No me ha gustado ningún presidente del gobierno español desde que tengo uso de razón. Suspendería a todos, por distintas razones y con la excepción de Adolfo Suárez, de quien solo lecturas posteriores me han convertido en admirador, siendo yo demasiado niño en el tiempo de su mandato como para apreciar su talla de estadista en un tiempo sumamente turbulento.
Pedro Sánchez no me gusta nada por razones que no tienen que ver con lo que trata este artículo, pero si el mismísimo Adolfo Suárez hubiera hecho (o, mejor dicho, dejado de hacer) aquello de lo que este artículo trata, habría dicho de él lo mismo que me dispongo a decir de Sánchez.
El todavía jefe del ejecutivo español, dentro del contexto del desfile mediático previo a las elecciones del próximo domingo, fue entrevistado por Marca hace pocos días, y lo de menos es que se confesara del Estudiantes y, “por simetría”, del Atleti. Cada uno es de lo que quiere, si bien lo de la simetría no deja de llamar la atención. Si uno mira el ranking presupuestario y de palmarés de los clubes de fútbol y baloncesto del país, hay que buscar muy denodadamente para encontrar la simetría entre el Atlético y el Estudiantes. Ya querría el Estudiantes beneficiarse de la pertenencia a un club con los recursos financieros del Atlético. Los del Magariños son al baloncesto lo que el Getafe es al fútbol, en el mejor de los casos, y en nada se parecen al club con el tercer mayor presupuesto de la liga. Por otra parte, la conexión sentimental Estudiantes-Atlético fue una moda que se originó en los 80 entre los más jóvenes, cuando hasta directivos de la entidad colegial seguían siendo fieles futboleros de la casa blanca y muchos aficionados del Estudiantes lo seguían siendo del Real Madrid de fútbol.
Aparte de este paralelismo forzado y trasnochado, Sánchez ha dejado para la posteridad una opinión que seguramente considera (él o sus asesores) sumamente electoralista, pero que a buen seguro habrá sentado a cuerno quemado entre sus votantes merengues, y que probablemente tampoco habrá sido muy bien recibida por los de otras adscripciones deportivas. Otras adscripciones distintas de la culé, se entiende. Le seguirán votando, claro, porque considerarán que este es un asunto menor al tratarse de fútbol, si bien en el fondo de sus entendimientos sentirán la punzada que sugiere que en realidad el tema trasciende con mucho el burdo balompié.
Preguntado por el asunto Negreira, respondió Sánchez que la causa está en manos de los tribunales, obviedad tras la que es demasiado fácil parapetarse pero que sólo puede darse por buena guste o no. Lo grave viene cuando el máximo mandatario del poder ejecutivo añade que tiene fe en el sistema arbitral español (“aunque no soy un experto”, agrega) y que el BarçaGate no es más que un “borrón” de los que de cuando en cuando echa “el mejor escribano”.
Llama Sánchez “borrón” a la compra del estamento arbitral por parte del Barça a lo largo de nada menos que dos décadas y a través de pagos millonarios a su vicepresidente, con competencias directas en las carreras de los colegiados y por consiguiente con capacidad suficiente para influir en los arbitrajes en busca de “neutralidad” para los azulgrana, como el propio Negreira confesó en su declaración a Hacienda. A eso llama “borrón” el último presidente de España y candidato a volver a serlo
Lo de que “no es un experto” recuerda a lo de su inefable ministro Iceta, que al parecer lo es de Cultura y DEPORTE, cuando declaró que no seguía “de cerca” el asunto Negreira. Poco se dijo de eso. Hay que verbalizarlo varias veces para terminar de asumir que lo dijo y no pasó nada. El ministro de DEPORTES no ha seguido “de cerca” el mayor escándalo en la historia del fútbol nacional, siendo el fútbol el indiscutible DEPORTE rey de este país. Al parecer, según revela ahora Sánchez, el alto funcionario y su jefe comparten idéntico desapego por los asuntos relativos a dicho deporte rey, y ni siquiera el que de pronto salga a la luz el fraude competitivo más ominoso de la historia de la liga ha encendido en sus espíritus la espita de la curiosidad. Eso, o que el protagonista del escándalo puntúa alto en los afectos de uno de sus apoyos políticos para gobernar, una de dos. En cualquiera de ambos casos, cabría exigirle que se afanara en dejar de aparecer como un principiante desaplicado.
