Pura vida

Unanimidad en la prensa madrileña, e incluso en parte de la prensa catalana, respecto al excelente partido de Keylor Navas en el amistoso de ayer. De repente resulta que el Madrid tiene ya en plantilla un portero con la suficiente entidad como para sustituir a Iker Casillas, aunque comprendemos que su linaje no ibérico, su nacimiento a gran distancia del kilómetro cero en Puerta del Sol, le deslegitima completamente para el cargo (esto ha sido dicho muy en serio por un conocido periodista en charla off the record, y nos referimos al cargo de guardameta del Real Madrid y no del de la Selección Española, aunque claro, qué tontería, ambos cargos deben coincidir en la persona que los desempeña, o así se asume con aparente naturalidad en todo lo que se escribe y quizá hasta lee en estas fechas).

Cómo sería el partido de Keylor que hasta el rotativo donde (vía Cuerpo Místico del Santo) escribe  Casillas se rinde a sus méritos. "As descubre súbitamente que Keylor Navas es un portero excelente", titularíamos nosotros si tuviéramos portada, para disculpar en páginas interiores la falta de reflejos del diario de Prisa. Al fin y al cabo, una Copa del Mundo -torneo que hace menos de un año encumbró a Keylor como uno de los grandes cancerberos (cómo nos gusta esta palabra) del planeta- es una cosa que se juega a hurtadillas, sin luz ni taquígrafos, casi clandestinamente. No es como el torneo ese de Brunete, donde a la vista expectante de casi todo el cosmos se descubren los talentos futbolísticos que importan. As (y con As otra mucha gente, no nos engañemos) no estuvo atento al desarrollo de aquel torneo menor al término de la temporada pasada -aquel Teresa Herrera con ínfulas brasileiras que pomposamente llamaron Mundial- y no se coscó del fulgor de aquella estrella en ciernes llamada Keylor. ¿Quién podría culparles?

¿Y quién podría culpar a Keylor de que sus compatriotas, y algunos combos de otras procedencias, le dediquen cumbias y reggaetones horrorosos, único apunte en el debe de un portero espectacular, un hombre cabal y un profesional íntegro?

Marca coincide en ponderar el excelente partido de Navas, da cuenta del más que decente partido de la Selección y se escandaliza un poco de los pitos a Piqué -que también As refleja-. Lo cierto es que el debate ético sobre los abucheos a los jugadores conoce tantas idas y venidas, tantas contradicciones y contraindicaciones, que ya es imposible que un incidente de este tipo no te pille (estés donde estés) con el pie cambiado.

-Entonces, censuramos lo de los pitos, claro- decía anoche un redactor del diario, en la reunión correspondiente.- Hay consenso en que no está bien pitar a los nuestros, ¿o me equivoco?

-Hombre- interviene dudando el redactor jefe-, recuerda que en ocasiones más de uno de los nuestros ha traído a colación el carácter soberano de la afición. Justamente cuando la opinión derivada de ese carácter soberano coincidía con la nuestra, ahora que lo pienso. Qué coincidencia.

-Entonces, ¿qué ponemos?- interviene un tercero, ávido por cerrar.- ¿Que muy mal la afición o que es soberana?

-Es que, como esto no ha pasado nunca...- responde el primero, dubitativo al máximo.- Lo de que piten a uno de la selección, digo.

-Tú lo has dicho, es insólito- tercia el redactor jefe. - Ya está: insólito. No nos mojemos más. Pongamos en la portada "insólitos" pitos y así no nos mojamos mucho. Denotamos una vaga desaprobación a los silbidos pero al mismo tiempo no nos ponemos de lado de Piqué, quien (aquí entre nosotros) a mí me parece un gilipollas de manual y un tonto del culo.

(N. del E.: Las opiniones del redactor jefe de Marca en esta conversación enteramente ficticia no tienen por qué coincidir con las de La Galerna, que no se hace responsable de las mismas).

Luis Suárez, a fin de aprender el modo pudoroso en que el mítico cantante se tapaba la boca al reír, debería ver en youtube vídeos de entrevistas a Freddie Mercury.

Hasta aquí nuestro comentario de Sport en el día de hoy. Remitan hipotéticas quejas a diariosport-redacción@barçakir.cat

Más jugoso se nos presenta Mundo Deportivo, en su más conspicua línea reivindicativa. Su indignación es completamente comprensible. La satisfacción generada por el logro de un título menor, como es la Uefa Champions League, no puede aplacar el resquemor generado por el flagrante, lacerante, pasmoso ninguneo al que la LFP somete al Barça cuando no le da ningún premio del mes... ¡¡¡¡¡en dos años!!!!! (Contamos signos de exclamación, verificamos la simetría y seguimos).

La ira de Mundo Deportivo está justificadísima y el titular "Acoso al Barça" se nos antoja corto, pusilánime, máxime cuando la información se completa con la relativa a la investigación por presunto amaño en el último Barça-Depor, que valió la permanencia de los gallegos cuando ya nada se jugaban los culés. Una investigación por amaño de partidos es ya lo que faltaba en el horizonte penal del vigente campeón de Europa, así que no nos extraña la reacción (comprensiblemente) destemplada del medio del Grupo Godó.

Ens roban y no paran de ensrobarnos, amigos. ¿Quién dijo, en cualquier caso, que sería fácil? ¿Quién dijo que jugar para mayor gloria de una determinada causa política no traería consigo sinsabores de esta índole? No es como si el Triplete que acabamos de ganar no fuera a parar más que a la sala de trofeos. El Triplete que acabamos de ganar sirve para engrosar el arsenal de la lucha por nuestra patria, y los poderes fácticos no pueden permanecer inmóviles ante el avance imparable de nuestra causa. Enfrentémonos a ellos con honor y valentía. Justamente como hace Mundo Deportivo.