Alguien pensó que era necesaria una sección para glosar los encantos de aquellos jugadores del Madrid que nunca recibieron cartas de amor, para rescatar a aquellos futbolistas que perecieron en la esquina de la página del periódico a la que nadie llega, para ofrecerles la mano a aquellos que se ahogaron en la orilla.
Lo primero que he hecho al darle vueltas a este texto es buscar el porqué del apodo: El Agente. Lo cierto es que impone, y que a un central como Spasic, calvo, gigante, fuerte y formal, le va como anillo al dedo. Pero ¿por qué? ¿Qué extraños designios llevan al mundo del fútbol a etiquetar con semejante puntería? Encuentro por fin una explicación, que al parecer dio él mismo al ser presentado con la voz cazallera de Mendoza a un lado y la calma del filósofo quesomancheguista Benito Floro al otro: «Cuando el entrenador me manda marcar a alguien, le arresto, no toca el balón», respondió. «Además, nací el día de la seguridad en Yugoslavia», terminó de sentenciar, colocando sobre sí esa aura de tipo duro, de hombre de la KGB dispuesto a derribar el macartismo. La realidad, mucho más prosaica y sincera, nunca corroboró sus palabras.
Spasic era un central de pierna larga y pecho alto, lento como todos los centrales entonces
Dicen que Di Stéfano recomendó su fichaje mientras se desarrollaba el Mundial de Italia 90. Busco vídeos en YouTube para recordar cómo jugaba, pero no encuentro ninguno. Tendrá el lector más joven que fiarse de mi vaga memoria, y el más veterano, para su desgracia, tendrá que desempolvar rincones escabrosos de su pasado. Spasic era un central de pierna larga y pecho alto, lento como todos los centrales entonces. Dado que estas descripciones no sirven para mucho, tiremos de analogía. El Agente parecía sacado de una novela de Eduardo Mendoza, podría aparecer en el área como aparecía el extraterrestre Gurb en la novela: junto a Gary Cooper, Marta Sánchez y el conde-duque de Olivares. Todo en él era fantasía, la sensación de que la Quinta del Buitre había dado paso a una realidad paralela donde gobernaba la históricamente inigualable sátira hispánica.
Como todos los románticos de la saga, hay una acción que termina de marcar a fuego dicha etiqueta en la piel. En su caso, fue en el Camp Nou, 19 de enero de 1991, frío en las gradas, penumbra en el corazón. Renglones atrás dije que por YouTube no pulula ningún vídeo de Spasic: mentí. Esta jugada aparece por docenas. Clico en la primera, con decenas de miles de reproducciones. Lo primero que aparece es una imagen de Pedro Jaro, a la sazón portero del Madrid. Lo segundo, otra secuencia, en esta es Julio Salinas el que corre desgarbado. Tiempos recios, que diría Santa Teresa. Alguien del Barcelona saca un córner, se producen una serie de rechaces, y entonces se ve la figura plantígrada de Spasic. Con dudosa energía, en un movimiento casi de cámara lenta, frentea el esférico, remate en plancha que podría firmar el mismo Carlos Alonso Santillana. Tras el cabezazo, el madridista pestañea y la siguiente imagen con la que se encuentra es un balón colándose por la escuadra. A partir de ese gol en propia puerta contra el eterno rival ya nada fue lo mismo. La afición dejó de creer, así que el Agente recogió el petate y marchóse a Pamplona. «Forza Barça», llegó a gritar un día, para dar fe de su rencoroso paso por el Bernabéu. Podrá no haber poesía, pero siempre habrá poetas.
Madridistas malditos:
1- Fabio Coentrao, el Viriato que fumaba Bisonte
2- Walter Samuel, el muro gauchesco
3- Ognjenovic, el electrón de Palanka
Fotografías Getty Images.
Tengo grabada la imagen de Marca en la que un recién fichado Spasic aparecía haciendo un reportaje de esos que solía hacer por aquel entonces con los jugadores que daban pie a ello: El "Agente" Spasic vestido de policía paseando por Madrid, arrestando a uno, sacando tarjeta roja, de brazos cruzados con gesto adusto, avisando como Benito de que el balón tal vez pase, pero el jugador jamás. Que venía a poner imponer el orden en el área, que llevaba las esposas listas... todas esas chorradas que tanto le gustaban hacer a Marca.