Llama Sánchez “borrón” (y se queda tan tranquilo) a la compra del estamento arbitral por parte del Barça a lo largo de nada menos que dos décadas y a través de pagos millonarios a su vicepresidente, con competencias directas en las carreras de los colegiados y por consiguiente con capacidad suficiente para influir en los arbitrajes en busca de “neutralidad” para los azulgrana, como el propio Negreira confesó en su declaración a Hacienda. A eso llama “borrón” el último presidente de España y candidato a volver a serlo. No sabemos cómo llamará al hecho de que su último Director General de Deportes, Albert Soler, a la sazón exmiembro de la junta directiva culé, confeccionara la Ley del Deporte para que, convenientemente, el posible delito de corrupción deportiva de la entidad catalana prescribiera en el ámbito de la justicia deportiva. Repetimos el posesivo: SU Director General de Deportes, es decir, casi el máximo cargo en la política deportiva de la nación, tan solo por debajo del presidente del CSD. Sí: el cuasiministro de deportes de Sánchez, hombre vinculado al Barça, dejó deliberadamente prescribir el delito de soborno al colectivo arbitral por parte del club de sus amores, dado que para entonces Soler contaba ya sin duda con la suficiente información sobre el asunto Negreira como para saber que iba a ser destapado. ¿Es posible que una decisión de ese calado (amoldar una ley en beneficio de un infractor, destacadísimo en el negocio del fútbol español, cuya basura estaba a punto de airearse) se llevara a cabo sin el visto bueno de la máxima autoridad? Posible es. Probable no.
Desde ese punto de vista, el “pelillos a la mar” de Sánchez tiene poco de sorprendente. Tengo para mí que no ha sido una ocurrencia para salir del paso, sino que se ha cocido a fuego lento en las entrañas de la maquinaria del indulto al club fraudulento, culpable de “corrupción continuada” según la fiscalía. A nadie (sólo a la decencia) conviene que el Barça pague por su delito ignominioso, y no solo Sánchez se adhiere a este gigantesco “laissez faire” -donde también están los medios, la LFP, la RFEF y ahora la UEFA-, sino que ahora, merced a estas declaraciones, lo capitanea. El “laissez faire” ya tiene el sello presidencial, pero no vayamos tan rápido, porque Sanchez ya no es el presidente. El sello de aprobación que Sánchez ha puesto sobre el CTA del negreirato y la impunidad del Barça es el de Sánchez, pero podría ya no ser el del próximo presidente del gobierno.
Puede volver a serlo a partir del domingo, o puede ser relevado por otro, tal vez otro igual de cobarde, igual de acomodaticio, igual de oportunista. No lo sabemos. Que cada madridista vote según su conciencia. Todo voto es respetable, incluyendo el del madridista que esté en desacuerdo con lo que acabo de exponer, y el del madridista que esté de acuerdo pero priorice otros aspectos con arreglo a los cuales, a su juicio, Sánchez sea el mejor candidato, o el menos malo de los mismos. Opino desde mi intransferible libertad. La misma que me obliga a tachar de intolerables los manejos de Negreira, Arminio, Villar, Laporta, Gaspart, Bartomeu, Iceta, Soler, Roures y tantos otros me obliga ahora a apuntar a lo más alto.
Que le vote Negreira.
HALA MADRID.
