El análisis de las portadas de los periódicos deportivos de hoy
Buenos días. Cuando nadie lo esperaba y el club ya andaba en la hercúlea tarea de pasar página sobre su descomunal figura histórica, Zinedine Zidane ha decidido lanzar una carta abierta en As explicando las razones de su marcha. Es un acontecimiento único en la historia del Madrid y del periodismo deportivo español, por lo que desde el punto de vista mediático solo cabe felicitar a As.
Desgraciadamente, a Zidane, a nuestro queridísimo Zizou, no cabe en cambio felicitarle. La carta contiene manifestaciones de honda gratitud y madridismo, pero el marsellés es consciente (no hay manera de que no lo sea) que nadie va a subrayar los aspectos positivos y todo el mundo, en particular la prensa, va a descargar la caja de los truenos a cuenta de los reproches, que los hay y son graves. Hay que recordar que la decisión de irse es de Zidane y de nadie más. Estremece pensar la carta que habría escrito si le hubiesen echado, cosa que no ha sucedido porque el Madrid quería que continuase a pesar de un año en blanco y de ser eliminado por el Alcoyano en Copa del Rey. Claro que Zidane merece un trato especial, y no el que recibiría cualquier entrenador. Si en esa oferta de continuidad a pesar de esos pesares (y de otros) no ve Zidane el trato de favor que indudablemente merece por ser quien es, no sabemos en qué lo hubiese visto.
Ofrecemos a continuación la carta, con nuestros comentarios.
"Queridos madridistas,
Desde hace veinte años, desde el primer día en el que pisé la ciudad de Madrid y me vestí con la camiseta blanca me habéis dado vuestro cariño. Siempre he sentido que había algo muy especial entre nosotros. He tenido el gran honor de ser jugador y entrenador del club más importante de la historia, pero ante todo soy un madridista más. Por todo ello quería escribiros esta carta para despedirme de vosotros y explicaros mi decisión de dejar el banquillo.
Cuando en marzo del 2019 acepté volver a entrenar al Madrid después de un descanso de unos ocho meses fue porque el presidente Florentino Pérez me lo pidió, por supuesto, pero también porque vosotros me lo decíais cada día. Cuando me encontraba a uno de vosotros por la calle sentía el apoyo y el deseo de verme otra vez con el equipo. Porque comparto los valores del madridismo, este club que pertenece a sus socios, a sus aficionados, al mundo entero. He intentado transmitir yo también estos valores en todo lo que he hecho, he intentado ser un ejemplo. Pasar veinte años en el Madrid ha sido la cosa más bella que me haya pasado en la vida y sé que se lo debo exclusivamente a Florentino Pérez que apostó por mí en el 2001, que peleó por mí, para hacerme venir cuando había cierta gente que estaba en contra. Lo digo de corazón, siempre le estaré agradecido al presi por ello. Siempre".
Irreprochable comienzo que, como indicábamos a continuación, será ignorado por la prensa, que pondrá el acento en lo que viene a continuación, que es donde está el daño.
"Ahora he decidido marcharme y quiero explicaros bien las razones. Me voy, pero no me tiro del barco y no estoy cansado de entrenar. En mayo del 2018 me fui porque después de dos años y medio con tantas victorias y tantos trofeos sentía que el equipo necesitaba un nuevo discurso para mantenerse en lo más alto. Hoy las cosas son diferentes. Me voy porque siento que el club ya no me da la confianza que necesito, no me ofrece el apoyo para construir algo a medio o largo plazo. Conozco el fútbol y conozco la exigencia de un club como el Madrid, sé que cuando no ganas te tienes que ir. Pero aquí se ha olvidado una cosa muy importante, se ha olvidado todo lo que he construido en el día a día, lo que he aportado en la relación con los jugadores, con las ciento cincuenta personas que trabajan con y alrededor del equipo. Soy un ganador nato y estaba aquí para conquistar trofeos, pero más allá de esto están los seres humanos, las emociones, la vida y tengo la sensación de que estas cosas no han sido valoradas, de que no se ha entendido que así también se mantiene la dinámica de un gran club. Incluso, de cierta forma, se me ha reprochado".
