nuestros ídolos cuando eran niños, aunque sea con la excusa algo traída por los pelos de la favorable media de edad de la plantilla del Madrid. El fútbol es para nosotros, los aficionados, una recuperación episódica de esa ingenuidad infantil que nos hace vibrar con cosas que objetivamente no importan, y el ver a nuestros jugadores retratados cuando eran unos mocosos nos hace albergar la esperanza subliminal de que ellos lo vivan como nosotros, la esperanza inconsciente de que necesiten ver ganar al Madrid con el mismo impulso pueril, la fe preadolescente en algo casi imposible: que el perder, para ellos, sea tan inaceptable como lo es para la afición, algo que solo se puede creer desde esa misma inocencia infantil. Por eso, para hacernos esa vana ilusión, cifrada en el subconsciente, nos gusta verles como los niños que fueron, aunque la portada de Marca habría tenido mucha más gracia si no salieran los nombres de los jugadores, permitiendo al lector el pasatiempos de adivinarlos.

Menos mal que tenemos a la prensa catalana para darnos las buenas noticias, y si no véase la parte superior de la portada de Mundo Deportivo: "Cristiano, a Floren: <<Me quedo>>". Ya sabemos que no todos vosotros consideráis esto una buena noticia (sabemos quiénes sois y os tenemos vigilados), pero La Galerna sí. Y haríais bien todos aquellos que abogáis por una pronta venta del fenómeno portugués en reparar en el mínimo espacio que el diario catalán le dedica a este extremo: si la noticia de la permanencia de Cristiano en el Madrid les gustara, le habrían otorgado un espacio no ligeramente superior, sino muy superior al que consignan -bajo los sobredimensionados dimes y diretes de Pogba y Verratti- para las sospechas sobre el sexo de la capitana de la selección de Corea que participa en el Mundial femenino de fútbol. La foto que acompaña a esta desconcertante noticia respalda la pertinencia de las dudas por el gran parecido de la capitana con el Fary, paradigma de masculinidad que célebremente aborreció el afeminamiento del hombre blandengue, lo que le sitúa fuera de toda duda, como fuera de la misma debería estar también este maromo que capitanea a las chicas de Kim Jong-Un (¿o son sus vecinas del Sur?). Nunca podréis acusar a La Galerna de no mojarse, y este extremo no será una excepción: la capitana calza pene.

Sobredimensionado, asimismo, lo de "la lista de Luis Enrique" que nos ofrece Sport, quien también se refiere al Madrid y también en chiquitito, lo que no impide que esa referencia sea lo más interesante de esta rutinaria portada. "Florentino y Benítez ya chocan", señala el rotativo culé, y no puede dejar de llamar la atención el adverbio ya. ¿Asume ese adverbio el cumplimiento de un destino inexorable, como si Floren hubiera chocado a las primeras de cambio con todos y cada uno de sus entrenadores (cuando, que se sepa, los dos últimos duraron tres y dos años, respectivamente)? ¿O simplemente refleja el cumplimiento de un deseo apasionado por parte de Sport? No dudamos ni por un instante de que Sport tiene unas ganas locas de que Floren y Benítez choquen, y en respuesta a ese deseo se descuelga con ese adverbio eufórico (ya chocan=bravo, ya chocan). Se les ve el plumero -no lo ocultan- a los de Sport. Pero en fin, también se le ve a Relaño y este en cambio sí manifiesta la clara ambición de ocultarlo.

Lo cual, bien pensado, es bastante más patético.