Y lamentar que esté comentario este pendiente de moderación
Amén. Huele a podrido que apesta
Se puede ser de izquierdas o de derechas, mientras mantengas una coherencia y la compostura. Lo que es inaceptable , no se puede tolerar, es ser simpatizante del mayor fraude "deportivo" que ha dado jamás la región de Cataluña. Que conste en acta.
Da vergüenza cómo la organización del deporte español ha intentado pasar de puntillas, mirando a otro lado del mayor escándalo europeo en el mundo del fútbol, sin darse cuenta del impacto que tiene y tendrá en toda la "Marca España" de la que tanto se enorgullecen.
Da miedo pensar las presiones a las que se verán sometidos en el juicio con el objetivo de hacer ver que toda la corrupción Barca-Negreira es sólo de alguien que pasó por allí, que no tenía nada que ver con los árbitros, que las distintas directivas del Barca le iban dando dinero, que el dinero se lo ha quedado el directivo ya muerto y Negreira que con su Alzeimer nada recordará. Al final la Federación pagará al hijo de Negreira por los ahorros en taxis que les ocasionó al acompañar a los árbitros al Camp Nou.
Mientras, Roures (avalista, gestor de medios, de imágenes y de tertulias) se encargará de dar foco a cualquier otra "noticia".
A los numerosos merengues votantes de Sánchez no no han sentado a cuerno quemado sus declaraciones (si acaso podrían habernos olido) pero a los que además somos lectores de La Galerna nos toca la entrepierna que este medio se utilice para hacer campaña electoral con el agravante de autoridad al ser JB el mitinero de turno. Shame on you.
¿Y por qué no va a poder JB expresar su opinión sobre lo que ha dicho Sánchez respecto al escándalo Negreira-Barça? Es muy difícil hablar de deporte en España sin mencionar el trasfondo político que tienen muchas de las decisiones y declaraciones que se hacen en relación con el deporte. Supongo que habrás oído hablar de la libertad de expresión, ¿verdad?
Precisamente porque he oído hablar de libertad de expresión expreso mi opinión de que un artículo titulado Que te vote Negreira no es de recibo en este momento y en este medio.
Libertad de expresión para ti, no para JB. Nada nuevo entre los votantes de Podemos.
"No toca", "no es el momento", "no es imparcial". Tal vez debería "cerrar la boca" y esperar a que pasaran las elecciones para expresar su opinión. Como no hay que hablar del problema en Correos o del "tito berni". Aunque eso no le ahorraría vuestras críticas, ¿verdad? Al fin y al cabo, después habrá que buscar la sacrosanta "gobernabilidad". Y si para ello hay que indultar a Negreira, palante.
"La Galerna entra en campaña" quedaría estupendamente como titular de un portanálisis. Incluso es probable que ya se haya usado.
Me ha sorprendido un tanto el artículo, máxime viniendo del máximo responsable de este foro.
Quizá no era su intencion, pero meter a La Galerna en la campaña electoral es un error.
Aquí caben todos de izquierdas derechas, centro, etc.
Solo puntualizar dos cosas. Primero, la Ley ya venía con la prescripción desde el gobierno anterior. Cierto que se podía haber cambiado, pero estaba así antes.
Segundo, lo de Iceta noves de recibo pues es el ministro con competencias en el tema, pero pretender que el presidente del gobierno se pronuncie en contra del Barsa u otro equipo con millones de seguidores... Es más, nadie de peso -que yo sepa- en el ámbito político ha dicho ni mu, ni de derechas ni de izquierdas ni de centro.
Por lo demás, sigo pensando que La Galerna y su equipo son lo mejor que puede leerse en prensa deportiva.
Cuanto pardillo existe en este país
Enteraros
Políticos gente que.vive del cuento y del bla, bla, bla a costa de los que se levantan a las 5 o 6 de la mañana y.viajan como sardinas en lata a su centro de trabajo para que les expriman y vivir agobiados toda su p.... vida
Que os entereis a esta gentu.....les estamos pagando sueldos cercanos a los 10.000 euros al mes y encima tienen la cara dura de regalarse además a nuestra costa unos móviles de última generación y decirnos lo que tenemos que hacer para ahorrar.