No sabemos qué quiere decir con que "se ha olvidado" lo que ha construido en el día a día. No se ha olvidado. Por eso se le ofrecía continuar. ¿Qué quiere decir con eso de que "el club no me da la confianza que necesito"? Se le dio la confianza cuando había que darla, al final de la temporada. Si no era consciente de los baches en el camino antes de llegar allí, baches inherentes al desempeño de su profesión, no entendemos por qué volvió. ¿El club debió abstenerse de enviar a la prensa ciertos mensajes cuando el equipo corría riesgo de quedar fuera de las eliminatorias de Champions, lo que habría supuesto un daño brutal a la economía del club? Puede ser. También pudo ser que arreglara con quien correspondiera esa situación interna en lugar de tomar nota calladamente y esgrimir ante millones de personas el cuaderno de los rencores cuando el club ya le proponía mirar al frente.
"Quiero que se respete lo que hemos hecho entre todos. Me hubiera gustado que en los últimos meses mi relación con el club y con el presidente ha sido un poquito diferente a la de otros entrenadores. No pedía privilegios, por supuesto que no, sino un poco más de memoria. Hoy la vida de un técnico en el banquillo de un gran club es de dos temporadas, no mucho más. Para que dure más tiempo las relaciones humanas son esenciales, son más importantes que el dinero, más importantes que la fama, más importantes que todo. Hay que cuidarlas. Por eso me dolía muchísimo cuando leía en la prensa, después de una derrota, que me iban a echar si no ganaba el siguiente partido. Me dolía a mí y a todo el equipo porque estos mensajes filtrados intencionalmente a los medios de comunicación creaban interferencias negativas con la plantilla, creaban dudas y malentendidos. Menos mal que tenía a unos chicos maravillosos que estaban a muerte conmigo. Cuando la cosa se ponía fea me salvaban con grandiosas victorias. Porque creían en mí y sabían que creía en ellos. Por supuesto que no soy el mejor entrenador del mundo, pero soy capaz de dar la fuerza y la confianza que necesita cada uno en su trabajo, sea jugador, miembro del cuerpo técnico o cualquier empleado. Sé perfectamente lo que necesita un equipo. A lo largo de estos veinte años en el Madrid he aprendido que vosotros, los aficionados, queréis ganar, claro que sí, pero que ante todo queréis que lo demos todo, el entrenador, el staff, los trabajadores y por supuesto los futbolistas. Y puedo asegurar que hemos dado el 100% de nosotros mismos por el club".
"No pedía privilegios, por supuesto que no, sino un poco más de memoria". La memoria está en ofrecerte continuar a pesar de que no has ganado nada, Zizou, a pesar de que los jóvenes se estancan en su evolución o cogen aviones a Londres porque ven que un exfutbolista entrado en kilos le precede en la alineación de un partido de Copa ante el Alcoyano en el cual además te eliminan (¿de verdad te conviene esgrimir "el medio y largo plazo"?), a pesar de que fuerzas para que jueguen Ramos y Hazard en el partido más importante del año con los resultados conocidos. A ningún otro entrenador del mundo le hubiese ofrecido el Real Madrid, en esas circunstancias, la continuidad que se te ofrecía. En La Galerna no defendemos las filtraciones a la prensa, pero tampoco las actitudes de drama queen al respecto, llámese uno Zidane o Paco Jémez. Habría que haber vivido ese día a día para saber si efectivamente Zidane fue abandonado a su suerte o poco menos que apuñalado, como parece desprenderse de su carta. Pero la sensación es que esa memoria y ese respeto por el trabajo hecho, a los que él apela, se cifra en la oferta de continuidad que él rechaza. Hay que recordarlo una vez más, porque no lo parece: el que se va es Zidane.
Queridos madridistas, siempre seré uno de vosotros.
¡Hala Madrid!
Zinedine Zidane"
Estamos de acuerdo con su mensaje final, aunque no deja de revelar una rebeldía algo infantil ante situaciones que van en el cargo y en el sueldo.
Y ahí está la cosa. Hay un daño y ahora habrá que calcular las consecuencias. En nombre de la lealtad, y quizá de modo algo ingenuo (aunque nos cuesta creerlo), Zidane ha cometido algo peligrosamente cercano a un acto de deslealtad. Haremos como que no lo es por tanto como le seguimos queriendo y le querremos para siempre, y en atención a la memoria de una pasado glorioso que él utiliza como argumento para sacudir la imagen del club al que sin duda tantisimo quiere, aunque no lo demuestre precisamente ahora.
Tomad una biodramina para las curvas y pasad un buen día.
PD: Os dejamos con el resto de irrelevantes portadas de la jornada.
La Galerna trabaja por la higiene del foro de comentarios, pero no se hace responsable de los mismos