Y la verdad es que venía de jugar con Yugoslavia el Mundial, en el que destacó bastante, la verdad sea dicha. Fuerte, se anticipaba bien, ganaba todos los duelos, sacaba el balón decentemente... Creo que venía a sustituir a Ruggieri, o al menos me suena que era así. Pero pronto se vio que no era central para el Madrid, equipo que es un cementerio para los centrales grandotes y lentos, ya que cuando te atacan te vienen a toda pastilla tipos muy rápidos, a campo abierto, y ahí se le veían todas las costuras. A ver, no era malo, pero no era para el Madrid. El gol en propia puerta lo sentenció. Igual de forma injusta, pero así fue. No recuerdo la anécdota del "Força Barça", la verdad, pero lo que no se me van de la cabeza son esas fotos en marca vestido de policía.
Pues si se trata de inaugurar una suerte de "galería de los horrores", mi opinión es que no debía haberla iniciado el bueno (?) de Spasic. Se me ocurren otros nombres que protagonizaron fichajes incomprensibles en la historia, o en determinados períodos de la historia, del RM. Por ejemplo, es el caso de Canabal: 800 millones de pesetas de entonces!!!!!, por un jugador al que no lo conocía ni el Tato. No es de extrañar que muchos pensaran que ahí se llevó "cacho" hasta el que corta el césped. Ito, Ognienovic, o el tremendo caso de Elvir Baljic (aquí las sospechas de unte podrían extenderse hasta los botones de los hoteles) reúnen, a mi modesto entender, más méritos (?) para recibir el honor (?) de inaugurar esta sección.
Primero comentar a José Manuel Ruiz que ya tiene disponible en otras entregas de la serie a Ognjenovic, junto con Coentrao y Walter Samuel. Están muy bien sus recomendaciones.
Después, sobre Spasic. Aparte de lo del agente doble, la rueda de prensa de Don Ramón fue surrealista, como era el propio personaje. Vamos a recordar un poco el contexto: En aquel verano de 1990 empezó la decadencia de la Quinta del Buitre y el inicio del Cruyffismo bien respaldado por el entonces incipiente villarato y por los moderniguays de CanalPlus, que también han hecho y hacen mucho en la construcción del relato de Barsa-valors-güeno y Madrid-franquistas-malvados. Fue el verano de la venta de derechos a Dorna, que si bien estaba bien planteada, Don Ramón infravaloró dolorosamente la capacidad de generación de ingresos de los activos que dejaba a disposición a Dorna. Y aquí termina el off-topic.
Volviendo a la rueda de prensa, Don Ramón soltó una perla increíble: "Bueno, este jugador ya ven vds. que tiene poco pelo, pero les garantizo que tiene solo 27 años". O algo así que soltó el gachó delante del Agente.
Por lo demás, la anécdota del gol en propia puerta en el Nou Tramp no fue un hecho aislado sino que fue el colofón de una serie de desastres que Spasic ya venía acumulando, si bien no recuerdo ninguno en particular (es que yo tenía 14 años en 1990) Creo que se le culpó de un doloroso 0-4 de Osasuna. Lo que se le achacaba, eso sí recuerdo, es que era frío y lento. En fin, que acabó sus días en Osasuna y en el mencionado CanalPlus le incluyeron en el once titular de jugadores feos, junto con Dertycia. Fue sustituido por Ricardo Rocha, un jugador que también ha quedado marcado por goles en propia meta y tildado de paquete, pero que a muchos nos gustaba. Fue la época negra de los centrales del RM hasta que ubicaron a Fernando Hierro en esa posición.
Abrazos madridistas
Hola Julio. Tiene vd toda la razón. Me he percatado tarde y pido disculpas. Ya veo que hay retratos precedentes en esta "galería de los horrores" (dicho sea en tono totalmente humorístico). Y además muy bien elegidos. Me pongo con ellos. Gracias.