Sobre todo los jóvenes DESPERTAR
Querido Jesús:
Me sumo a lo que dicen "cassen" y "Delantera Mítica". Como muy bien apunta el segundo, ninguna fuerza política de la campaña electoral ha traído a colación este tema, así que, en justicia, deberías haber extendido a todos sus líderes los tres epítetos (cobarde, acomodaticio y oportunista) que le dedicas al presidente del Gobierno. Si lo hubieras hecho, el artículo te habría quedado más ecuánime, aunque no por ello más cívico, porque construir un argumento para poder desembocar en el improperio sigue sin ser civismo. No llega a la barbarie de emitir directamente el improperio sin pasar por el argumento antes, pero en alguna medida la legitima; en cualquier caso, no la contrarresta, que es lo que debería hacer hoy cualquier ciudadano con acceso a una tribuna pública, incluso si solo habla de fútbol o de cocina.
Hablas de una "punzada" que algunos habrán sentido "en el fondo de sus entendimientos" y que les dice que "en realidad el tema trasciende con mucho el burdo balompié". Es una descripción muy exacta de mi propia reacción, no ante la entrevista que citas, sino ante el título de tu artículo y su coda final. Jugar en la escritura con un eslogan vil, si no es para desactivarlo, envilece lo escrito.
Como sabes, yo mismo he transparentado alguna vez posiciones políticas en viejas colaboraciones mías en La Galerna, y debo decir que como editor tú defendiste sin titubeos mi derecho a hacerlo ante autores de comentarios que me lo censuraban (por lo general de muy malos modos). Por tanto, sería el último en recriminarte que hicieras lo propio, y desde luego nunca lo haría de malos modos. Pero recuerda que, junto a tu "intransferible libertad" a expresar tu opinión, está tu responsabilidad no menos intransferible de usar la voz pública para ensanchar la inteligencia, no para alimentar la garrulería o el desprecio. Y a ti, Jesús, inteligencia te sobra.
Un abrazo, a pesar de todo.
Ángel
Ay del pragmatismo, señor Ángel, máquina trituradora de valores! Sin negar que es una filosofía que proporciona suficiente alimento hasta a las inteligencias más ávidas, creo que en la historia debe haber vencedores y vencidos. Solamente así se puede promover la aspiración a la excelencia, único faro del Real Madrid. Lo demás es extender y promover la mediocridad. Hay una diferencia muy grande entre aspirar a lo imposible y conformarse con una paz social a cualquier precio.
El caso es que ni siquiera la fórmula pragmatista "si funciona, para qué más?" es aplicable porque me temo que la Liga ha dejado de funcionar después de que saltara la liebre del negreirato. La Liga, antes que en entretenimiento y placer de echar a volar nuestro lado irracional, se ha convertido en permanente fuente de cabreos e insatisfacciones para todas las aficiones salvo la culé. Un espectáculo bochornoso dirigido por unos tipos tan mediocres como mafiosos que son una vergüenza institucional.
Creo que la crítica "ad hominem" de Jesús Bengoechea está justificada por cuanto el borrón sobre el caso Negreira lo ha echado el gobierno de Sánchez, que se convierte, por tanto, en clave de bóveda de este repugnante empacho de corrupción.
Estoy convencido de que si hubiera sido otro el gobierno que hubiera puesto paños calientes a tal escándalo, JB lo habría denunciado con idéntico ahínco. Además, el artículo destila cierto desapego a la clase política, así como la idea de que cualquier otro gobierno podría haber hecho lo mismo o podrá hacer lo mismo. Es, por tanto, una crítica a hechos consumados.
Recibe un saludo cordial.
