Que Arda Troya

Buenos días, amigos. Decía Jardiel Poncela que el pudor es un sólido que solo se disuelve en alcohol o en dinero, sin embargo, el Madrid es un sólido que no se disuelve en nada, ni en la torrencial lluvia de San Sebastián ni en el entramado arbitral vigente desde hace décadas —ya sabéis financiado por qué club—, cuyo protagonista de ayer, Munuera Montero, estuvo calamitoso, según la crónica de Alberto Cosín que podéis leer aquí.

La solidez del Madrid de Ancelotti es indiscutible, se ha sobrepuesto de manera admirable a las terribles lesiones por todos conocidas de principio de temporada —y a las de después— y ha sabido ser versátil y desplegar el fútbol conveniente en cada momento, algo que burdamente podemos resumir en atacar cuando hay que atacar y defender cuando hay que defender. Y lo ha hecho desoyendo lo que le pedía el cuerpo a los aficionados en cada momento. Por ahora, no le ha ido mal.

Ayer, con la liga casi sentenciada y las semifinales de Champions a la vuelta de la esquina, Carlo optó por un once plagado de futbolistas menos habituales y, como brillantemente tituló Ramón Álvarez de Mon en su crónica, fue un viernes de pasión turca.

Ante la insistencia de todos en que el joven turco madridista tuviese minutos, quizá Ancelotti pensó: «saco a Güler y que Arda Troya». Y vaya si ardió. Ardiendo bajo la lluvia con los bailes del otomano dotado de pies prodigiosos. Firmó el gol de la victoria con un toque preciso que se coló bajo las piernas de Remiro y dejó detalles de superclase, como un regate aéreo que aún estamos tratando de discernir cómo hizo.

El partido, sin embargo, no comenzó bien para el Madrid, ya que la Real dominaba y los blancos mostraban una actitud algo disoluta, pero las tornas fueron cambiando hasta que el dominio merengue fue patente. Al final le volvió a tocar defender, pero, como ya sabemos, el Madrid no tiene problema en hacerlo cuando procede y es otra característica más de su solidez.

Marca titula «El alirón, más cerca». Ya sabéis que alirón es una expresión utilizada para manifestar alegría tras la consecución de un éxito deportivo, en este caso la liga, y cuya etimología proviene de all iron (todo hierro) que gritaban los mineros vizcaínos cuando encontraban una veta de este material. Alirón también era el caballo campeón de Los Mundos de Yupi, un equino marioneta humanizado que cantaba una pegajosa melodía que recordamos aquí.

En Los Mundos de Yupi, entre otras cosas, viven los de Sport.

«Arda Güler y el VAR deciden en Anoeta», escriben en un recuadro del faldón y se quedan tan panchos. Al inicio de este portanálisis recordábamos el aforismo de Jardiel según el cual el pudor es un sólido que solo se disuelve en alcohol o en dinero, y vemos más probable que en Sport no beban mientras trabajan.

La ausencia total de pudor de Sport suele tener un nombre propio: Iván San Antonio, que en páginas interiores firma una deposición titulada «El VAR sale al rescate (como siempre) del Real Madrid», que no es más que la muestra de impotencia de un furibundo antimadridista que ante la falta absoluta de argumentos para defender su postura no encuentra otra salida que deglutir su odio y su frustración en un conjunto de palabras carente de sentido.

Pero qué podemos esperar de un individuo que fue a Benidorm para poner en la diana al padre del otro Munuera, Martínez de primero, por el terrible pecado, además mentira, de haber fundado una peña madridista en dicha localidad. El propio Sport admitió después que era falso lo publicado, pero el tal Iván sigue dando muestras de su falta de pudor, de educación y de profesionalidad.

La realidad de ayer no es que el VAR saliese al rescate del Madrid, sino que tuvo que avisar a Munuera Montero de una flagrante falta sobre Tchouaméni previa al gol de Kubo. Lo más grave es que el colegiado estaba perfectamente colocado y mirando la jugada. Es absolutamente imposible que no viese una falta que le pareció clara hasta a Carlos Martínez.

No fue la única de Munuera, tampoco quiso pitar una mano donostiarra al borde del área que vio con claridad, quizá no lo hizo porque dudaba si había sido dentro. También amonestó a Güler por protestar una falta recibida que no señaló, se tragó un pisotón a Valverde y amonestó a Tchouaméni por realizar el robo de balón más limpio de la historia, ni siquiera llegó a rozar al jugador de la Real con ninguna parte de su cuerpo.

En As aparece el capitán Nacho felicitando a Arda y titula «Bienvenido a la fiesta». Ancelotti se encargó en rueda de prensa posterior de confirmar a Güler para la próxima temporada.

Tras la victoria de ayer, el Madrid solo necesita cuatro puntos para proclamarse campeón. Un empate del Barça frente al Valencia y una victoria blanca ante el Cádiz el sábado serviría, pero al encontrarse la jornada entre ambos partidos de Champions, quizá sería más gozosa una celebración en Granada, tierra de excelentes tapas, el fin de semana siguiente.

Os dejamos con la portada de Mundo Deportivo y vamos preparándonos para la batalla de Múnich. A por el Bayern, y que Arda Troya.

Pasad un buen día.