Buenos días, amigos. Durante eones los sabios y aventureros de la antigüedad se afanaron en encontrar el secreto de la inmortalidad. Alquimistas del medievo mezclaron todo tipo de potingues para tal efecto, piratas, cazarrecompensas y filibusteros navegaron los siete mares en busca del elixir de la eterna juventud. Un despliegue sin precedentes, de uno a otro confín, para finalmente constatar que el secreto de la vida interminable estaba en manos de Mortadelo. Así es.
Ayer a los 87 años nos dejó su papá, Francisco Ibáñez. Desde hoy es inmortal gracias a sus desternillantes personajes, de Filemón a Mortadelo, de Pepe Gotera a Otilio, de Rompetechos a Sacarino y tantos otros… Incluso, pensando uno en los cuatro ínclitos jinetes del apocalipsis de la prensa deportiva diaria, es inevitable evocar que algún día compartan el mismo oficio que Chicha, Tato y Clodoveo, de profesión… sin empleo. Es broma. No se pongan como la señorita Ofelia ante un piropo envenenado, omo el Superintendente Vicente ante una Misión ¿Cumplida? Mortadelo y Filemón nunca necesitaron suspenderse a un milímetro del suelo, entre alarmas láser, sostenido por cables de acero made in Langley, para reivindicarse. Filemón no es Tom Cruise, ni el Sportivo el Washington Post. Ni falta que les hace. Sobre todo, el primero. Que nuestros portanalizados se reivindiquen suele ser complicado y azaroso.
Hoy ha sucedido. Enhorabuena al diario Marca.
Hoy la bandera de la T.I.A ondea a media asta, los inquilinos de 13 Rue del Percebe caminan desolados camino del desahucio, el hotel de Sacarino echa el cierre y sólo Marca lo ve claro. El resto de sus colegas kiosqueros, por el contrario, y como constaremos más adelante, demuestran la misma visión de juego que Rompetechos. Así es el veranito de las portadas; podría ser una alternativa para el ingenio, pero se queda en secarral informativo donde la impera la ley del esfuerzo justito: el Tour cuando no es SiesTour, Wimblendon, la Fórmula 1 cuando toca, Pedri desayunó gofio con miel en Tenerife…. En fin, lo de siempre.
Hoy habemus excepción con una portada histórica, la de Marca, que homenajea a una de las figuras más queridas a lo largo y ancho de la piel de toro. El responsable de que muchos de nosotros aprendiéramos a disfrutar de la lectura de la mano de un hilarante descojono. Tanto es así, que quien suscribe siempre intenta confeccionar Portanálisis mortadelianos en tributo íntimo y secreto para quien fuera el maestro de tantos. Por eso nos gusta ver en Marca a Filemón y subalterno entre el ingente pelotón de la serpiente multicolor o a Mortadelo raqueta en mano en la azotea presto a enfrentar a Nole como nuestro Carlitos. Que se anden con ojo, porque seguro que cuentan a sus disposición con la última invención del Profesor Bacterio.
Desperdicia la prensa deportiva catalana la ocasión de homenajear al maestro de la historieta. Paco Ibáñez nació en 1936 en Barcelona y hoy Mortadelo y Filemón son universales (Clever&Smart en Alemania, Mort&Phill en Inglaterra, Mortadelo e Salaminho en Portugal…) aunque ya sabemos que la universalidad no casa demasiado bien en ocasiones con la barretina a rosca que se estila por aquellos lares. Marca les ha marcado el camino, valga la redundancia, pero no han acabado por enterarse. Ahora que estamos en tiempo electoral podrían haber apostado por el país boyante, próspero y echao p´ alante que predicara el Partido Mortadelista Filemonero Español, pero ni así. Están tan atrapados en su particular Lapso que parecen hipnotizados por Magín, el Mago, rehenes del Gang del Chicharrón. Tal día como hoy uno lee Chapeau a cuatro columnas en la primera plana del diario de Godó, Grande de España, y no puede evitar pensar en Chapeau, el Esmirriau y sus mil y una trampas.
Se trata precisamente de eso, de cómo por allí caen sucesivamente atrapados en sus propias ratoneras. Pedri Batidito de Gofio, Pedri Superman… No fotis, nen.
Parece que en un laboratorio secreto chicharrero le hubieran aplicado el sulfato atómico que diseñara Bacterio y ordenara robar para amenazar el orden mundial el maligno General Bruteztrausen de la República de Tirania. A ver si no va a ser eso y resulta que es el crecepelo de Bacterio con el que Mortadelo dejó de ser apodado “El Melenudo”.
En eso han quedado precisamente los periódicos deportivos; en vendedores de crecepelo, que facturan diarios que se leen en un plis sin que te tiempo real a ejecutar una misión de aguas mayores. Así que, del mismo modo que se otorgó un Príncipe de Asturias al japonés que creo una pareja de fontaneros italiana que combate tortugas demenciadas mediante la ingesta de champiñones lisérgicos; hoy queremos honrar con el Portanálisis de Oro a Paco Ibáñez.
Gracias por tanta inspiración…
… y sobre todo tantas risas.
¡Feliz domingo, merluzos!
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2 comentarios en: Portanálisis de Oro para Ibáñez
Recuerdo que hace un año o así tuve una bronca en un foro de fans de Mortadelo (¿es posible? sí, es posible). Al parecer alguien había presentado la candidatura de Francisco Ibáñez para el premio princeso de asturias (si lo llaman así no tendrán que cambiar el nombre cada vez). Y la gente con que a ver si se lo daban, que se lo merecía, etc. Yo dije que después de la reciente concesión a Marina Abramovic, la de las performances simulando (o no) cadáveres humanos, algunos de niños, colocados en una fuente de comida (spirit cooking, lo llaman), y otras muchas soplapolleces simbológicas satánicas... pues que mejor que no se lo dieran. Mancharía el nombre de Ibáñez tener ese premio en su historial. Premio que por lo general casi siempre se ha dado a lameculos del sistema, por otra parte. Y algunos muy chungos, como la serbia.
Y se montó parda. Recibí algunos de los ataques más salvajes que recuerdo, y mira que soy de meterme en jardines. ¡En un foro de Mortadelo! Bien, la cuestión es que Ibáñez ha muerto sin que le den el príncipa de asturies (esta es otra combinación posible, y además añadimos la icónica e del lenguaje inclusivo). Cosa de la que me alegro (de lo segundo, no de lo primero).
Gracias por tan buenos ratos, tío cachondo.
Ibáñez no pareció necesitar jamás reconocimiento más allá del de sus seguidores. ¿Los premios? AHORA le llegará más de uno... Cómo dice Richard "el día de las alabanzas".