Señor Emoreno10 (qué manía de ponerse alias, parece que esté uno hablando con un agente secreto):
Las fórmulas, para la química. El pragmatismo que yo he leído es una teoría de la educación en democracia y para la democracia, y los únicos valores que tritura son los que pretenden erigirse por encima de los seres humanos, llámense Dios, la Verdad o la Nación. Para ser un ideal mediocre, cuesta lo suyo implantarlo, mucho más que vender la monserga de la Excelencia (eso sí, predicada siempre a los demás, que uno mismo ya va servido). Por lo demás, el darwinismo social ya era una falacia cuando se inventó en el siglo XIX, pero tenía la excusa de sonar "científico"; hoy solo se enseña en esos modernos templos de la teología que son las "escuelas de negocios" (como el pragmatismo en fórmulas, supongo).
Un saludo.
Señor Faerna,
Soy Eustasio Moreno, un discreto profesor de filosofía de bachillerato, siempre feliz y agradecido cuando tropieza con algún pretexto para ejercitar el músculo intelectual.
El alias, más que deseo de anonimato es fruto del automatismo que sigo cuando me registro, como el pedaleo se sigue irreflexivamente del montar en bicicleta.
Soy demócrata desde que tengo uso de razón. Asimismo descreo de los tres ideales que cita, sin subirme por ello al carro del pragmatismo. Frente al trascendentalismo, inmanencia; frente a la idea de Nación, una comunidad de hombres y mujeres con los mismos derechos y deberes -asombroso este progresismo español que reniega de la idea de nación para echarse en brazos de un cantonalismo, vasco y catalán, supremacista y clasista por definición-; frente a la Verdad, un perspectivismo bastante alejado del relativismo ombliguista que hace cada vez más difícil la convivencia.
No creo que la democracia esté reñida con la exigencia a la ciudadanía, ni que la exigencia implique un darwinismo social que me parece aberrante.
Cuando hablo de la "excelencia" y de "aspirar a lo imposible" solamente me refiero a respetar la dignidad de las reglas de la competición, me refiero a un poco de decencia moral, a hacer pagar el precio de la deslealtad en vez de poner en marcha mecanismos de compensación para evitar un capítulo de vencedores y vencidos, de dignos y de indignos.
Es verdad que casi sin venir a cuento he lanzado una crítica al pragmatismo, que conozco por mis lecturas de Rorty, pero lo hago desde el convencimiento de que perder de vista los grandes ideales, siquiera en la humilde forma de ideas reguladoras apostadas en el horizonte, -llamémoslas "excelencia", "canon" o como se quiera-, sólo puede conducirnos plácidamente a una era de banalidad en la que se desdibujen las diferencias que nos honran en mayor o menor medida, a una incapacidad de admirar aquello que se encuentre más allá de una centralidad marcada por la mediocridad, a un "bienestar de la sala de estar" -como cantaba Bunbury- apoltronado, perezoso, autocomplaciente y caprichoso.
Y creo que el Real Madrid representa un ideal completamente opuesto. Su lema sigue siendo "nobleza obliga", un credo que despliega un exigente aparato de jerarquías y valores sagrados e irrenunciables. De ahí precisamente las ansias compulsivas del establishment -léase Liga, periodismo y afición antimadridista- por cortar las alas del equipo blanco y bajarlo al barro para que "todos sean iguales". Al fin y al cabo, la diferencia del Real Madrid les resulta intolerable e insoportable.
Saludos
Lo bueno, es que el domingo podremos decir: "Muerto el Perro (Sánchez), se acabo la rabia".
