Si pensaban ustedes que llegar a la final de la Copa de Europa era el trecho más complicado que íbamos a encontrar en el camino, estaban muy equivocados. Prepárense ustedes para tres semanas largas, muy largas. Conciénciense de que es ahora, a sólo noventa minutos de la gloria, cuando más piedras tendremos que esquivar, cuando más impedimentos se nos pondrán, cuando más obstáculos habrá que superar. Comienzan los veinte días más complicados del año, aquellos donde habrá que leer que el Madrid no juega a nada, que no merecemos ganar, que el karma, Dios o el universo están en deuda con nuestros rivales y que, por ende, a ellos pertenece la gloria. Pobrecitos, aún no han entendido que el destino del más grande, que no es otro que el Real Madrid, es siempre el mismo: vencer a toda costa y sea quien sea el que se ponga enfrente.
Prepárense para ríos de tinta precedidos de océanos de bilis, esa que supuran desde la noche del miércoles los miles de acérrimos antimadridistas que graznan y vociferan ante nuestro sino. Prepárense para comentarios indecorosos, noticias falseadas, rumores cochambrosos y páginas de miseria y odio. Tengan claro que irán a muerte contra nosotros, que no desean otra cosa que vernos caer, que harán absolutamente todo lo posible para conseguir que tropecemos, ya sea insultando a un jugador, vilipendiando al presidente o maldiciendo la suerte del hombre que introdujo el balón de la gloria en la escuadra de la Novena, el hombre que ayudó a allanar el camino de la Décima y que será el encargado de dirigir las tropas de la que está por llegar. Desde Zidane al masajista, desde la cúpula directiva hasta el último aficionado, todos tendremos que aunarnos contra los lobos y demostrar que juntos somos invencibles.
Después, mucho más adelante, llegará el partido y los once gladiadores que salten al césped de Milán tendrán sobre su espalda toda la responsabilidad, pero mientras tanto repartámonosla entre nosotros, entre los que deberemos aguantar las embestidas de las hordas enemigas, los agravios de la prensa, las comparaciones odiosas e incluso la condescendencia perdedora de ese madridismo simplón que prefiere que gane el Atleti “porque nosotros ya tenemos muchas Champions”. Y luego dicen que ser del Real Madrid es fácil...
Prepárense, queridos camaradas, para la lucha final. Estén atentos durante estos días a la campaña que está por comenzar. Vendrá de muchos y distintos frentes, desde la periferia hasta el centro, de norte a sur, este y oeste. No desfallezcan ni caigan en su juego, no se dejen engañar por sus palabras necias y tendenciosas, perseveren en la unidad ante la causa común que está por venir. Animen sin cesar a la plantilla y al cuerpo técnico, alienten desde sus casas o desde el estadio a esos jugadores que nos han de traer el mayor premio conocido a las vitrinas del Bernabéu. No decaigan, no se amilanen, no piensen que son más poderosos que nosotros porque todos juntos, unidos, somos más y mejores. Nos une la causa deportiva más grande que existe y nos guarece el escudo del equipo más formidable de cuantos se han creado. Prepárense para la batalla, pero no olviden que es una guerra que vamos a ganar, ya sea dentro del campo o fuera de él, porque esto, señores, es el Real Madrid, y este equipo no conoce otra forma de vida que no sea la de vencer siempre y en todo lugar.
Hay que leer esta arenga en el vestuario a los jugadores. ¡Hala Madrid, morituri te salutant!
Y yo que pensaba que nuestro MADRID tenia que llevar ganadas mas champions? La champions se lo debe todo al MADRID fue el club que le dio y da lustre a esta competicion. Hala Madrid!!!!
Buenas noches excelente comentario, que nos recuerda como están las cosas a nivel mediático. Esta es una
guerra que hay que ganar casa por casa y colina por colina, en muchas ocasiones en luchas cuerpo
a cuerpo, no duden que a COMUNERO le va la marcha y que tiene entre ceja y ceja a la C.E.M.A.M.
Esta claro que necesito cuartelillo por parte de la dirección, porque la guerra ya ha empezado esta
tarde, mírense el arbitraje del Castilla, para coger la bayoneta dialéctica y no dejar títere con cabeza entre los
indocumentados que han hecho de árbitros( es un decir) en Talavera. Ustedes mismos.
Saludos blancos, castellanos y comuneros
Me apunto a lo tuyo, Jose. Es verdad, hay que leer esta arenga en el vestuario. A ver si Arbeloa el espartano ejerce como el verdadero capitán que es y se siente aludido.
¡Hala Madrid y nada más!