Estoy con Cassen y Delantera Mítica que este es un foro deportivo, no político. Así que parafraseando a mi presidente de gobierno permitidme decirle a nuestro director que "el mejor escribano echa un borrón", ya que eso es lo que, en mi modesta opinión, ha hecho mi admirado Jesús Bengoechea. Y ya que se ha abierto la veda: a Feijoo y a Abascal que los vote el del bigote
Buenas noches. Cuando a Feijoo y a Abascal les ofrezca Marca una entrevista y se les pregunte sobre el caso Negreira, y ofrezcan su opinión, el señor Jesús Bengoechea tendrá el material suficiente para pronunciarse con mayor ecuanimidad y profundidad analítica. De momento, viendo el sectarismo de Marca (de momento: están a tiempo de entrevistar a Feijoo), don Jesús tira con lo que tiene: las palabras del candidato Sánchez. No ladren tanto ni se ofendan tanto. Buenas noches.
En el futbol no existe la imparcialidad. Ser de un equipo o ser de otro no es cuestión de criterios de lógica o raciocinio. Uno es de un equipo y siempre lo será. No nos cambiamos de equipo en función de si juega bien o juega mal.
Eso que está bien para el futbol no debería ser aplicable a la política ni a los políticos, pero la realidad es que muchos funcionan en política como en el futbol, son de un partido político por algún tipo de afinidad irracional, pase lo que pase y hagan lo que hagan los políticos. Dentro de esta irracionalidad que rige la afinidad política ocurre que se ignoran corrupciones propias y se señalan las de los otros. Todos los partidos tienen o (y) han tenido corrupciones muy graves, pero las propias se minimizan y las del contrario se destacan.
Sanchez en este caso quiere minimizar este caso de corrupción deportiva pero también política. Esto, en mi lógica, significa que indudablemente es un caso de corrupción propia.
Ahora, muy pocos van a cambiar su voto por esto porque, como digo, los que son de Sanchez votarán a Sanchez y los del PP votarán al PP. Muy pocos somos ( dejadme que me incluya) los que votarán o dejarán de votar a un político por sus actos aplicando criterios de sentido común o razonamiento. Porque, en mi opinión, ya no se vota por ideología política, se vota por afinidad o por afición, es decir : voto a los míos manque lo hagan todo mal.
Reconozco que la democracia , ni siquiera en aquellos jóvenes años de rebeldía ingenua, nunca me ha entusiasmado en demasía. Y aún menos la "pseudodemocracia" o "falsa democracia". Admito, e incluso me divierten, consideraciones ajenas con la intención de etiquetarme de facha y demás lindezas...es lo que tiene ser un librepensador, un relativamente rebelde y un escéptico del copón. Falla la condición humana. En teoría mi ideal de gobierno estaría compuesto por hombres sabios y ricos. Y no vislumbro entre los candidatos "llamados a urnas" a nadie que destaque por su sabiduría (que conlleva justicia). Es precisamente por esa mala costumbre de ir a contracorriente que admito me gusta infinitamente más este "Que le vote Negreira" que su precursor, popular e inspirador lema que ya todos, todas, todes hemos escuchado-leido en más de una ocasión. Me merecen tantísimo respeto las víctimas que prefiero la alusión a mi corrupto paisano. No deberíamos frivolizar con temas tan serios. Y, ya "puesto", permítanme los que se autoproclaman "demócratas" una confesión sobre cierta -aunque no absoluta - simpatía que despierta en mí Bukele. Algunos de sus discursos y acciones tienen mi mayor comprensión. Dicho lo cual, se puede ser de izquierdas o de derechas, mientras mantengas una coherencia y la compostura. Lo que es inaceptable , no se puede tolerar, es ser simpatizante del mayor fraude "deportivo" que ha dado jamás la región de Cataluña. Les propongo un ejercicio de memoria. No sé si lo dijo Forges , Mingote o una figura de estas a través de un gag-reflexion gráfico: En esta vida se puede ser de izquierdas o de derechas. Lo que no se puede es ser gili (piiiiiiiii).
*La decadencia de la sociedad y, por ende, del sistema político que la sustenta es tan evidente como aterrador. Ojo, que quién esto suscribe es un tipo optimista...pero que procura la sinceridad.
La corrupción deportiva en la liga española viene de muchos años atrás y sólo puede mantenerse incólume, como todo sugiere que va a ocurrir incluso tras el escándalo más grave del fútbol español, por la esencial colaboración de agentes destacados de la política española. La evidencia histórica acumulada que así lo demuestra es aplastante. Y, precisamente, la ausencia de justicia y castigo a los corruptos viene, igualmente justificada, por lo políticamente correcto, que establece que no se puede criticar a los políticos y colaboradores necesarios responsables de este corrupto régimen deportivo porque: a) hay elecciones; b) no nos podemos contaminar con opiniones políticas, este es un medio estrictamente deportivo y; c) similares argumentos extraídos de la odiosa corrección política.
Jesús Bengoechea expresa en su artículo una crítica puntual, certera y muy razonable, en mi humilde opinión, al inaceptable “laissez faire” esgrimido sin ningún tipo de reservas por Sánchez, y claramente continuista de los patrones desvergonzados previamente exhibidos en relación con el Farsagate por los Iceta, Franco y Soler, entre otros. La valoración como un “borrón” del Farsagate es impresentable. Como madridista veterano que acabó destrozado en las dos ligas de Tenerife de los años 1992 y 1993, en las que ya hubo suficientes elementos para iniciar una investigación sobre la corrupción arbitral inducida desde el Farsa, más la inacabable sucesión de hechos ominosos de las dos últimas décadas, que ahora se explican con el Negreirato, no puedo dejar de apoyar a todos aquellos que, como Jesús, se caguen en la corrección política y denuncien a aquellos políticos, sean del color que sean, que están contribuyendo de forma significativa a que este estercolero de la Liga española se perpetúe. Mis hijos y mis nietos no deberían volver a sufrir lo de Tenerife y similares espectáculos de corrupción, habituales en esta podrida competición, que simula un jodido “remake” del día de la Marmota. Por consiguiente, apoyo la moción en lo que respecta al comportamiento “fake” de esos políticos frente al Farsagate, quiero una competición justa en la que todos los equipos compitan con las mismas reglas y grito, indignado: ¡Que le vote Negreira!
Desde hace unos meses he comprobado, con cierto temor, como La Galerna se ha tornado narcisista y complaciente.
Creo que es algo que nos está pasando a todos los madridistas en general, el equipo ilusiona, el club va bien y la repugnancia del entorno nos ha dado una suerte de superioridad moral.
Este artículo es el culmen de ese delirio que padecemos. El Madrid está por encima de todo y de todos, esto es gracias a su autoexigencia. No perdamos nosotros como aficionados autocrítica, no nos convirtamos en verduleros de un relato. Y por supuesto, no mezclemos el relato con la política. Todos conocemos el terrible resultado: el Barcelona, sus voceros, el independentismo, la ruina...
Me alegro de que exista La Galerna en medio del lodazal del periodismo deportivo en España, pero temo que el narcisismo de sus responsables, que han visto de cerca el reconocimiento del club y de algunas de sus leyendas, les haga caer en el pozo de tanto buscar en él su bonito reflejo.
Hablando claro y usando una cita cinéfila de esas que tanto gustan por aquí: "No empecemos a chuparnos las pollas todavía".
El Madrid está por encima de todo y cuidado con el relato, porque el relato es solo ficción.
¡Hala Madrid! Y nada más.
No podría estar más de acuerdo con usted.
¡Hala Madrid! Y nada más.
Dejé de comentar hace semanas porque se estaban empezando a mezclar peligrosamente, por parte de algunos autores (lo que escribamos los comentadores, en principio, me parece irrelevante), opiniones y prejuicios políticos con Madridismo.
Este artículo debería ser un punto y final a esta deriva que va a acabar con La Galerna. El título me sorprendió y me dolió. Les pido, especialmente al Señor Bengoechea, una profunda reflexión.